Amigos, en el Evangelio de hoy escuchamos un pasaje de Isaías que hace eco del Bautismo de Jesús: “Este es mi Servidor, a quien elegí, Mi muy querido, en quien tengo puesta Mi predilección”.

En la tradición filosófica griega Dios es el bien supremo alrededor del cual gira todo en el universo. Pero que el principal motor de Aristóteles se incline hasta el nivel de una criatura y se mueva hacia ella, sería impensable. Y en el contexto judío, la santidad absoluta de Dios es constantemente contrastada por la pecaminosidad humana. Por ello, que ese mismo Dios se haga cargo de la miseria de las criaturas y se mantenga cerca de ellas, no es posible.

Sin embargo, en Cristo, es el mismo Dios que se mueve hacia las criaturas, toma sus miserias y se mantiene a su lado. ¿Por qué? Porque Dios ha venido a perdonar los pecados. Este es el corazón y alma, el comienzo y final de la revelación cristiana. Con qué frecuencia se irradian palabras y gestos de perdón en Jesús, y cuán central es el perdón en la liturgia. “Esta es la copa de Mi Sangre…que será derramada para que los pecados sean perdonados”.

Esta es la razón por la cual “no quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante”. Dios no ha venido para acabar con aquellos que se han perdido espiritual y moralmente, sino para estar con ellos en total solidaridad.

Rápidamente al leer la profecía de Miqueas nos viene a la mente el salmo 35. El malvado en su interior medita el crimen, incluso acostado, como si no tuviese otro objetivo su vida. Lo cierto es que, si de nuestra propia vida apartamos el código moral y ético, nos vemos sacudidos por todo tipo de ambiciones, egoísmos, intereses particulares, todo está bien, siempre que sea para salir yo beneficiado. Sale a la luz la corrupción en todos los estratos y estados de vida. Social, político, religioso… Todo lo excusamos en virtud de salir favorecidos.

Nuestra vida tiene que ir centrada en clave evangélica. «Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal» (Dt 30,15). Elige el mandato que te sugiere el Señor, tu Dios, y vivirás, tu vida tendrá sentido. Serás grande de corazón y vivirás en paz. Vivir desde la clave del servicio, donación y entrega frente a la de la explotación, a la de querer ser el centro del universo e ir avasallando en todo momento. Hacernos cada vez más individualistas y perder de vista que las alegrías y penas del otro también son parte de mi vida.

Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificio”, no condenaríais a los inocentes

El pasaje del evangelio que nos presenta la liturgia en el día de hoy describe a Jesús tratando de tocar el corazón endurecido de los fariseos. Las controversias entre Jesús y este grupo son bastante frecuentes. El texto muestra la acción de Cristo como pedagogo, unida al ser de su corazón compasivo. Con ello, remarca el cumplimiento de las profecías marcadas en el Antiguo Testamento, como es el caso citado del profeta Isaías.

Estos fariseos andan un tanto ciegos, centrados en el cumplimiento de una ley. Cumplir una norma, sin darle una clave evangélica nos lleva a distorsionar la realidad. Quieren acabar con el Autor de la vida. Se lo quieren quitar de encima: «Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos reprocha las faltas contra la ley y nos reprende contra la educación recibida; presume de conocer a Dios y se llama a sí mismo hijo de Dios» (Sb 2,12-13).

Para comprender mejor la trama que se da en esta escena sería bueno leer el capítulo desde el principio. Nos abre el horizonte y nos centra en el motivo de tensión por el cual los fariseos andan incómodos con Jesús. Primer matiz, es sábado. Hay cansancio y hambre en el discipulado. Sin embargo, la Ley hay cosas que no permite, y eso lleva a que los fariseos manifiesten su postura. Jesús le plantea el corazón del Reino de Dios. Abrir la mente a la misericordia y ver al otro como a un hermano, eso te lleva a entregarte no a condenar.

