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MEMORIA DE LOS SANTOS JOAQUÍN Y ANA, PADRES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

MATEO 13:36-43

 

Nuestro Evangelio de hoy es acerca de la parábola de la cizaña en medio del trigo. La palabra de Dios creó la Iglesia, la comunidad de aquellos que se esfuerzan por edificar el Reino. Pero la Iglesia nunca es absolutamente pura y sin trabas, porque los caminos de Dios son contrariados por un poder espiritual, un enemigo. Su tarea es sembrar cizaña en medio del trigo —clandestinamente, sigilosamente, discretamente.

Esta especie de acercamiento entre el bien y el mal es esperable. La Iglesia siempre será un lugar de santos y pecadores, y los pecadores a menudo parecerán santos. El enemigo de la Iglesia, que nunca descansa, se asegurará de ello.

La vigilancia con respecto al mal es necesaria en un mundo caído; sin embargo, debemos ser cautelosos con el celo que, con la pasión por arreglar las cosas, llega a creer que el mal se puede tratar destruyendo lo que es bueno.

En medio de un mundo caído, lo que se espera de nosotros es que vivamos con la esperanza de que al final, en el momento de la cosecha, el Maestro separe lo bueno de lo malo.

Diles estas palabras: “mis ojos se deshacen en lágrimas…”

La primera lectura comienza describiéndonos un cuadro desolador, es la imagen que contemplan los ojos divinos que lo refleja en los ojos del profeta para que éste los pronuncie ante el pueblo. Es una visión del reino de Judá en plena destrucción, todo es amargura y dolor. Yahvé mira a su pueblo que está bajo una herida grave de exterminio, tanto en el campo como en la ciudad. Más aún, los mismos profetas y sacerdotes han perdido la función de ser los guías religiosos que sostengan la fe del pueblo, “andan errantes y sin sentido por el país”.Ante tanta desgracia que llega por parte del Señor, Jeremías no desfallece, es consciente y confiesa las culpas del pueblo, pide ayuda: “¿Has desechado totalmente a Judá?”

La finalidad de esta profecía es enfrentar al pueblo con su propio pecado, no para hundirlo en él, sino para que vea, clame al Señor y regrese purificado.

En la segunda parte, Jeremías va desgranando su súplica angustiosa ante Yahvé, él conoce a un Dios misericordioso y a Él se dirige. Ante tanta ruina, el profeta se identifica con el pueblo “hemos pecado contra Ti y merecemos tu castigo y abandono”, pero Tú no eres como los dioses paganos, Tú puedes evitar esta destrucción. Recuerda, sí, recuerda que Tú nos elegiste como tu heredad, recuerda oh Yahvé y no rompas tu alianza y la promesa de guiar siempre a tu pueblo.

Según avanza el relato, pareciera que ya no queda esperanza, pero Jeremías vuelve a insistir: Ciertamente todo nos ha sobre venido por los pecados de Judá, pero por el honor de tu nombre no permitas que los pueblos paganos crean que nos has rechazado o más aún que Tú no eres el verdadero Dios. Todo esto sería la mayor tragedia que nos puede sobre venir. Jeremías termina con un grito de total confianza: “Nosotros esperamos en ti, porque eres tú quien hace todo eso.”
Al contemplar y orar con este texto les invito a que hagamos una lectura contrastada con nuestra propia realidad social y religiosa. Seguro que descubrimos un gran número de semejanzas y acciones que nos ofrezcan luces en nuestro caminar. ¡Cuánto necesitamos aprender de la actitud del profeta!

 

Señor, acláranos el sentido de la parábola

 

La explicación que Jesús se apresura a dar a sus discípulos una vez entrado en casa y escuchado la petición, supone una condescendencia con ellos, les ofrece una instrucción especial. La gente que le sigue se quedará solo con la predicación de las parábolas. Bien es verdad que los discípulos solo piden la explicación sobre una: “la de la cizaña”

Comienza Jesús su explicación. La realiza de un modo sorprendente. Casi todas las personas y acciones del relato son transferidas a la realidad religiosa y son enumeradas como en una lista. Dice: El Hijo del hombre es el sembrador de la buena semilla; el campo es el mundo,… y va siguiendo la lista.

En un estudio bíblico entraríamos a ver que puede significar el lenguaje y las formas que emplea, en qué sentido esta dicho, la utilización de tales expresiones en Mt y en otros libros de la biblia, qué opinan los biblistas, etc… Aquí, dejamos esto; voy a intentar expresar lo que me dice a mí.

Me pregunto si es que ésta parábola de la cizaña es más confusa, o es más clara que las otras, o lo que cuesta es llevarla a la práctica? Hay unos versículos en la parábola, -que no han sido leídos hoy- (v 29-30) son la respuesta del señor a sus siervos, que quiero traerlos aquí, recordarlos y sentir cómo ellos son luz para la lectura de hoy” ¿Quieres que vayamos a arrancar la cizaña? Él les dijo: “no, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis con ella el trigo. Dejad que crezcan juntos ambos hasta el tiempo de la siega; entonces diré…” Es una verdadera exhortación a tener la paciencia necesaria para la espera de la siega o del juicio final.

Me imagino un campo de Castilla en estos momentos cuando la siega está en su apogeo. Han transcurrido bastantes meses desde la siembra y el labrador ha contemplado su campo con esperanza de una buena cosecha. Ha realizado todo lo que depende de él para que la cosecha llegue a su fin. Y el final, ya está.

Así está haciendo Dios con la humanidad, (aquí podemos colocar: nación, pueblo, comunidad, yo misma, tu vida, etc…) Dios tiene una paciencia inmensa, es Él fiel. ¿Y yo, y tú? ¿Cómo se desarrolla nuestra existencia cotidiana? Dios sigue caminando a nuestro lado, ve lo malo y lo bueno crecer juntos en este caminar, pero Él, no está de brazos cruzados simplemente esperando,…como tampoco nosotros podemos actuar pensando solamente en el dramatismo de esos tres últimos versículos de Mateo si es así; nos estaríamos perdiendo lo mejor de haber sido salvados. No podemos aceptar el vivir alejados de la vida de Dios. De nosotros depende.

Nos hará bien esta semana pensar en el final. Si el Señor me llama hoy, ¿qué haría? ¿Qué iba a decir? ¿Qué grano le mostraré? el pensamiento del fin nos ayuda a avanzar; no es un pensamiento estático: es un pensamiento que prosigue porque es proseguido por la virtud, por la esperanza. “Sí, habrá un final, pero ese final será un encuentro: un encuentro con el Señor. Es verdad, será un relato de lo que he hecho, pero también, será un encuentro de misericordia, de alegría, de felicidad”. Pensar en el fin, el fin de la creación, el fin de la propia vida, es sabiduría; los hombres sabios lo hacen. (Homilía Santa Marta 2018)

 

 

San Joaquín y Santa Ana

Los padres de la Virgen María, 26 de julio

 

Un matrimonio santo

Martirologio Romano: Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a la tradición de los cristianos.

Breves Biografías

San Joaquín

Joaquín (Yahvé prepara) fue el padre de la Virgen María, madre de Dios. Según San Pedro Damián, deberíamos tener por curiosidad censurable e innecesaria el inquirir sobre cuestiones que los evangelistas no tuvieron a bien relatar, y, en particular, acerca de los padres de la Virgen.

Con todo, la tradición, basándose en testimonios antiquísimos y muy tempranamente, saludó a los santos esposos Joaquín y Ana como padre y madre de la Madre de Dios.

