Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

El Señor me ha dado la oportunidad de ejercitarme en la paciencia por medio de una persona con la cual cumplo la misma tarea. Es tan lenta que todavía no he visto una persona tan lenta como ella; hay que armarse de gran paciencia para escuchar su plática aburrida.

Reflexión: Paciencia II

El Señor me ha dado la oportunidad de ejercitarme en la paciencia, por medio de una persona con la cual cumplo la misma tarea.

La paciencia es un fruto del Espíritu Santo. San Pablo nos hace reflexionar entre la diferencia de don y fruto del Espíritu, cuando escribe: “Si hablara la lengua de los hombres y aún de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo discordante”, según esto se pueden tener muchos dones y al mismo tiempo ser malos cristianos y falsos profetas. La santidad no se aprecia por sus dones, sino por la vida de Jesús que se refleja en el cristiano. En la carta a los Gálatas según San Pablo, la verdadera Santidad se manifiesta cuando en el alma del cristiano están los frutos del Espíritu Santo. Este amor, “ágape”, en griego significa amor desinteresado que ama sin esperar recompensa. Ese amor desinteresado es el que el Espíritu Santo va haciendo brotar en nosotros como un fruto de santidad.

La paciencia consiste en la fortaleza para saber enfrentar las situaciones difíciles de la vida. El método que emplea el Espíritu Santo, para producir el fruto de la paciencia es el de someternos a distintas pruebas. Nadie puede aprender a tener paciencia si no ha logrado superar con éxito los distintos contratiempos que se presentan en nuestras vidas. Nuestra falta de paciencia hace sufrir a muchas personas y a nosotros mismos. El Espíritu Santo nos foguea en las pruebas para que cada vez vayamos saliendo vencedores en las distintas pruebas de la vida. La paciencia es la capacidad de resistir y soportar con serenidad las adversidades. Es fundamental para sobrevivir sin daño en el mundo.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda paciencia, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.