Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

(39) 30 XI [1937].  Una noche, mientras subía por la escalera, de repente me invadió un extraño tedio de todo lo divino. Entonces oí a Satanás que me decía: No pienses nada de la obra, Dios no es tan misericordioso como tú dices. No reces por los pecadores, porque ellos serán condenados a pesar de todo y por esta obra de misericordia tú misma te expones a ser condenada. De esta misericordia de Dios no hables nunca con el confesor y especialmente con los Padres Sopocko y Andrasz.  En ese momento la voz tomó el aspecto del Ángel Custodio. Entonces contesté: Sé quién eres, el padre de la mentira. Hice la señal de la santa cruz y aquel ángel desapareció con gran estrépito y rabia.

Reflexión: ¿Cómo vencer las tentaciones?

30-XI 1937. Una noche mientras subía por la escalera de repente me invadió un extraño tedio de todo lo divino. Entonces oí a Satanás que me decía: Dios no es tan misericordioso como tú dices. Entonces, contesté: Sé quién eres el padre de la mentira. Hice la señal de la cruz y aquel ángel desapareció con gran estrépito y rabia.

  • Hijo, no estarás nunca seguro en esta vida. Por eso necesitas ardor armado espiritualmente mientras vivas.

¿Qué es la tentación? Significa seducir a alguien para que haga lo malo, llevándolo al pecado y convencerlo para que elija el camino equivocado. En la Biblia significa ser puesto a prueba para saber de qué es capaz.

¿Cómo actúa el diablo en la tentación? Primero: Os llega un pensamiento. Segundo: La imaginación empieza a hacer estragos en nuestra vida espiritual. Tercero: Viene la deleitación o los impulsos desordenados. Cuarto: Por último, el consentimiento que os lleva al pecado, consentimiento que nos lleva a herir cruelmente el Sagrado Corazón de Jesús. La tentación no solo es una fuerza del mal para hacernos pecar, también es una ocasión maravillosa para demostrar nuestro amor y fidelidad a Dios, y nos hace más fuertes. – Tenemos de tener siempre presente, que nunca seremos más tentados más allá de nuestras fuerzas. El Señor permite la tentación y se sirve de ella para purificarte para desprenderte de las cosas de la Tierra. Toda tentación es siempre un engaño y para probarnos el demonio cuenta con nuestras ambiciones. ¿Cuáles son las armas para vencer esta batalla espiritual? 1. Oración continua. 2. Mortificación constante. 3. Sinceridad con tu director espiritual. 4. Frecuentar la Eucaristía y la confesión. 5. Evitar el ocio. Recuerda el Señor estará siempre a nuestro lado. Velad y orad para no caer en la tentación.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda vencer las tentaciones a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.