El Maestro plantea una cuestión importante. La vida de un animal frente a la vida de un ser humano. El ser humano es «imagen y semejanza de Dios» principio fundamental y clave, por la cual, sana al que tenía la mano paralizada en el Templo. Jesús no cierra su corazón ante dos realidades concretas que se han presentado: hambre y necesidad de sanar. Templo unido al cumplimiento de la Ley, frente al mandato de vivir centrados en el amor, que nos habla de tener un corazón de carne, un corazón que humaniza. Así, de este modo, se le da el cumplimiento a la profecía de Isaías 42. «En su Ley esperan las islas» (Is 42,4). Es el anhelo que tiene todo ser humano, que el Reino que predica Jesús, esté ya en medio de nosotros. Justicia, paz, solidaridad, fraternidad, amor, libertad, se den en nuestra realidad humana. Abrir los ojos a los ciegos, sacar del cautiverio a aquellos que se encuentran en callejones sin salida, de la prisión a los que vagan por sendas de tiniebla. Dar luz, esperanza, horizontes nuevos que hablan de sentido y plenitud de vida.

Esa es la respuesta comprometida que plantea Jesús a la controversia con el cumplimiento de la Ley. Hazte humano, sensible a la necesidad de tu hermano y no te cierres a tus intereses particulares. Este «varón de dolores» sabe de lo que habla. Está injertado en el dolor de su pueblo y nos lleva a actuar con entrañas de compasión. Anda ve tú y haz lo mismo.

Nuestra Señora del Carmen

Advocación Mariana, 16 de julio

Patrona de los marineros

Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, monte en el que Elías consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios vivo y en el que, más tarde, algunos, buscando la soledad, se retiraron para hacer vida eremítica, dando origen con el correr del tiempo a una orden religiosa de vida contemplativa, que tiene como patrona y protectora a la Madre de Dios.

Desde los antiguos ermitaños que se establecieron en el Monte Carmelo, Los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.

En las palabras de Benedicto XVI, 15,VII,06:
«El Carmelo, alto promontorio que se yergue en la costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo, Edith Stein). Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios. María, en efecto, antes y de modo insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, «llegó felizmente a la santa montaña» (Oración de la colecta de la Memoria), y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor. A la Reina del Monte Carmelo deseo hoy confiar todas las comunidades de vida contemplativa esparcidas por el mundo, de manera especial las de la Orden Carmelitana, entre las que recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejano de aquí [Valle de Aosta]. Que María ayude a cada cristiano a encontrar a Dios en el silencio de la oración.

La estrella del Mar y los Carmelitas

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.

Los Carmelitas y la devoción a la Virgen del Carmen se difunden por el mundo
La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del Nuestra Señora del Carmen

Advocación Mariana, 16 de julio

El gran regalo

Santo Evangelio según san Mateo 12, 14-21. Sábado XV del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, concédeme poder ver tu amor.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 12, 14-21

En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Jesús para acabar con él. Al saberlo, Jesús se retiró de ahí. Muchos lo siguieron y él curó a todos los enfermos y les mandó enérgicamente que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras del profeta Isaías:

Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi Espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. No gritará ni clamará, no hará oír su voz en las plazas, no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la mecha que aún humea, hasta que haga triunfar la justicia sobre la tierra; y en él pondrán todas las naciones su esperanza.
Palabra de Dios.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En mis cumpleaños, mi familia siempre me regalaba cosas y siempre picábamos una torta. Pero un año, en especial, por algunos problemas familiares nada de esto pasó ¿Cómo fue mi cumpleaños? ¡Genial! Porque lo que me importaba era el amor de mi familia, el más grande de todos los regalos
Y el amor es la razón principal por la cual Jesús les mandó, a los que curó, no decir anda. Muchos de nosotros podemos pensar que era para que no lo mataran, pero es mucho más difícil que a uno lo maten cuando todos te siguen para que los cures. La intención real de Jesús era que todo aquél que quisiera seguirlo fuera, no por sus regalos, sino por el gran regalo, el amor de Dios.

