Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Veo a cierto sacerdote que Dios ama mucho, pero Satanás lo odia terriblemente porque lleva muchas almas a una santidad elevada y tiene en cuenta únicamente la gloria de Dios. Pero pido a Dios que no le falte paciencia con quienes le llevan continuamente la contraria. Satanás, allí donde no puede hacer daño el mismo, se sirve de los hombres.
Reflexión: Benignidad
Veo a un sacerdote que Dios ama mucho, pero Satanás lo odia terriblemente porque lleva muchas almas a una santidad elevada. No hay que confundir el “don” con el “fruto del Espíritu”.
Algunos creen que porque alguien se distingue en la comunidad por sus dones y carisma sea un santo. Nada más fuera de la verdad. El don es un regalo, una gracia especial que Dios concede a la persona para que pueda cumplir una función en la Iglesia. La santidad de la persona no se aprecia por sus dones, sino por la vida de Jesús que se refleja en la persona, es lo que en la carta a los Gálatas. S. Pablo llama, “el fruto del Espíritu”: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe, mansedumbre, templanza. El fruto del Espíritu en una persona demuestra que esa persona se ha dejado trabajar por el Espíritu Santo.
La benignidad, este fruto del Espíritu Santo es una reproducción de la Misericordia de Dios en el corazón del cristiano como resultado del encuentro con Cristo, brota en el corazón una profunda misericordia hacia las personas y seres de este mundo. La benignidad quita de nosotros la aspereza, la crueldad y la venganza con los demás. Y más bien nos llena de dulzura y delicadeza en el trato con los demás.
Pedro, después de negar a Jesús tres veces, recibió de Él, una mirada de benignidad y le bastó a Pedro para comprender que Jesús le había perdonado. Nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos al perdón. En la benignidad si alguna vez llega la difamación, las calumnias, ni siquiera llegamos a tener que perdonar porque imitando a los santos, no nos sentimos ofendidos.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda benignidad, a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.