Ciertamente, esta tradición parece tener su fundamento último en el llamado Protoevangelio de Santiago, en el Evangelio de la Natividad de Santa María y el Pseudomateo o Libro de la Natividad de Santa María la Virgen y de la infancia del Salvador; este origen es normal que levantara sospechas bastante fundadas.

No debería olvidarse, sin embargo, que el carácter apócrifo de tales escritos, es decir, su exclusión del canon y su falta de autenticidad no conlleva el prescindir totalmente de sus aportaciones.

En efecto, a la par que hechos poco fiables y legendarios, estas obras contienen datos históricos tomados de tradiciones o documentos fidedignos; y aunque no es fácil separar el grano de la paja, sería poco prudente y acrítico rechazar el conjunto indiscrimadamente.

Algunos comentaristas, que opinan que la genealogía aportada por San Lucas es la de la Virgen, hallan la mención de Joaquín en Helí (Lucas, 3, 23; Eliachim, es decir, Jeho-achim), y explican que José se había convertido a los ojos de la ley, a fuer de su matrimonio, en el hijo de Joaquín. Que esa sea el propósito y la intención del evangelista es más que dudoso, lo mismo que la identificación propuesta entre los dos nombres Helí y Joaquín.

Tampoco se puede afirmar con certeza, a pesar de la autoridad de los Bollandistas, que Joaquín fuera hijo de Helí y hermano de José; ni tampoco, como en ocasiones se dice a partir de fuentes de muy dudoso valor, que era propietario de innumerables cabezas de ganado y vastos rebaños.

Más interesantes son las bellas líneas en las que el Evangelio de Santiago describe, cómo, en su edad provecta, Joaquín y Ana hallaron respuesta a sus oraciones en favor de tener descendencia.

Es tradición que los padres de Santa María, que aparentemente vivieron primero en Galilea, se instalaron después en Jerusalén; donde nació y creció Nuestra Señora; allí también murieron y fueron enterrados.

Una iglesia, conocida en distintas épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María in Probática, Sagrada Probática y Santa Ana fue edificada en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena, en el lugar de la casa de San Joaquín y Santa Ana, y sus tumbas fueron allí veneradas hasta finales del siglo IX, en que fue convertida en una escuela musulmana.

 

 

La cripta que contenía en otro tiempo las sagradas tumbas fue redescubierta en 1889. San Joaquín fue honrado muy pronto por los griegos, que celebran su fiesta al día siguiente de la de la Natividad de Ntra. Señora. Los latinos tardaron en incluirlo en su calendario, donde le correspondió unas veces el 16 de septiembre y otras el 9 de diciembre.

Asociado por Julio II [el de la capilla Sixtina] al 20 de marzo, la solemnidad fue suprimida unos cinco años después, restaurada por Gregorio XV (1622), fijada por Clemente XII (1738) en el domingo posterior a la Asunción, y fue finalmente León XIII [el de la Rerum Novarum] quien, el 1 de agosto de 1879, dignificó la fiesta de estos esposos que se celebró por separado hasta la última reforma litúrgica.

 

 

Santa Ana

Ana (del hebreo Hannah, gracia) es el nombre que la tradición ha señalado para la madre de la Virgen. Las fuentes son las mismas que en el caso de San Joaquín. Aunque la versión más antigua de estas fuentes apócrifas se remonta al año 150 d.C., difícilmente podemos admitir como fuera de toda duda sus variopintas afirmaciones con fundamento en su sola autoridad.

En Oriente, el Protoevangelio gozó de gran autoridad y de él se leían pasajes en las fiestas marianas entre los griegos, los coptos y los árabes. En Occidente, sin embargo, como ya te adelanté con San Joaquín, fue rechazado por los Padres de la Iglesia hasta que su contenido fue incorporado por San Jacobo de Vorágine a su Leyenda Áurea en el siglo XIII.

A partir de entonces, la historia de Santa Ana se divulgó en Occidente y tuvo un considerable desarrollo, hasta que Santa Ana llegó a convertirse en uno de los santos más populares también para los cristianos de rito latino.

El Protoevangelio aporta la siguiente relación: En Nazaret vivía una pareja rica y piadosa, Joaquín y Ana. No tenían hijos. Cuando con ocasión de cierto día festivo Joaquín se presentó a ofrecer un sacrificio en el templo, fue arrojado de él por un tal Rubén, porque los varones sin descendencia eran indignos de ser admitidos.

Joaquín entonces, transido de dolor, no regresó a su casa, sino que se dirigió a las montañas para manifestar su sentimiento a Dios en soledad. También Ana, puesta ya al tanto de la prolongada ausencia de su marido, dirigió lastimeras súplicas a Dios para que le levantara la maldición de la esterilidad, prometiendo dedicar el hijo a su servicio.

Sus plegarias fueron oídas; un ángel se presentó ante Ana y le dijo: «Ana, el Señor ha visto tus lágrimas; concebirás y darás a luz, y el fruto de tu seno será bendecido por todo el mundo». El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, que volvió al lado de su esposa. Ana dio a luz una hija, a la que llamó Miriam.

Dado que esta narración parece reproducir el relato bíblico de la concepción del profeta Samuel, cuya madre también se llamaba Hannah, la sombra de la duda se proyecta hasta en el nombre de la madre de María.

El célebre Padre John de Eck de Ingolstadt, en un sermón dedicado a Santa Ana (pronunciado en París en 1579), aparenta conocer hasta los nombres de los padres de Santa Ana. Los llama Estolano (Stollanus) y Emerencia (Emerentia).

Afirma que la santa nació después de que Estolano y Emerencia pasaran veinte años sin descendencia; que San Joaquín murió poco después de la presentación de María en el templo; que Santa Ana casó después con Cleofás, del cual tuvo a María de Cleofás; la mujer de Alfeo y madre de los apóstoles Santiago el Menor, Simón y Judas Tadeo, así como de José el Justo.

Después de la muerte de Cleofás, se dijo que casó con Salomas, de quien trajo al mundo a María Salomé (la mujer de Zebedeo y madre de los apóstoles Juan y Santiago el Mayor).

La misma leyenda espuria se halla en los textos de Gerson y en los de muchos otros. Allí surgió en el siglo XVI una animada controversia sobre los matrimonios de Santa Ana, en la que Baronio y Belarmino defendieron su monogamia.

En Oriente, al culto a Santa Ana se le puede seguir la pista hasta el siglo IV. Justiniano I hizo que se le dedicara una iglesia. El canon del oficio griego de Santa Ana fue compuesto por San Teófanes, pero partes aún más antiguas del oficio son atribuidas a Anatolio de Bizancio.

Su fiesta se celebra en Oriente el 25 de julio, que podría ser el día de la dedicación de su primera iglesia en Constantinopla o el aniversario de la llegada de sus supuestas reliquias a esta ciudad (710).

Aparece ya en el más antiguo documento litúrgico de la Iglesia Griega, el Calendario de

Constantinopla (primera mitad del siglo VIII). Los griegos conservan una fiesta común de San Joaquín y Santa Ana el 9 de septiembre.

En la Iglesia Latina, Santa Ana no fue venerada, salvo, quizás, en el sur de Francia, antes del siglo XIII. Su imagen, pintada en el siglo

VIII y hallada más tarde en la Iglesia de Santa María la Antigua de Roma, acusa la influencia bizantina.

Su fiesta, bajo la influencia de la Leyenda Áurea, se puede ya rastrear (26 de julio) en el siglo XIII, en Douai. Fue introducida en Inglaterra por Urbano VI el 21 de noviembre de 1378, y a partir de entonces se extendió a toda la Iglesia occidental. Pasó a la Iglesia Latina universal en 1584.