El único regalo que debemos buscar es el regalo del amor, los demás regalos no son necesarios; no digo que sean malos, pero sólo serán buenos en la medida que muestren el amor. Y es lo que hace Dios en toda nuestra vida, lo que nos regala, sea bendición o cruz, es para darnos el gran regalo, el Amor. Porque Dios no es una gallinita de oro o un hospital de buena calidad gratuito. Dios es la persona que nos ama. Aquél que nos ha dado todo, no para vivir bien, sino porque nos ha amado desde siempre.
¿Cómo podemos responder? Recibiéndolo; recibir con amor el gran regalo sin interesarme de qué está acompañado porque lo que importa solamente es el amor de Dios. Pidamos al Señor que tengamos las manos vacías de regalos inútiles para poder recibir su amor, el mayor regalo en nuestra vida.

«Nos hace bien recordar que nuestras vocaciones son una llamada de amor para amar, para servir. No para sacar tajada para nosotros mismos. ¡Si el Señor se enamoró de ustedes y los eligió, no fue por ser más numerosos que los demás, pues son el pueblo más pequeño, sino por amor! Así le dice el Deuteronomio al pueblo de Israel. No te la creas, no son el pueblo más importante, son de lo peorcito, pero se enamoró de ese, y bueno, qué quieren, tiene mal gusto el Señor, pero se enamoró de ese… Amor de entrañas, amor de misericordia que mueve nuestras entrañas para ir a servir a otros al estilo de Jesucristo. No al estilo de los fariseos, de los saduceos, de los doctores de la ley, de los zelotes, no, no, esos buscaban su gloria».

(Discurso de S.S. Francisco, 20 de enero de 2018).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Valorar sobre todas las cosas el amor de Dios y el de mi familia.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Quién eres Jesús?

¿Quién eres?, que siendo causa de todas las cosas, te quedas accesible, cercano en un trozo de pan.

Por Qué es que Jesús que es EL AMOR, que nos ama siempre. Invita, espera, respeta…. Cuando la esencia del AMOR, es la sed de unirse con la persona que ama.
Por qué los hombres vamos con tanta prisa sin preguntarnos, sin detenernos un poco a pensar en su Amor.

Y es que el amor no obliga, no exige, desea que libremente se le elija o rechace.
El Creador del universo, El Señor, en quien están sustentadas todas las cosas, el Dador de Vida…………Espera. Esperar no significa no anhelar. El anhelo de Dios siempre está presente.

El amor de Dios hoy te susurra, te invita, te llama, te aguarda. Conoce quién eres, tus sueños, tus pasos, tus idas y venidas tu deseo de conquistar estrellas fugaces.
Jesús es uno con el Padre y el Espíritu Santo. Por lo tanto, ha creado todo el Universo, todas las galaxias, los mares y ríos, las aves que cantan, cada latido de tu corazón, el amanecer, que alegra tu alma.
San Juan lo define “Dios es amor”. Amor que busca, espera, levanta, abraza sobre todo al pecador. Es fuente que sacia la sed del peregrino que va fatigado, el que da refugio, repara las fuerzas, señala el camino.

¿Quién eres?, que siendo causa de todas las cosas, te quedas accesible, cercano en un trozo de pan, deseas nuestro bien, llenar los vacíos, sanar las heridas, secar nuestro llanto, rehacer nuestro barro que está destrozado. Convertirlo enuna figura única y especial.
¿Quién eres Jesús?, que, formando al hombre del barro, lo encumbraste tanto, le distes el mando sobre todas las cosas, sobre su propia vida, conociendo su fragilidad, le diste la libertad.

¿Quién eres Jesús?  con tu amor constante, esperando siempre compartir tus gracias. Sin embargo, continúas hablando al hombre de mil maneras, diciendo en voz baja que tú eres la Luz, la Verdad, la Vida, el dador de dones, amor que no falla, arroyo que va siempre lleno de agua, guardián que no duerme, que siempre te espera, que siempre te llama.

Un libro electrónico sobre bioética para los jóvenes

Pretende ayudar a los jóvenes a comprender la verdad sobre la belleza y la unicidad de cada vida humana.

