Texto del Libro – La Misericordia en mi Alma
Al día siguiente, cuando durante el recreo pregunté ¿qué hermanas habían tenido la adoración entre las cuatro y las cinco?, una de las hermanas exclamó: ¿Por qué quiere saberlo? ¿Seguramente habrá tenido alguna revelación? Me callé y no dije nada más y aunque fui interrogada por la Madre Superiora, no pude contestar ya que el momento no era oportuno.
Reflexión – Comprensión
Durante el recreo pregunté ¿Qué hermanas habían tenido la adoración entre las cuatro y las cinco?
Una de las hermanas exclamó, ¿Por qué quiere saberlo? O seguramente habrá tenido alguna revelación.
«Nunca hables mal de tu hermano aunque tengas sobrados motivos. No hagas críticas negativas». Cuando no puedas alabar, cállate, ve primero al sagrario.
En el trato con los demás, en la convivencia de todos los días es inevitable que se produzcan roces, es posible que alguien nos ofenda. ¿Sabemos disimular en todas las ocasiones? ¿Lo hacemos con prontitud? El Señor le dice a Pedro y a nosotros: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete». Nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos a perdonar. La caridad es paciente, no se irrita. Hemos de comprender a todos, hemos de convivir con todos y disculpar a todos. Hemos de perdonar a todos. La caridad ensancha el corazón, incluso aquellos que no nos comprenden o no corresponden a nuestro amor. Aunque vieras algo malo no juzgues al instante al prójimo, sino más bien excúsalo en tu interior. Disculpar la intención si no puedes disculpar la acción, San Bernardo.
¡Cuántos errores cometemos en los pequeños roces de la convivencia diaria! «Mientras interpretes con mala fe las intenciones ajenas no tienes derecho a exigir comprensión para ti mismo» Escrivá de Balaguer.
La comprensión nos inclina a vivir amablemente, abiertos hacia los demás, a mirarlos con simpatía, alcanza las profundidades del corazón y encuentra la bondad que hay en todas las personas. Es capaz de comprender, el que es humilde, respeta a los demás.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la comprensión a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, Ruega por nosotros. Amén.