 

 

Santa Ana es la patrona de Bretaña. Su imagen milagrosa (fiesta, 7 de marzo) es venerada en Notre Dame d´Auray, en la diócesis de Vannes.

También en Canadá -donde es la patrona principal de la provincia de Québec- el santuario de Santa Ana de Beaupré es muy famoso.

Santa Ana es patrona de las mujeres trabajadoras; se la representa con la Virgen María en su regazo, que también lleva en brazos al Niño Jesús. Es además la patrona de los mineros, que comparan a Cristo con el oro y con la plata a María.

Jesús Martí Ballester

 

 

La realidad de nuestra vida

Santo Evangelio según san Mateo 13, 36-43. Martes XVII del Tiempo Ordinario

 

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, aclara mi entendimiento y mi corazón para poder conocerte y comprenderte cada día más.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 13, 36-43

En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: “Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo”.

Jesús les contestó: “El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que las siembra es el diablo; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Es bueno tener claro quiénes somos, a dónde vamos y qué queremos en la vida, pero para tenerlo claro es necesario verlo bajo la luz de Dios. ¿Qué nos quiere decir, hoy?

Nos podemos detener en el Evangelio, y escuchar las dulces y hermosas respuestas de Dios, hablándonos al corazón y diciéndonos, quiénes somos, a dónde vamos y qué debemos querer. En el Evangelio de hoy descubrimos claramente el ver que somos hijos de Dios, que hemos sido creados por Él y que nos ama infinitamente; también podemos descubrir que somos parte de este hermoso, pero a la vez complicado campo, llamado mundo y que como ciudadanos de este mundo, estamos llamados a realizar una misión específica a la cual Dios nos ha llamado, y ante la cual debemos responder con amor y alegría, siempre velando porque todo se haga para bien de aquellos que aman a Dios, ya que no será fácil. Habrá dificultades, sí, cometeremos errores sí, habrá un enemigo asechándonos sí, pero a pesar de ello, Dios no nos dejará de amar, ni nos dejará solos.

 

 

Pidamos al Señor la gracia de poder vivir amando, con alegría y sencillez, para poder hacer su santa voluntad en aquello a lo cual nos ha llamado, para que al final de la vida, la cosecha de amor sea abundante a sus ojos.

«La misión del cristiano es testimoniar con alegría y humildad el Evangelio». (Papa Francisco, Angelus del 3 de julio de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Haré una visita al Señor y le pediré luz para ver qué dispone hacer con mi vida.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

 

¿La Iglesia Católica durará por siempre?

6 razones que afirman que la Iglesia Católica es la única que duará hasta que Cristo vuelva

 

Así es, creo que la Iglesia catolica es la unica que durará siempre hasta que Cristo vuelva.

Y sé que para muchos esta certeza de fe les parece locura, sin embargo es una realidad, la Iglesia de Cristo es la unica que se mantendrá en pies hasta su regreso. Les comparto 6 razones:

1. Simplemente por su registro de longevidad:

Ha existido por más de 2000 años. Ha resistido ataques internos y externos durante todo ese tiempo, y aun es la más antigua, duradera y viviente institución sobre la tierra. Ataques impartidos desde los primeros comienzos, empezando por los judíos, veamos lo que les paso! Jerusalén y el templo fueron destruidos y cada sacerdote judío fue asesinado por los romanos en el año 70 D.C. Se necesita un sacerdote (Obispo) para ordenar a un sacerdote y puesto que los judíos no tenían sacerdotes para ordenar a nuevos, se quedaron solamente con los rabinos, actualmente no tienen sacerdotes. El sacerdocio arriano, terminó brutalmente.

 

 

El judaísmo fue casi totalmente destruido, después vinieron los romanos que quemaron a los cristianos a destajo alimentando con ellos a los leones. Ellos, y su imperio diabólico pagano con ellos, se colapsaron en el año 476 D.C. Después vinieron los nestorianos, arrianos, bandoleros, musulmanes, waldenses, abigelsianos, cataristas, protestantismo, la revolución francesa, modernismo, nazismo, comunismo, disidencia y ahora el humanismo secular, fundamentalismo, relativismo, indiferentismo y hedonismo. Existen muchos más grupos y creencias heréticas que no enlisto aquí. ¿En dónde están actualmente las mencionadas anteriormente? Desde que todos los grupos heréticos enlistados hicieron todo lo que pudieron para destruir a la Iglesia Católica durante 20 siglos, ¿por qué fracasaron? Si todo ese «poder» humano no pudo destruir a la Iglesia Católica, ¿Por qué entonces algunos fanáticos actuales creen que podrán?

 

 

Herejes y fanáticos han tratado de enterrar a la Iglesia Católica por mas de 2000 años, y aun así es la Iglesia Católica la que los ha enterrado a ellos. Aquellos que ignoran la historia están condenados a repetir los errores de otros anteriores a ellos, y al hacerlo nunca se benefician de tales errores previos. Actualmente la Iglesia Católica está lejos de comprimirse como lo está haciendo el Protestantismo, de hecho se expande cada día mas, con más de 1.1 billones de católicos en el mundo, lo que representa un sexto de la población total mundial. ¿A qué o a «quién» le atribuiremos la responsabilidad por estos dos milenios de constancia e inmortalidad? Nombremos a la Iglesia que cumple el mandato de Jesucristo en Mateo 28:19, «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos…»

Estas persecuciones fueron predichas por Jesucristo mismo:

Mateo 5,11-12 , «Dichosos seréis cuando os insultaren, cuando os persiguieren, cuando dijeren mintiendo todo mal contra vosotros, por causa mía. Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.»

 

 

Lucas 6,26, «¡Ay cuando digan bien de vosotros todos los hombres! Porque lo mismo hicieron sus padres con los falsos profetas.»

La mayoría del Protestantismo no habla bien de los católicos o de la Iglesia Católica, por lo cual me aventuraré a decir que estos versículos hablan de la Iglesia Católica, ¿no crees?, Si no estás de acuerdo, me gustaría saber el nombre de la iglesia sobre la cual Jesucristo habló en estos versículos.

«No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios; yo te he dado fuerza y te ayudo; te sostengo con la diestra de mi justicia. Confundidos (divididos en 33,800 partes, ¿tal vez?) quedarán y avergonzados todos los que contra ti se irritan, serán como la nada, y perecerán los que te hacen guerra.» Isaías 41:10-11 «Ellos te harán guerra, mas no prevalecerán contra ti; porque contigo estoy Yo, dice el Señor, para librarte.» Jeremías 1,19

 

 

Palabras de sabiduría de dos santos, uno de ellos es también un Padre de la Iglesia:

«Esta Iglesia es Santa, la Única Iglesia, la Verdadera Iglesia, luchando como lo hace contra todas las herejías. Puede luchar, pero no puede ser vencida. Todas las herejías son expulsadas de ella, como lo podado de una vid. Se mantiene firme en sus raíces, en la vid, en su amor. Las puertas del infierno no la conquistarán.» San Agustín de Hipona, Sermón a los Catecúmenos, sobre el Credo, 6,14, 395 D.C. «Es un final infeliz para aquellos que atacan a la Iglesia Católica.» San Roberto Belarmino 1542-1621.

Aquellos que obtienen placer al patear » La Piedra «, nunca han aprendido que lo único que lograrán es lastimar su propio pié. Tampoco aprendieron que aquellos que son ignorantes de la historia están predispuestos a repetir sus errores. ¿En dónde se encuentran todos estos atacantes actualmente? La mayoría se han ido, algunos que quedan están tan divididos que prácticamente son impotentes, y algunos están con nosotros temporalmente. Siempre surgirán nuevos atacantes, como hierbas malas en medio del trigo. Después de todo, no podemos tener rosas sin algunas espinas. «…Y al momento de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y al trigo juntadlo en Mi granero» Mateo 13:30

 

¿Quién es el trigo aquí, y quien la cizaña?