Después de la app, creada por la Fundación Jérôme Lejeune y el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y lanzada en el 2019 durante la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, Keys to Bioethics – Manual de Bioética para los jóvenes, se convierte en un libro electrónico en cuatro idiomas: italiano, inglés, español y portugués, y dentro de poco tiempo se publicará también en francés. Producido en colaboración con la División de Servicios Web del Dicasterio de la Santa Sede para la Comunicación, el manual llega al final del Año de la Familia Amoris Laetitia y del X Encuentro Mundial de las Familias.

La intención es presentar objetivamente a los niños y a los jóvenes los grandes interrogantes de la Bioética, que surgen ante el progreso científico-tecnológico, que a veces desorienta. Adhiriéndose a los principios de la ciencia y de la razón humana, pretende ayudar a dar respuestas sencillas basadas en informacionest écnicas precisas y rigurosas, que la fe cristiana colma de sentido.

«Un instrumento práctico y actual para responder a algunas preguntas», explica el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.“Respuestas claras, sencillas pero completas, que pueden ayudar a los jóvenes a comprender la verdad sobre la belleza y la singularidad de cada vida humana”.

«Keys to Bioethics permite hacer comprender al lector de forma sencilla, gracias a una información precisa y rigurosa, que la vida humana es bella y que es necesario tener una mirada de asombro sobre ella, para eliminar los obstáculos que enturbian nuestra comprensión de la misma. Si estas páginas – subraya Jean Marie Le Méné, presidente de la Fundación Jérôme Lejeune – consiguen aumentar nuestro conocimiento de la vida y hacernos comprender que todos tenemos una misión como custodios de toda la vida humana, habrán conseguido su objetivo».

El libro electrónico está disponible de forma gratuita en: Google Books y Apple Books www.laityfamilylife.va www.fondationlejeune.org www.fundacionlejeune.es

Tormenta.

Alicia y el gato

Luis Ignacio Batista nos ofrece un análisis de la obra Alicia en el país de las maravillas

¿Has visto la película de Alicia en el país de las maravillas? Si mal no recuerdo, en la caricatura de Disney que lleva el mismo nombre (ca.1951) hay una escena donde Alicia pregunta al gato: «¿cómo puedo salir de aquí?» El gato le responde: «eso depende de a dónde quieras ir». Alicia le dice: «no lo sé». El gato, finalmente, apunta: «entonces no importa por dónde salgas».

Cuántas veces somos como Alicia. Queremos salir de nuestra rutina, queremos novedades en la vida o queremos dejar atrás lo que ya no nos gusta: el trabajo o el estudio. Queremos casi cambiar en su totalidad la vida que llevamos. Pero no sabemos para qué lo queremos. En este sentido, es cada vez más común la poca constancia en diversas actividades en la vida de la gente, especialmente en las jóvenes generaciones. Podemos ver lo frágil que es la constancia en estudios universitarios, en los noviazgos, en la amistad. Es una constante cada vez más común en nuestra sociedad: querer cambiar pero sin saber por qué, ni cómo ni a dónde.

Comenzar con el fin en la mente. Ese debe ser el inicio. Fijar una meta. (Evidentemente pensamos en un fin bueno, lejos totalmente de quienes sí tienen un fin, pero empeñado en hacer el mal). Encontrar lo que queremos ser en la vida y luego trabajar por alcanzarlo. Sean Covey, en «Los 7 hábitos de los adolescentes altamente efectivos» dice que este es un hábito primordial porque marca la pauta de lo que se quiere ser en la vida. Es como un mapa, si no lo tienes no sabes a dónde debes ir. Un ejercicio que el mismo Sean propone es imaginarnos cómo nos gustaría vernos en un año. Una vez pensado el ideal, hay que poner los medios.

No las circunstancias sino nuestro modo de relacionar
Sin embargo, hay que ser muy conscientes de que la inconstancia se da por un motivo: las circunstancias. Es interesante lo que dice Sean Covey sobre la carencia de principios sólidos. Sin principios que rijan la vida se corre el peligro de andar como veletas sin rumbo. En cambio, quien basa su vida en principios permanece firme como un faro en medio de la tormenta. Eso es lo que cambia: las circunstancias. Ellas son imprevistas, volubles, dolorosas. El faro, pase lo que pase, no se mueve, porque tiene un fin concretísimo.

Con ello queremos decir que lo importante en la vida no son las cosas que nos sucedan. La vida, en sí misma es muy inestable. Lo importante es nuestra manera de reaccionar frente a las circunstancias. Por eso es necesario un fin en la mente, que dé sentido a la propia vida y la mantenga firme en las más variadas circunstancias. Eso sí lo podemos controlar, en cambio las circunstancias, no.

Si Alicia supiera a dónde quiere ir, tal vez hubiera sido más fácil la salida.

La Virgen del Carmen …y el escapulario

El escapulario no salva por sí solo como si fuera algo mágico o de buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana.

Cada 16 de Julio recordaremos a Nuestra Señora del Carmen. Reflexionemos hoy un poco sobre esta advocación y las grandes promesas de su escapulario.

Los carmelitas tienen, entre otros, el mérito de haber llevado esta advocación mariana a todos los estratos del pueblo cristiano.

En el siglo XII algunos eremitas se retiraron al Monte Carmelo, con San Simón Stock.

La Virgen Santísima prometió a este santo un auxilio especial en la hora de la muerte a los miembros de la orden carmelitana y a cuantos participaran de su patrocinio llevando su santo escapulario.

Los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.

La estrella del Mar y los Carmelitas
Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.

Los Carmelitas y la Virgen del Carmen se difunden por Europa
La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos allí se venera. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: «Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo». En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.

¿Qué es el Escapulario carmelita?
Los seres humanos nos comunicamos por símbolos. Así como tenemos banderas, escudos y también uniformes que nos identifican. Las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios.

Los laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. Se usa bajo la ropa. Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los mas importantes sacramentales marianos.

Dice San Alfonso Ligorio, doctor de la Iglesia: «Así como los hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios.»

El escapulario es un sacramental
Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.

El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos. Las gracias nos vienen por nuestra respuesta de amor a Dios y de verdadera contrición del pecado, lo cual el sacramental debe motivar.

¿Cómo surgió el escapulario?
La palabra escapulario viene del Latín «scapulae» que significa «hombros». Originalmente era un vestido superpuesto que cae de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Con el tiempo se le dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo llevamos sobre nuestros hombros. Para los Carmelitas particularmente, pasó a expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás.

La Virgen María entrega el escapulario el 16 de julio de 1251
En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó «La flor del Carmelo» y la «Estrella del Mar» y le suplicó la protección para toda la comunidad.

En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa:

«Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno»

Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. La Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.

Explicación de la Promesa
Muchos Papas, santos como San Alfonso Ligorio, San Juan Bosco, San Claudio de la Colombiere, y San Pedro Poveda, tenían una especial devoción a la Virgen del Carmen y llevaban el escapulario. Santos y teólogos católicos han explicado que, según esta promesa, quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.

El escapulario tiene 3 significados

1. El amor y la protección maternal de María:El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos.
Envolver en su manto es una señal muy maternal de protección y cuidado. Señal de que nos envuelve en su amor maternal. Nos hace suyos. Nos cubre de la ignominia de nuestra desnudes espiritual.

Vemos en la Biblia:

-Dios cubrió con un manto a Adán y Eva después de que pecaron. (manto – signo de perdón)
-Jonás le dio su manto a David: símbolo de amistad -Elías dio su manto a Eliseo y lo llenó de su espíritu en su partida.
-S. Pablo: revístanse de Cristo: vestirnos con el manto de sus virtudes.

2. Pertenencia a María: Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos. El escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a María.
Consagración: ´pertenecer a María´ es reconocer su misión maternal sobre nosotros y entregarnos a ella para dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y en su corazón. Así podremos ser usados por Ella para la extensión del Reino de su Hijo.