 

¿Acaso no saben que Jesucristo es el salvador de Su Cuerpo, la Iglesia? «…Como Cristo cabeza de la Iglesia, salvador de su cuerpo.» Efesios 5:23 Bien, entonces, «Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?» Romanos 8:31. Este versículo resume toda esta sección en solo 9 palabras. Me pregunto si ¿aquellos que atacan la Iglesia Católica han leído o entendido Efesios 5:23 y Romanos 8:31?

Ellos son la razón por la cual la Iglesia Católica aun está de pie y firme después de 2000 años de persecución, y continuará estándolo hasta el final del tiempo. Esa es la promesa de Dios. ¿Qué fuerza en la tierra te dará trepidación si el Señor de los señores y el Rey de reyes está contigo?

2. Simplemente porque el Antiguo Testamento de la Sagrada Escritura lo dice:

«Cuando se cumplieren tus días y tu descansares con tus padres Yo suscitaré después de tí, un descendiente tuyo que ha de salir de tus entrañas, y haré estable su reino. Él edificará una casa para mi nombre: y Yo afirmaré el trono de su reino para siempre. Yo seré su Padre y él será mi hijo. Cuando obrare mal, le reprenderé con vara de hombres y azotes de hombres. Con todo no se apartará de él mi misericordia como la aparté de Saúl, al cual he quitado de delante de ti. Tu casa y tu reino serán estables ante Mí eternamente, y tu trono será firme para siempre .» 2 Reyes 7,12-16, 2 Samuel 7,12-16

«Y en cuanto a Mí, éste será mi pacto con ellos, dice Yahvé: Mi Espíritu que está sobre de tí, y mis palabras que puse yo en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dice Yahvé, desde ahora y para siempre .» Isaías 59,21.

«En los días de aquellos reyes, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca jamás será destruido, y que no pasará a otro pueblo; quebrantará y destruirá todos aquellos reinos, en tanto que el mismo subsistirá para siempre .» Daniel 2,44.

«Y le fue dado el Señorío, la gloria y el reino, y todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieron. Su Señorío es un Señorío eterno que jamás acabará, y su reino nunca será destruido.» Daniel 7,14

3. Simplemente porque el Nuevo Testamento en la Sagrada Escritura también dice que perdurará:

Tenemos garantías de perpetuidad en la Sagrada Escritura provenientes de Dios mismo: «Y yo, te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del abismo no prevalecerán contra ella.» Mateo 16,18.

«Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado. Y mirad que Yo con vosotros estoy todos los días hasta la consumación del siglo.» Mateo 28,19-20

«Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Intercesor, que quede siempre con vosotros, el Espíritu de verdad, que el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; mas vosotros lo conocéis, porque El mora con vosotros y estará en vosotros.» Juan 14,16-17

«No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.» Juan 14:18 «A Él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones de la edad de las edades. Amén.» Efesios 3,21.

«Por eso, aceptando el reino inconmovible, tengamos gratitud por la cual tributemos a Dios culto agradable con reverencia y temor. Porque nuestro Dios es fuego devorador.» Hebreos 12,28-29

«Ahora, pues, os digo, dejad a estos hombres y soltadlos, porque si esta idea u obra viene de hombres, será desbaratada; pero si de Dios viene, no podréis destruirla, no sea que os halléis peleando contra Dios.» Hechos 5,38-39

Percibo que Hechos 5,38-39 resume muy bien la historia turbulenta de la Iglesia Católica, y de sus muchos atacantes a través de los últimos 2000 años. ¿Cómo cualquier institución puede perdurar mas de 2000 años bajo constante persecución? Vanos ataques implacables, perpetuados por miles de grupos herejes durante dos mil años nos indica que la Iglesia Católica claramente es de Dios y no de los hombres.

¿De qué otra forma podrías dar cuenta de su supervivencia bajo tan adversas circunstancias?

 

He enlistado muchas referencias tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento en las cuales tenemos las promesas de Dios sobre la defensa de Su única Iglesia. El mismo la defenderá de ataques internos y externos. Ahora, si alguien no cree que estos versículos no se aplican a la Iglesia Católica, ¿díganme a cuál? Ninguna denominación Protestante siquiera apareció en escena sino hasta después de 1500 años después de que Jesucristo fundara Su Iglesia, por lo cual dichos versículos no podrían referirse a ninguna de esas miles existentes.

4. Simplemente porque podemos demostrar de muchas formas que Jesucristo fundó la Iglesia Católica:

Si crees que la Sagrada Escritura es inspirada por Dios, entonces te darás cuenta que fue la Iglesia Católica quien facilitó la Biblia al mundo entero. La Iglesia Católica es la madre de la Biblia, no la hija. Existe prueba de Sucesion Apostolica . Existe una línea sucesiva continua y visible de Figuras Paternas , los Papas . Hay una biblioteca enorme con documentos históricos auténticos de cada uno de los veinte siglos que pueden ser investigados por quien quiera. Cientos de estos escritos mencionan a la Iglesia Católica por nombre desde el año 107 D.C. .

Para todos aquellos que atacan a la Iglesia Católica, les pido que me muestren una sola razón por la cual piensan que su denominación es la iglesia que Jesucristo fundó, incluyendo documentos históricos genuinos que «prueben» lo que afirman. No estoy interesado en «opiniones» personales. Si Jesucristo no fundó la Iglesia Católica, me gustaría saber el nombre de la persona que lo hizo, puesto que todas las iglesias del mundo tienen a alguien por fundador. Sin olvidar documentación y pruebas.

Después de todo esto, ¿En dónde está la Iglesia Católica en nuestros días? La Iglesia Católica, a pesar de todas las flechas aventadas contra ella desde tantos ángulos, aun está aquí, aun está muy capacitada, aun predicando y enseñando la verdad de Jesucristo, como lo ha hecho por mas de 2000 años, y… aun continua creciendo, incluso mas rápidamente que antes. ¿Por qué? Simplemente porque Dios está al timón como lo mostré. Satán, el padre de las mentiras (Juan 8:44), y sus ayudantes herejes, quienes no pueden demostrar ninguna autoridad de cualquier forma, han perdido.

5. Simplemente porque solamente la Iglesia Católica encuadra perfectamente con las Escrituras en donde hablan de las pruebas y tribulaciones del Cuerpo de Cristo: Un mensaje del Obispo Fulton J. Sheen…

«Si yo no fuera un Católico, y buscara la Iglesia verdadera en el mundo hoy, yo buscaría una Iglesia que no se llevara bien con el mundo; en otras palabras, yo buscaría la Iglesia que el mundo odia. Mi razón para hacer esto sería, si Cristo está en cualquiera de las iglesias en el mundo hoy, El debe ser odiado aún como lo fue cuando El estaba en la tierra en persona. Si usted quiere encontrar a Cristo hoy, entonces encuentre la Iglesia que no se lleva bien con el mundo. Busque la Iglesia que es odiada por el mundo, como Cristo fue odiado por el mundo.

Busque la Iglesia que se acusa de estar atrasada, como Nuestro Señor fue acusado de ser ignorante y de que nunca aprendió. Busque la Iglesia que los hombres se mofan como de ser socialmente inferior, como ellos se mofaron de Nuestro Señor porque El vino de Nazareth.

 

Busque la Iglesia que se acusa de tener a un diablo, como Nuestro Señor fue acusado de ser poseído por Beelzebub, el Príncipe de Diablos. Busque la Iglesia que, en temporadas de fanatismo, los hombres dicen debe ser destruída en el nombre de DIOS, como los hombres crucificaron a Cristo y pensaron que ellos le habían hecho un servicio a Dios. Busque la Iglesia que el mundo rechaza porque reclama es infalible, como Pilatos rechazó a Cristo porque El se llamó La Verdad. Busque la Iglesia que es rechazada por el mundo como Nuestro Señor fue rechazado por los hombres. Busque la Iglesia que entre la confusión de opiniones opuestas, sus miembros aman como aman a Cristo, y respetan su Voz como la voz de su Fundador, y la sospecha crecerá. Si la Iglesia no es popular con el espíritu del mundo, entonces no es del mundo, y si no es de este mundo, entonces es de otro-mundo. Como es de otro-mundo, es infinitamente amada e infinitamente odiada como lo fue Cristo Mismo. Pero sólo lo que es Divino puede ser infinitamente odiado e infinitamente amado. Por lo tanto, la Iglesia es Divina.» Msgr (al momento de escribir) Fulton J. Sheen D.D.. Prefacio a Radio Replies Volumen #1, Fr. Leslie Rumble y Fr. Charles Carty, un Tan Book .

6. Simplemente porque la barca de Pedro tiene a Cristo a bordo:

«Y sucedió que la muchedumbre se agolpaba sobre Él para oí la palabra de Dios, estando Jesús de pie junto al lago de Genesaret. Y viendo dos barcas amarradas a la orilla de lago cuyos pescadores habían descendido y lavaban sus redes, subió en una de aquellas, la que era de Simón , y rogó a éste que la apartara un poco de la tierra. Y sentado enseñaba a la muchedumbre desde la barca». Lucas 5:1-3 «Cuando subió después a la barca, sus discípulos lo acompañaron. Y de pronto el mar se puso muy agitado, al punto que las olas llegaban a cubrir la barca. Él en tanto, dormía. Acercáronse y lo despertaron diciendo: ‘Señor, sálvanos que nos perdemos´. Él les dijo: ‘¿Por qué tenéis miedo, desconfiados?´ Entonces se levantó e increpó a los vientos y al mar, y se hizo una gran calma.

 

Y los hombres se maravillaron y decían ¿Quién es Este, que aun los vientos y el mar le obedecen?» Mateo 8,23-27, Marcos 4,35-40, Lucas 8,22-26

«Aun cuando se muevan los montes y vacilen los collados, mi misericordia no se alejará de ti, y no vacilará mi alianza de paz, dice el que se compadece de ti, Yahvé. Pobrecita, azotada por la tempestad, y que estás sin consuelo, he aquí que Yo asentaré tus piedras sobre carbunclos, y te cimentaré sobre zafiros. Construiré tus almenas con rubíes, tus puertas con piedras de cristal; y toda tu muralla con piedras preciosas. Todos tus hijos serán instruidos por Yahvé , y gozarán de abundancia de paz. Serás restablecida en justicia; y estarás lejos de la opresión, pues nada tendrás que temer, y lejos del espanto, el cual no te alcanzará más. Si (enemigos) se juntan contra ti, no es de parte mía; cuantos se juntaren contra ti, delante de ti caerán. He aquí que yo he hecho al herrero, que sopla las brasas del fuego y forja el arma para su obra, Yo he hecho también al devastador para destruir. Toda arma forjada contra ti será ineficaz, y tu condenarás toda lengua que se mueva para juzgarte. Esta es la herencia de los siervos de Yahvé y la justicia que de Mí les vendrá -oráculo de Yahvé. Isaías 54,10-17

 

 

Asumo que todos los grupos herejes que han fracasado por más de 2000 años, ninguno atendió las advertencias de la Sagrada Escritura. Isaías no debe ser ignorado. Tu, que atacas a la Iglesia Católica, ¿has hecho caso de las horrendas advertencias de la Sagrada Escritura? Si más de 2000 años de ataques constantes contra la Iglesia Católica han fracasado, ¿Qué te hace pensar que los tuyos serán exitosos? «La barca de Pedro maltratada por las tormentas perdurará por que Cristo va en ella.» Lucas 5,1-3 «Ahora, pues, os digo, dejad a estos hombres y soltadlos, porque si ésta idea u obra viene de hombres, será desbaratada; pero si de Dios viene, no podréis destruirla, no sea que os halléis peleando contra Dios.» Hechos 5,38-39

Dios te siga bendiciendo en abundancia.

 

 

El Papa Francisco reiteró su pedido de perdón a indígenas canadienses

En la mañana de este lunes 25 de julio, el Santo Padre se reunió con las poblaciones de diferentes etnias.

 

 

“Esperaba que llegara este momento para estar entre ustedes. Desde aquí, desde este lugar tristemente evocativo, quisiera comenzar lo que deseo en mi interior: una peregrinación penitencial. Llego hasta sus tierras nativas para decirles personalmente que estoy dolido, para implorar a Dios el perdón, la sanación y la reconciliación, para manifestarles mi cercanía, para rezar con ustedes y por ustedes”.

Estas palabras abren el sentido discurso del Papa Francisco a los pueblos indígenas First Nations, Métis e Inuit, con quienes se encontró en la mañana de este lunes 25 de julio en Maskwacis, Canadá. Este sitio, también conocido como “Colinas de Osos”, en lengua cree, ubicado a unos 70 kilómetros al sur de la ciudad de Edmonton, en el estado de Alberta, es la primera parada en la “peregrinación penitencial” al país, que comenzó ayer, domingo 24 de julio.

 

 

El Pontífice, quien se detuvo en oración silenciosa durante dos momentos de su trayecto hacia el escenario montado en el lugar del evento, fue recibido con sonido de tambores y saludó a los representantes indígenas. Wilton Littlechild, jefe de una de las comunidades, pronunció unas palabras de bienvenida.480p low El Obispo de Roma recordó los encuentros que tuvieron en Roma hace cuatro meses y narró que, en ese momento, le entregaron dos pares de mocasines, “signo del sufrimiento padecido por los niños indígenas, en particular de los que lamentablemente no volvieron más a casa de las escuelas residenciales”, dijo. Le pidieron que los devolviera cuando estuviera en Canadá y anticipó que lo haría al concluir sus palabras. El Papa se inspiró precisamente en ese símbolo que “reavivó en mí el dolor, la indignación y la vergüenza”, enfatizó.

“Caminar juntos”

El Sucesor de Pedro sostuvo que “el recuerdo de esos niños provoca aflicción y exhorta a actuar para que todos los niños sean tratados con amor, honor y respeto”.

“Pero esos mocasines, continuó, también nos hablan de un camino, de un recorrido que deseamos hacer juntos. Caminar juntos, rezar juntos, trabajar juntos, para que los sufrimientos del pasado dejen el lugar a un futuro de justicia, de sanación y de reconciliación”. Este es, explicó el Papa, el motivo por el que la primera etapa de su peregrinación entre ellos se lleva a cabo en la región que ha visto, desde tiempos inmemoriales, la presencia de los pueblos indígenas. “Es un territorio que nos habla, que nos permite hacer memoria”, dijo.

 

 

Hacer memoria

Francisco se detuvo en la importancia de hacer memoria: “Ustedes han vivido en esta tierra durante miles de años con estilos de vida que respetaban la misma tierra, heredada de las generaciones pasadas y protegida para las futuras”, destacó. Refiriéndose a uno de los tantos valores que transmiten las comunidades indígenas, el cuidado de la tierra, comentó: “La trataron como un don del Creador para compartir con los demás y amar en armonía con todo lo que existe, en una viva interconexión entre todos los seres vivos”.

“Así aprendieron a nutrir un sentido de familia y de comunidad, y desarrollaron vínculos fuertes entre las generaciones, honrando a los ancianos y cuidando de los pequeños. ¡Cuántas buenas tradiciones y enseñanzas basadas en la atención a los otros y al amor por la verdad, en la valentía y el respeto, en la humildad, en la honestidad y en la sabiduría de vida!”.

 

 

“Un grito de dolor”

Siguiendo su reflexión, la mirada de Bergoglio se dirigió hacia los sucesos dolorosos: “El lugar en el que nos encontramos hace resonar en mí un grito de dolor, un clamor sofocado que me acompañó durante estos meses”. Aludió “al drama sufrido por tantos de ustedes, por sus familias, por sus comunidades, en lo que ustedes compartieron conmigo sobre los sufrimientos padecidos en las escuelas residenciales”.

“Son traumas que, en cierto modo, reviven cada vez que se recuerdan y soy consciente de que también nuestro encuentro de hoy puede despertar recuerdos y heridas, y que muchos de ustedes podrían sentirse mal mientras hablo.. Pero es justo hacer memoria, porque el olvido lleva a la indiferencia y, como se ha dicho, «lo opuesto al amor no es el odio, es la indiferencia… lo opuesto a la vida no es la muerte, es la indiferencia a la vida o a la muerte» (E. Wiesel). Hacer memoria de las devastadoras experiencias que ocurrieron en las escuelas residenciales nos golpea, nos indigna, nos entristece, pero es necesario”.

 

 

Políticas de asimilación y desvinculación fueron nefastas

“Es necesario recordar cómo las políticas de asimilación y desvinculación, que también incluían el sistema de las escuelas residenciales, fueron nefastas para la gente de estas tierras”, declaró el Papa.

“Cuando los colonos europeos llegaron aquí por primera vez, hubo una gran oportunidad de desarrollar un encuentro fecundo entre las culturas, las tradiciones y la espiritualidad. Pero en gran parte esto no sucedió”, añadió. “Y me vuelve a la mente lo que ustedes me contaron, de cómo las políticas de asimilación terminaron por marginar sistemáticamente a los pueblos indígenas; de cómo, también por medio del sistema de escuelas residenciales, sus lenguas y culturas fueron denigradas y suprimidas; de cómo los niños sufrieron abusos físicos y verbales, psicológicos y espirituales; de cómo se los llevaron de sus casas cuando eran chiquitos y de cómo esto marcó de manera indeleble la relación entre padres e hijos, entre abuelos y nietos”, subrayó.

Francisco renueva el pedido de perdón

El Santo Padre agradeció a los indígenas “por haber expresado el peso que llevaban dentro, por haber compartido conmigo esta memoria sangrante”.

“Hoy estoy aquí, en esta tierra que, junto a una memoria antigua, custodia las cicatrices de heridas todavía abiertas. Me encuentro entre ustedes porque el primer paso de esta peregrinación penitencial es el de renovar mi pedido de perdón y decirles, de todo corazón, que estoy profundamente dolido: pido perdón por la manera en la que, lamentablemente, muchos cristianos adoptaron la mentalidad colonialista de las potencias que oprimieron a los pueblos indígenas”, manifestó.

 

 

“Estoy dolido”, reiteró, y pidió perdón, “en particular, por el modo en el que muchos miembros de la Iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron, también por medio de la indiferencia, en esos proyectos de destrucción cultural y asimilación forzada de los gobiernos de la época, que finalizaron en el sistema de las escuelas residenciales”.

Las disculpas, un punto de partida

Ante lo que muchos de los indígenas afirmaron (“que las disculpas no son un punto de llegada”), Francisco admitió que concuerda plenamente: “Constituyen sólo el primer paso, el punto de partida”.

“También soy consciente de que «mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado» y «mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no sólo no se repitan, sino que no encuentren espacios» (Carta al Pueblo de Dios, 20 agosto 2018)».

Francisco reafirmó que “una parte importante de este proceso es hacer una seria búsqueda de la verdad acerca del pasado y ayudar a los supervivientes de las escuelas residenciales a realizar procesos de sanación de los traumas sufridos”.

“Rezo y espero que los cristianos y la sociedad de esta tierra crezcan en la capacidad de acoger y respetar la identidad y la experiencia de los pueblos indígenas”, expresó el Pontífice.

 

 

Francisco compartió su esperanza de que “se encuentren caminos concretos para conocerlos y valorarlos, aprendiendo a caminar todos juntos”. Por su parte, reconoció que seguirá animando el compromiso de todos los católicos respecto de los pueblos indígenas, como lo ha hecho en varias ocasiones, en varios lugares, a través de encuentros, llamamientos y también por medio de una exhortación apostólica (ndr: Querida Amazonía).

“Sé que todo esto requiere tiempo y paciencia, se trata de procesos que tienen que entrar en los corazones, y mi presencia aquí y el compromiso de los obispos canadienses son testimonio de la voluntad de avanzar en este camino.”

El Papa reveló que esta peregrinación se extiende durante algunos días y lo llevará a lugares distintos entre sí: “Sin embargo, no me permitirá responder a muchas invitaciones y visitar centros como Kamloops, Winnipeg, varios lugares en Saskatchewan, en Yukón y en los Territorios del Noroeste. Aunque eso no sea posible, sepan que están todos en mi recuerdo y en mi oración”.

 

 

“Sepan que conozco el sufrimiento, los traumas y los desafíos de los pueblos indígenas en todas las regiones de este país. Las palabras que pronunciaré a lo largo de este camino penitencial están dirigidas a todas las comunidades y a los indígenas, que abrazo de corazón”, les dijo.

La memoria y el silencio

Hacia el final de su alocución, el Obispo de Roma retomó el elemento principal de la primera etapa de su viaje, “un espacio a la memoria”: “Hoy estoy aquí para recordar el pasado, para llorar con ustedes, para mirar la tierra en silencio, para rezar junto a las tumbas”.Dejemos que el silencio nos ayude a todos a interiorizar el dolor. Silencio y oración”, agregó.

 

 

Es necesaria la gracia de Dios para sanar y reconciliar

“No bastan nuestros esfuerzos para sanar y reconciliar, es necesaria su gracia, es necesaria la sabiduría afable y fuerte del Espíritu, la ternura del Consolador. Que Él colme las esperanzas de los corazones. Que Él nos tome de la mano. Que Él nos haga caminar juntos”, concluyó Francisco.

 

 

Los abuelos, el valor y la importancia de su rol en la familia

Como quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo en

 

 

Por: S.S. Papa Francisco

En la catequesis de hoy proseguimos la reflexión sobre los abuelos, considerando el valor y la importancia de su rol en la familia. Lo hago identificándome con estas personas, porque también yo pertenezco a esta franja de edad. Cuando fui a Filipinas, los habitante de Filipinas me saludaban diciendo ‘Lolo Kiko’, es decir, ‘Abuelo Francisco’. ‘Lolo Kiko’, decían.

Lo primero que es importante subrayar: es verdad que la sociedad tiende a descartarnos, pero ciertamente el Señor no. Él nos llama a seguirlo en cada edad de la vida, y también la ancianidad contiene una gracia y una misión, una verdadera vocación del Señor. No es aún el momento de “no remar más”. Este periodo de la vida es distinto a los anteriores, no hay duda; debemos también “inventarlo” un poco, porque nuestras sociedades no están preparadas, espiritual y moralmente, para darles su pleno valor.

Antes, en efecto, no era tan normal tener tiempo a disposición; hoy lo es mucho más. Y también la espiritualidad cristiana ha sido un poco tomada por sorpresa, y se trata de delinear una espiritualidad de las personas ancianas. ¡Pero gracias a Dios no faltan los testimonios de santos y santas ancianos!

Me emocionó mucho la “Jornada por los ancianos” que hicimos aquí en la plaza de san Pedro el año pasado, la plaza llena. Escuché historias de ancianos que se desviven por los otros. Y también historias de parejas y matrimonios que vienen y dicen, hoy hacemos 50 años, 60 años de matrimonio. Y digo, házselo ver a los jóvenes que se cansan pronto. El testimonio de los ancianos en la fidelidad. En esta plaza había muchos ese día.

Es una reflexión para continuar, en ámbito tanto eclesial como civil. El Evangelio viene a nuestro encuentro con una imagen muy bonita, conmovedora y alentadora. Es la imagen de Simeón y de Ana, de quienes nos habla el Evangelio de la infancia de Jesús, de san Lucas. Eran realmente ancianos, el “viejo” Simeón y la “profetisa” Ana que tenía 84 años. No escondía la edad esta mujer. El Evangelio dice que esperaban la venida de Dios cada día, con gran fidelidad, desde hacía muchos años. Querían verlo precisamente ese día, recoger los signos, intuir el inicio. Quizá estaban también un poco resignados, ya, a morir antes: esa larga espera continuaba sin embargo ocupando su vida, no tenían compromisos más importantes que este. Esperar al Señor y rezar. Y así, cuando María y José llegaron al templo para cumplir la disposición de la Ley, Simeón y Ana se movieron impulsados, animados por el Espíritu Santo.

 

El peso de la edad y de la espera desapareció en un momento. Reconocieron al Niño, y descubrieron una nueva fuerza, para una nueva tarea: dar gracias y dar testimonio por este Signo de Dios. Simeón improvisó un bellísimo himno de júbilo. Ha sido un poeta en ese momento. Y Ana se convierte en la primera predicadora de Jesús: “hablaba del niño a quienes esperaban la redención de Jerusalén”.

¡Queridos abuelos, queridos ancianos, pongámonos en la estela de estos ancianos extraordinarios! Nos convertimos también nosotros un poco en poetas de la oración: tomemos gusto a buscar palabras nuestras, apropiemonos de esas que nos enseña la Palabra de Dios. ¡Es un gran don para la Iglesia, la oración de los abuelos y de los ancianos!

Es un gran don para la Iglesia la oración de los abuelos y los ancianos. La oración de los abuelos y los ancianos es un gran don para la Iglesia, un riqueza. Una gran inyección de sabiduría también para toda la sociedad humana: sobre todo para aquella que está demasiado ocupada, demasiado distraída. ¡Alguno debe también cantar, también por ellos, cantar los signos de Dios! Proclamar los signos de Dios. Rezar por ellos. Miremos a Benedicto XVI, que ha elegido pasar en la oración y en la escucha de Dios la última etapa de su vida. Es bonito esto. Un gran creyente del siglo pasado, de tradición ortodoxa, Olivier Clément, decía: “Una civilización donde no se reza más, es una civilización donde la vejez no tiene ya sentido. Y esto es aterrador, nosotros necesitamos antes que nada ancianos que recen, porque la vejez nos es dada para esto. Necesitamos ancianos que recen, porque la vejez es dada para esto. Es algo bello, algo bello esto, la oración de los ancianos.

 

 

Nosotros podemos dar las gracias al Señor por los beneficios recibidos, y llenar el vacío de la ingratitud que lo rodea. Podemos interceder por las esperas de las nuevas generaciones y dar dignidad a la memoria y a los sacrificios de las pasadas. Nosotros, los ancianos, podemos recordar a los jóvenes ambiciosos que una vida sin amor es árida. Podemos decir a los jóvenes asustados que la angustia del futuro puede ser vencida. Podemos enseñar a los jóvenes demasiado enamorados de sí mismos que hay más alegría en el dar que en el recibir. Los abuelos y las abuelas forman la “coral” permanente de un gran santuario espiritual, donde la oración de súplica y el canto de alabanza sostienen la comunidad que trabaja y lucha en el campo de la vida.

 

 

La oración, finalmente, purifica incesantemente el corazón. La alabanza y la súplica a Dios previene el endurecimiento del corazón en el resentimiento y en el egoísmo. ¡Qué feo es el cinismo de un anciano que ha perdido el sentido de su testimonio, desprecia a los jóvenes y no comunica una sabiduría de vida! ¡Sin embargo, qué bonito es el aliento que el anciano consigue transmitir al joven en búsqueda del sentido de la fe y de la vida! Es verdaderamente la misión de los abuelos, la vocación de los ancianos. Las palabras de los abuelos tienen algo especial para los jóvenes. Y ellos lo saben. Las palabras que mi abuela me dio por escrito el día de mi ordenación sacerdotal, las llevo aún conmigo siempre en el breviario. Y las leo a menudo y me hace bien.

Como quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos. Y esto es lo que hoy pido al Señor, este abrazo.

 

 

Salmo por el Matrimonio

Ayúdanos a desanudar esta madeja terrible…

 

 

Por: Hermandad de María Como Desatadora de Nudos | Fuente: Hermandad de María Como Desatadora de Nudos

Señora mía¡ Madre Santa de Dios!
muy confiado en la protección de tu influjo,
Luz del Espíritu Santo pido tu singular custodia y tu seno Maternal, que intercedas por la unión.

Tu, que con generosa gracia,
deshaces los nudos complejos de la vida conyugal,
Hoy te ruego por la mía;
por faltas nuestras tejido ,
una maraña de escollos en la cinta del amor,
por culpa nuestra, he llegado a la angustia y desazón,
que la existencia torna en sórdida y atribulada;
¡Mira aquí, Madre Nuestra!,

Tus hijos somos;
Perdona nuestros errores,
ayúdanos a desanudar esta madeja terrible,
tú eres compasiva, sufrida y Santa
Mujer!,
Madre del Cristo hasta en la Cruz;
Nosotros somos el hijo que Él te ha señalado,
con toda esperanza, consuelo,
con angustiosa carencia, pido tu intercesión,
¡Madre de toda pureza!
es mi deseo enmendar,
desatando los nudos, que agobia a mi pareja;
¡Tu! junto al Hijo, Señor Nuestro,
por mi matrimonio intercede,
que renovada la cinta sea, y los votos restaurar;
¡Dame Madre mía hoy, una oportunidad !
el lazo no romperé, conque Dios ha unido,
con el amor te suplico, afecto y devoción,
con la que celebro tu santísima Concepción,
Aceptes en tu gracia a mí;
que por tu poderosa ayuda,
ante el único Mediador, y por tus méritos
dispongan, se encaminen mis cosas y
estos nudos se deshagan, fruto de la vil ofensa,
Obra a tu Voluntad, tus humildes hijos suplican,
conseguir la paz armoniosa,
que nuestro hogar requiere,
por ejemplo tomare, al que en Nazaret
construyeron,
¡Oh! Sagrada Familia,
Estable, Santo Modelo,
con el Amor Maternal,
fraterna e intima unión,
Del Hijo del Hombre, su Madre,
y San José carpintero.
En tu inmenso y Maternal Amor,
Bienaventurada Virgen María,
la que desarmas los nudos, Socórrenos,
Auxílianos, Aconséjanos, por nosotros.

Aboga y el camino ilumina,
hacia el fin de vida plena,
Tómame en tu seno Madre mía,
a merecer tu Santidad Materna
que por tus méritos gozas,
con tu Hijo, Nuestro Señor, El supremo Hacedor.

Dios te salve, Hija de Dios Padre.
Dios te Salve, Madre de Dios Hijo.
Dios te Salve, Esposa del Espíritu Santo.
Amén.

«que el hombre no deshaga lo que Dios unió»
MADRE DEL BUEN CONSEJO, QUE DESATAS LOS NUDOS
EN LA CINTA DE LA VIDA CONYUGAL

 

 

Carta a los abuelos de Jesús: Ana y Joaquín

Celebramos hoy a San Joaquín y Santa Ana. ¡Gracias por haber sido tan dulces y ejemplares padres de María!

 

 

Mis muy queridos Joaquín y Ana:

Mi nombre es… bueno, no importa… les escribo desde un banco de la parroquia en una inexplicable tarde cálida de julio.

Me avisó una amiga que el día 26 es su fiesta y, por ello, quise regalarles esta sencilla carta.
No encuentro palabras para decirles «gracias». Gracias por haber sido tan dulces y ejemplares padres de mi amada María.

Usted, señora Ana, que habrá compartido con ella tantas tardes luego de intensas jornadas, ha sido una sencilla pero sabia maestra. Fueron sus manos (¿Las de quién, sino?) las que se unieron a las de Ella en un mar de harina, para enseñarle a amasar el pan. Fueron sus manos (¿Las de quién, sino?) las que apretaron fuerte las de Ella cuando el dolor, implacable, les invadía el alma.

Fue su ejemplo (¿el de quién, sino?) el que ayudó a María a caminar los senderos de la contemplación simple, sencilla, la que está al alcance de cualquier mujer. Fue este santo ejercicio el que permitió a la Madre, años después, meditar en su corazón los misterios de la Salvación.

Fue usted, buena señora, la que son su ejemplo más que con sus palabras, le enseñó a María que ser mamá es la tarea más hermosa del mundo. Así, Ella, la veía a usted cuidar y ayudar a amigas y parientas cuando los embarazos venían difíciles en los caminos del alma. Y seguro en su casa los pequeñines siempre hallaron una rica sorpresa, increíblemente siempre lista, para sus sorpresivas y revoltosas incursiones.

Ustedes llevaron a la «llena de gracia» por las escalinatas del Templo tantas veces… Así, Ella fue conociendo que hace muchos años, un profeta llamado Isaías anunciaba que «…La Virgen está embarazada y da a luz un hijo…» y la profecía le inundaba el alma…

Usted, mi buen Joaquín, fue un hombre honesto y sencillo. ¿Quién, sino, habría sido digno de traer a este mundo a la «llena de gracia»?. María le habrá contemplado, seguramente, tantos días al partir de la casa para «ganar el pan con el sudor de su frente». Y le habrá esperado de regreso y habrá corrido hacia usted con las mejillas sonrosadas y los ojos llenos de palomas blancas para abrazarle al regreso de la larga jornada. Y usted, la tomó en sus brazos y la alzó al cielo… tan ligera como una gacela, tan pura como una mañana.

«- «Quisiera que el padre de mi hijo se te pareciera” le dijo un día Ella.» Y usted casi no veía su rostro pues las lágrimas delataban que la niña le había besado el corazón.

– «Quisiera que mi hijo, un día, estuviese tan feliz de mí como yo lo estoy de ti, querida madre…» y sus palabras le hicieron sentir, Ana, que la vida es hermosa y los sacrificios y angustias de muchos años al criar los hijos, pueden desaparecer en un instante con frases como esa.

No quisiera terminar esta sencilla carta sin imaginar, por un momento, cuanto de ustedes llego al corazón de Jesús a través de María: Usted, mi buena Ana, seguro le alcanzó, desde más allá del tiempo, esa ternura por las pequeñas cosas de cada día, la cual, al llegarle desde el corazón de María, se transformaría luego en parábola, en camino.

Usted, don Joaquín, le dejó al mejor de los nietos la mejor de las herencias: El amor al trabajo.

Así, a través de María y envuelto en las palabras y ejemplo del buen José, hallaría en Jesús el mejor de los depositarios.

Abuelos, abuelos, cuantas veces Jesús habrá dicho estas palabras. «Extrañas a los abuelos ¿Verdad, Madre querida?». «A veces, Hijo, a veces… Cuando tu te vas a predicar lejos y yo te extraño, muchas veces siento que hubiera querido tener a mis padres cerca”… Y Jesús habrá mirado a María en silencio, sabiendo que había verdades que Ella comprendería más tarde, con la llegada del Espíritu Santo…

 

 

Para terminar les pido un favor. Abracen a todos los abuelos del mundo, en especial a los que se sienten solos. No importa si tienen nietos o no, pues hay una edad del alma en que la palabra «abuelo» se torna en caricia…

Un gran abrazo a los dos…
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NOTA

Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de «Cerrar los ojos y verla» o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención sobrenatural alguna.

 

San Joaquín y santa Ana, los padres de la Virgen y abuelos de Jesús

La Iglesia celebra conjuntamente la fiesta de estos dos santos subrayando así su matrimonio y su papel de abuelos del Niño Dios

 

 

La tradición que se remonta al siglo II hace que la Iglesia celebre san Joaquín y santa Ana como padres de la Virgen y, por lo tanto, abuelos de Jesucristo.

Según esta misma tradición, santa Ana habría nacido en Belén, región de Judea, y se casó con Joaquín, que era de Nazaret, región de Galilea. Ambos eran descendientes del rey David.

En hebreo, Ana significa «benéfica, compasiva, llena de gracia». En latín, significa “anciana”, término relacionado con “abuela” y «sabia».

San Juan Damasceno les dedica este elogio:

«Joaquín y Ana, ¡feliz pareja! La creación entera os es deudora; por vosotros ofreció ella al Creador el don más excelente entre todos los dones: una madre venerable, la única digna de Aquel que la creó».

El culto a santa Ana se fue reafirmando y aumentando con el tiempo. Desde el siglo VI se conmemoraba a santa Ana en Constantinopla, en una basílica dedicada a ella.

En Jerusalén, en la basílica de «Santa María, donde ella nació», se veneraba a los abuelos de Jesús.

Más tarde pasaría a unirse el culto a san Joaquín al de su esposa, con lo que se subraya la unión entre los padres de la Virgen.

Su fiesta se celebra el 26 de julio.

Patronazgo. San Joaquín y santa Ana son patronos de los abuelos.

Oración

Insigne y glorioso patriarca san Joaquín y bondadosísima santa Ana, ¡cómo me alegra considerar que fuisteis escogidos entre todos los santos de Dios para dar cumplimiento divino y enriquecer al mundo con la gran Madre de Dios, María Santísima! Por tan singular privilegio, influís mucho en la Madre y el Hijo, para conseguirnos las gracias que más necesitamos.

Con gran confianza recurro a vuestra protección poderosa y os encomiendo todas mis necesidades espirituales y materiales y las de mi familia. Especialmente la gracia particular que confío a su solicitud y vivamente deseo obtener por vuestra intercesión.

Como vosotros fuisteis ejemplo perfecto de vida interior, obtenedme el don de la más sincera oración. Que yo nunca ponga mi corazón en los bienes pasajeros de esta vida.

Dadme vivo y constante amor a Jesús y a María. Obtenedme también una devoción sincera y obediencia a la Iglesia y al Papa que la gobierna para que yo viva y muera con fe, esperanza y perfecta caridad.

Que siempre invoque los santos Nombres de Jesús y de María, y así me salve. Amén.