-En 1950 Papa Pío XII escribió acerca del escapulario: «que el escapulario sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón de María, lo cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan peligrosos». Quien usa el escapulario debe ser consciente de su consagración a Dios y a la Virgen y ser consecuente en sus pensamientos, palabras y obras. Dice Jesús: «Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera». (Mt 11:29). El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar, pero que María nos ayuda a llevar. El escapulario es un signo de nuestra identidad como cristianos, vinculados íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación, lo que exige que seamos pobres, castos y obedientes por amor.

Al usar el escapulario constantemente estamos haciendo silenciosa petición de asistencia a la Madre, y ella nos enseña e intercede para conseguirnos las gracias para vivir como ella, abiertos de corazón al Señor, escuchando su Palabra, orando, descubriendo a Dios en la vida diaria y cercanos a las necesidades de nuestros hermanos, y nos está recordando que nuestra meta es el cielo y que todo lo de este mundo pasa. En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden dice: «No lleguemos a la conclusión de que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos…Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la omnipotencia suplicante de la Madre de la Misericordia.»

El suave yugo de Cristo:«Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana». (Mt 11:29-30)

-El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar.
Quién lleva el escapulario debe identificarse como católico sin temor a los rechazos y dificultades que ese yugo le traiga.

Se debe vivir lo que significa
El escapulario es un signo de nuestra identidad como católicos, vinculados de íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente según nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación. Esto requiere que seamos pobres (un estilo de vida sencillo sin apegos materiales), castos y obedientes por amor a Dios.

En momentos de tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre, resueltos a ser fieles al Señor.
Ella nos dirige hacia el Sagrado Corazón de su Hijo Divino y el demonio es forzado a retroceder vencido.
Imposición del Escapulario:
El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto por él mientras dice:

«Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna»

¿Puede darse el escapulario a quien no es católico?
Sí. El escapulario es signo de la Maternidad Espiritual de María y debemos recordar que ella es madre de todos. Muchos milagros de conversión se han realizado en favor de buenos no-católicos que se han decidido a practicar la devoción al escapulario.

Conversiones
Un anciano fue llevado al Hospital de San Simón Stock en la ciudad de Nueva York, inconsciente y moribundo. La enfermera al ver al paciente con el Escapulario Carmelita llamó a un sacerdote. Mientras rezada las oraciones por el moribundo, éste recobró el conocimiento y dijo: «Padre, yo no soy católico». «¿Entonces, ¿por qué está usando el Escapulario Carmelita?», preguntó el sacerdote. «He prometido a mis amigos usarlo», explicó el paciente. «Además rezo un Ave María diariamente.» «Usted se está muriendo» replicó el sacerdote. «¿Quiere hacerse católico?» ´Toda mi vida lo he deseado», contestó el moribundo. Fue bautizado, recibió la Unción de los Enfermos antes de fallecer en paz.

Alerta contra abusos
El escapulario NO salva por sí solo como si fuera algo mágico o de buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana. Mons. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden Carmelita nos dice: «No lleguemos a la conclusión que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos… Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la ´omnipotencia suplicante´ de la madre de la misericordia.»
Los Papas y Santos han muchas veces alertado acerca de no abusar de la promesa de nuestra madre como si nos pudiéramos salvar llevando el escapulario sin conversión. El Papa Pío XI nos advierte: «aunque es cierto que la Virgen María ama de manera especial a quienes son devotos de ella, aquellos que desean tenerla como auxilio a la hora de la muerte, deben en vida ganarse dicho privilegio con una vida de rechazo al pecado y viviendo para darle honor.»
Vivir en pecado y usar el escapulario como ancla de salvación es cometer pecado de presunción ya que la fe y la fidelidad a los mandamientos es necesaria para todos los que buscan el amor y la protección de Nuestra Señora.
San Claude de la Colombiere advierte: «Tu preguntas: ¿y si yo quisiera morir con mis pecados?, yo te respondo, entonces morirás en pecado, pero no morirás con tu escapulario.»

Oración a la Virgen del Carmen
Súplica para tiempos difíciles
«Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén.»

La Virgen del Carmen y el escapulario

Una devoción del Antiguo Testamento querida en todo el mundo

El día 16 de julio se recuerda y celebra la festividad de Nuestra Señora del Carmen. Una devoción querida por todo el mundo.

En España son muchísimos los lugares costeros que este día celebran su día grande (Cádiz, Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María, Los Realejos, Malaga, Marbella, Rota, San Fernando, Santander ó Santurce, entre ellos).

En Argentina la Virgen es venerada en numerosas ciudades a lo largo del país, incluyéndose como patrona del Ejército de los Andes, fundado por el General San Martín.

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En Bolivia, el Papa Pio IX la proclamó “Patrona de Bolivia” y fue proclamada “Generala y Patrona de las Fuerzas Armadas de la Nación”.

En Chile, los agustinos trasladarían la primera imagen. Durante el proceso de emancipación, la figura fue instaurada como la “Patrona de Chile”. “Patrona del Ejército de los Andes” o “Patrona y Generala de las Armas Chilenas” son otros de sus nombres reconocidos.

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En Costa Rica, todo el país acude a Puntarenas para darle gracias tras el salvamento de los tripulantes del Galileo. En Colombia los transportadores la adoptaron como su patrona por la protección e intercesión que se le atribuye a la Virgen del Carmen en situaciones de peligro. En Ecuador, Guatemala, México o Venezuela es también muy venerada por todos.

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La primera interpretación de la Virgen del Carmen se encuentra en el Antiguo Testamento.

Los Carmelitas interpretan la nube de la visión de Elías (1 Reyes18,44) como un símbolo de la Virgen Inmaculada y ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.

Lo explicaba Benedicto XVI, el 15 de julio de 2006:

«El Carmelo, alto promontorio que se yergue en la costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas.

El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero.

Inspirándose en la figura de Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein).

Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios.

María, en efecto, antes y de modo insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, «llegó felizmente a la santa montaña» (Oración de la colecta de la Memoria), y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor«.

La Virgen del Carmen, estrella del Mar

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar. La Virgen del Carmen acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. Poco a poco, a estos religiosos se les fue conociendo por su devoción a la Madre de Dios y esta devoción carmelitana se fue haciendo famosa por toda Europa.

En la Virgen, ven el cumplimiento ideal de Elías e incluso se llamaron: “Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo”.

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Escapulario de la Virgen del Carmen

Uno de los símbolos del amor hacia la Virgen del Carmen, lo encontramos en el Escapulario carmelita.

Desde el siglo XVI casi todos los Papas lo han vestido y propagado. El papa Juan Pablo II, que es terciario carmelita, recordó en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.

La Iglesia, como reconocimiento y estímulo de las más importantes verdades y prácticas cristianas, instituye las fiestas litúrgicas y ese es el valor que tiene la fiesta de la Virgen del Carmen, el 16 de julio, extendida por Benedicto XIII a toda la Iglesia universal.

Además a la Virgen del Carmen la veneran como Patrona de pescadores, marineros y toda la gente del mar; también la república de Chile bajo su advocación de Nuestra Señora del Carmen de Maipú.

Hablábamos de la Virgen del Carmen como patrona de los marineros, una bella analogía con la vida de todos los cristianos, puesto que le Virgen María, como estrella de mar nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella.

Fue entregado al General de la Orden del Carmen, san Simón Stock, según la tradición, el 16 de julio de 1.251.

Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. Se usa bajo la ropa.

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Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los más importantes sacramentales marianos.

La Virgen del Carmen y el escapulario es hoy uno de los máximos exponentes de la religiosidad popular, no sólo en Andalucía, España o Iberoamérica sino en el resto del mundo.

Significados del Escapulario:

El escapulario tiene 3 significados:

1) El amor y la protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos.

2) Pertenencia a María: Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos. El escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a María.

3) El suave yugo de Cristo: «Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana». (Mt 11:29-30). El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar.