MENSAJE DE AMOR Y GRATITUD A SUS CORAZONES DE PAX. P. Roberto +

Después de haber celebrado PENTECOSTES, quiero agradecer al Dios y PADRE de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, y con la Amorosa presencia de Vida que da el ESPIRITU SANTO, dar las gracias a Dios y a la Santísima VIRGEN MARIA con mi ANGEL de la GUARDA, por haber venido al mundo en un día como hoy en un pueblito muy cerca de Barcelona, SANTA PERPETUA DE MOGODA, nací el día de hoy el 7 de Junio de 1942 con mi Papa PEDRO y mi Mamá EULALIA, con mi Hermana PERPETUA. A los 7 días de nacido me Bautizaron con el nombre de ROBERTO, hoy Sacerdote Misionero por la Gracia de Dios y de la Iglesia. Deseo de todo Corazón AGRADECER A TODOS LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD DE JESUS Y A LA SUPERIORA DE LAS MISIONERAS DE PAX VOBIS SISTER CECILIA Y A TODAS SUS HERMANAS A QUIEN AGRADEZCO TODO EL APOYO EN PAX Y COMUNIDAD DE JESUS. MUCHAS GRACIAS POR TANTO AMOR QUE ME ES INMERECIDO Y DARLES MI humilde Bendición a todos los que nos acompañan por las redes sociales PARA PROCLAMAR LAS MARAVILLAS DE DIOS, CON LA VIRGEN MADRE DE PAX. Y AMANDO POR TODOS LOS QUE SUFREN DOLENCIAS O NECESIDADES QUE DESDE PAX TELEVISION QUIERE SER TODA UNA ESPERANZA HUMILDE PARA LA PAZ Y BENDICION PLENA PARA CADA PERUANO. CON EL AMOR DE JESUS PARA TODOS UDS. Y EQUIPOS QUE ESTAN LLENOS DE AMOR. HAGAMOS UN MUNDO LLENO DE LUZ Y ESPERANZA Y JUNTOS CON UN SOLO CORAZON BENDIGAMOS LOS ANHELOS QUE DESEAMOS PARA CANTAR LAS GLORIAS Y PROMESAS QUE EL CIELO NOS PROMETE Y NOS REGALA A DIARIO LA INVITACION DE SER SANTOS Y HERMANOS UNOS DE OTROS PARA QUE NUESTRO MUNDO SEPA MIRAR EL CIELO COMO LA CELESTIAL JERUSALEN.

MUCHAS GRACIAS A CADA CORAZON DE PAX Y DEN TODO EL AMOR QUE DIOS DA.

CON EL MISMO AMOR P. Roberto +

MATEO 5:17-19

Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús nos dice que no ha venido a abolir la Ley, sino a cumplirla. Mateo nos cuenta que Jesús subió a una montaña, se sentó y comenzó a enseñar, recordando a Moisés, quien había subido al Monte Sinaí para recibir los Diez Mandamientos de Dios.

Por lo tanto, Jesús se presenta aquí como el Nuevo Moisés que promulgará la Ley definitiva desde esa montaña en Galilea. Me doy cuenta que esto plantea de inmediato un problema para los lectores contemporáneos, que se sienten desanimados por una religión que conlleva leyes, normas y prohibiciones. Un ingenioso irlandés resumió alguna vez el catolicismo que le enseñaron con esta frase: “¡Al principio era la palabra, y la palabra era no!”.

Dado que los Diez Mandamientos han sido honrados aunque no siempre acatados, ¿por qué alguien pensaría que es una buena idea introducir leyes nuevas y más estrictas? Pero luego prestamos atención a la primera palabra que sale de la boca del Legislador: “Bendito”, “Feliz”. La ley que ofrece el Nuevo Moisés es un patrón de vida que promete hacernos felices.

Jesús, sin embargo, no quiere cancelar los mandamientos que dio el Señor por medio de Moisés, sino que quiere darles plenitud. ¿Pero qué significa esta plenitud de la Ley? Jesús mismo nos responde con algunos ejemplos. Inicia desde el quinto mandamiento: Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”; … Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado (vv. 21-22). Con esto, Jesús nos recuerda que incluso las palabras pueden matar. Jesús propone a quien le sigue la perfección del amor: un amor cuya única medida es no tener medida, de ir más allá de todo cálculo. (Ángelus, 16 febrero 2014)

¡El Señor es el verdadero Dios!

En tiempos de Elías a Yahvé, el verdadero Dios, le habían salido más de un falso dios que querían ocupar su lugar. Uno de ellos era Baal, que tenía también sus profetas. El pasaje de esta primera lectura, con todo detalle, nos relata la prueba para saber quién era el verdadero Dios: Baal o Yahvé, a través de los novillos descuartizados que el verdadero Dios enviará fuego sobre uno de ellos. Salió victorioso el Dios de Elías. “Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando: ¡El Señor es el verdadero Dios! ¡El Señor es el Dios verdadero!”.

Nosotros, los seguidores de Jesús, además de reconocerle como el verdadero Dios a través de su voz que hace llegar hasta nosotros, como ovejas de su rebaño, tenemos también otra prueba para confesarle como nuestro Dios. Experimentar en la propia vida que siguiendo sus indicaciones, la alegría y la esperanza rebosan en nuestro corazón. Que amando, perdonando, siendo sencillos, limpios de corazón… como él nos pide, experimentamos la vida y la vida en abundancia que nos promete.

He venido a dar plenitud

“No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud”. Jesús, como buen judío, apreciaba la ley. Pero quiere darle plenitud, y tenemos que reconocer que en ese dar plenitud va a ir más allá de la ley judía y algunos de los preceptos de la ley judía ya no se sostienen.

En los pasajes que siguen al evangelio de hoy, vamos a ver a Jesús pronunciar por seis veces la siguiente frase: “habéis oído que se dijo a los antiguos… pero yo os digo”. Algo que le toca explicar a los comentaristas de los próximos días. Pero la orientación general de la plenitud que busca Jesús se va a centrar en el amor y en todo lo que el amor pida. Podemos citar en este sentido a San Pablo: “Quien ama cumple la ley”. La plenitud de la ley es el amor.

Medardo, Santo

Obispo, 8 de junio

Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid

Martirologio Romano: En Soissons (Francia), san Medardo, obispo de San Quintín, que trasladó su sede de esta ciudad a la de Noyon, desde la cual trabajó por convertir al pueblo del paganismo a la verdadera doctrina de Cristo. ( 560)

Breve Biografía

 Los datos históricos sobre su persona y obra están en la penumbra, hay penuria de historia fiable y, por el contrario, contamos con abundancia de fábula.

Una antigua leyenda cuenta que siendo niño Medardo fue protegido de la lluvia por un aguila gigante, hecho que es usado frecuentemente en su iconografía.

Por ello es que los franceses de la Edad Media recurrieran a él para pedir lluvia y verse libres de pedrisco, y posteriormente toda Francia le invocara contra el dolor de muelas por tomarle como protector contra este mal; de hecho, se le representa con una amplia sonrisa que deja ver sus hermosos dientes, y quedó para la cultura popular el dicho:

«ris qui est de saint Médard – le coeur n’y prend pas grand part» (En la risa de san Medardo – el corazón no toma mucha parte).

Nació en Salency de padre franco y madre galorromana cuyos nombres aportados por la imaginación posterior son Néctor y Protagia. Dicen que estudió en la escuela episcopal de Veromandrudum, lugar que sitúan cerca de la actual Bélgica, en donde hay recuerdos históricos para los hispanos por la victoria de Felipe II en san Quintín -Saint Quentin- que nos valió el Escorial. Ya como estudiante se distinguió -según las crónicas- por su caridad limosnera dando a algún compañero famélico su comida y a un peregrino caminante un caballo de la casa paterna.

Con estos antecedentes se ve natural que se decida por la Iglesia y no por las armas. Se ordena sacerdote y de nuevo la fábula lo adorna con corona de actos ejemplares, aleccionadores y moralizantes para adoctrinar a los amigos de lo ajeno sobre el respeto a la propiedad: unos desaprensivos que robaron uvas y no supieron luego descubrir la salida de la viña sirven para demostrar que el pecado ciega; de los ladrones de miel en las colmenas propiedad de otros y que fueron atacados por el enjambre saca la conclusión que el pecado es dulce al principio, pero después castiga con dolor; de aquel que, merodeando, se llevó la vaca del vecino y cuyo campanillo no dejó de sonar día y noche hasta su devolución dirá que es el peso de la conciencia acusadora ante el mal.

Y es que el tiempo de su vida entra dentro de las coordenadas del lejano mundo merovingio. Meroveo, rey de los francos, ha prestado un buen servicio a Roma peleando y venciendo a Atila (541), Childerico ha comenzado a poner las bases de un reino al que Clodoveo dará unidad política y religiosa cuando se convierta al catolicismo por ayuda de su esposa Clotilde y del obispo Remigio, después de las batallas de Tolbías (496) en la que venció a los francos ripuarios y alamanes y de Vouille (507) apoderándose de los territorios visigóticos con la expulsión de los arrianos. Ni la conversión de Clodoveo -que siempre apreció los dictámenes de su talento político más que los de su conciencia- ni la de sus francos consiguió un súbito cambio al estilo de vida cristiana; hizo falta más bien la labor callada y paciente de muchos para mejorar a los reyes, al ejército y a los paisanos.

A Medardo lo hacen obispo a la muerte de Alomer; con probabilidad lo consagra Remigio. Y se encuentra inmerso en el difícil y cruel mundo de restos de paganismo con resistencia a la fe; deberá luchar contra la superstición de sus gentes, contra la ignorancia, las duras costumbres, la haraganería, rapiña y asesinatos. A ese amplio trabajo evangelizador se presenta Medardo con las armas de la bondad y de la comprensión más que con el báculo, el anatema o el látigo. Por ello la fuente popular que describe graciosamente su persona y obra la adorna, agradecida, con el aumento de detalles que la fantasía atribuye al santo con la bien ganada fama de bondad. Detrás de la narración ampulosa que hacen los relatos se descubren, entre el follaje literario, los enormes esfuerzos evangelizadores de los -sin organización aún, ni derecho- primitivos francos.

Murió en torno al año 560 y sus restos se trasladaron a la abadía de Soissons donde le veneraron durante toda la Edad Media los ya más y mejores creyentes francos.

La plenitud de la Ley

Santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19. Miércoles X del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

En el alma, Señor, una caricia tuya,
un beso de tu amor y una sonrisa,
para llenar mi vida de ambiciones,
tu ambición y tu gloria, y tu alegría,

tu alegría, Señor, que yo entreveo
cuando te siento sembrador de amores,
porque sólo por mí creaste el cielo
y sólo para mí nacen las flores.

Mi juventud es tuya, tú lo sabes,
tuyas mis esperanzas y mis sueños;
por ti, Señor, desgastaré mi vida
hasta hacerte querer del mundo entero.

Gracias, Señor, porque tu amor es mío,
por haberme admitido en tu servicio,
por tener en el alma tu sonrisa;

te seguiré, Señor, por donde quieras,
con la paz de tu amor en la mirada
y tendré el corazón hecho de hoguera
para abrasar al mundo con tus llamas.

Yo no nací sino para quereros,
mi alma os ha cortado a su medida,
por hábito del alma misma os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos
por Vos nací, por Vos tengo la vida,
por Vos he de morir y por Vos muero.

(Garcilaso de la Vega 1503- 15036)

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No crean que he venido a abolir la ley o a los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley.

Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Muy querida alma:

No he venido a abolir ni la ley ni los profetas, sino a darles plenitud… esa plenitud que sólo el amor puede dar.

Sé que a veces no entiendes la ley, que te cuesta y muchas veces la ves como un fardo pesado impuesto por un tirano. ¿Sabes?, no quiero fastidiarte… sólo quiero que seas feliz. Toda la ley no es otra cosa que un intento para acercarte a Mí. Sólo quiero que estés conmigo… ¡Sólo quiero que sepas que te amo!

Yo soy quien te ha creado. No temas, yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío. Si pasas por las aguas, yo estoy contigo. Eres precioso a mis ojos, eres estimado y yo te amo. No temas… yo estoy contigo (Cf. Is 43).

Pasará la tierra, pasará el cielo… pero mi amor por ti, ¡NUNCA! Ésa es la plenitud que he venido a traer: Mi amor por ti.

Por ti me he hecho carne. Por ti he muerto en la cruz. Por ti he creado las flores, el cielo, las estrellas… ¡Todo! Nada puede igualar mi amor por ti. Date cuenta que siempre te he buscado. Siempre.

En cada amanecer, en cada estrella, en cada palabra de aliento… en todos lados, en todo momento quiero que mi amor se haga presente en tu vida.

Te amo. Podrá caer todo, podrá de dejar de brillar el sol, podrán abandonarte todos, podrás incluso herirme haciéndote daño (¿qué sufrimiento más grande puede tener un Padre que ver a sus hijos lastimarse?)… pero mi amor por ti siempre estará a tu lado.

¡TE AMO!… y eso jamás, ¡JAMÁS! Cambiará.

Atentamente.
Jesús.

«El nuestro es un ministerio de reconciliación. Proclamamos la Buena Nueva del amor infinito, de la misericordia y de la compasión de Dios. Proclamamos la alegría del Evangelio. Pues el Evangelio es la promesa de la gracia de Dios, la única que puede traer la plenitud y la salvación a nuestro mundo quebrantado. Es capaz de inspirar la construcción de un orden social verdaderamente justo y redimido».

(Homilía de S.S. Francisco, 16 de enero de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy voy a contemplar la naturaleza y le daré gracias a Dios por su amor, y antes dormir, haré un examen de conciencia de cómo vivo la voluntad de Dios en mi vida.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, plenitud de la Revelación.

La Revelación es cristológica, ya que se identifica, en último término, con la encarnación, Cristo es la revelación de Dios.

La Revelación encuentra su fundamento principal en la persona de Jesucristo, síntesis del mensaje salvífico de Dios, plenitud y manifestación máxima de Dios al hombre.

1.- La Revelación de Dios en la historia.

1.1 Antiguo Testamento. Dios se revela en el Antiguo Testamento en los hechos de la historia del pueblo de Israel. A través de los diversos eventos históricos, Dios, de manera gratuita y amorosa, se comunica libremente y se da a conocer a la humanidad, manifestando su plan salvífico y liberador.

Esta autocomunicación de Dios fue siguiendo un lento proceso lleno de una gran pedagogía con la cual El, en la medida en que iba revelándose, tenía en cuenta la posibilidad de ser reconocido como Aquel que, interviniendo en la historia, era el Salvador, el Liberador, el Creador, el Padre amoroso que llamaba a una vida de comunión con El y de relación justa y fraterna con los demás.

1.2.- Rasgos principales de la revelación del AT. La revelación es esencialmente interpersonal: es la manifestación de Dios al hombre. Allí, es Yavé el sujeto y el objeto de esa revelación, ya que es el Dios que revela y que se revela. A través de ella el hombre es llamado a entrar en comunicación de vida con Él:

  1. En todo el AT podemos observar como la manifestación de Dios ha partido de una iniciativa suya. Es Él quien desea revelarse y darse a conocer. El es quien elige, y sella la alianza.
  2. La Palabra escuchada es la que da unidad a la economía veterotestamentaria. La comunicación de Dios es principalmente a través de la Palabra, lo que exige al hombre una mayor atención, e implica el respeto de Dios por la libertad humana.
  3. La palabra trae como exigencias al hombre la fe y el cumplimiento.
  4. Y el AT está enmarcada en la esperanza de la salvación que está por venir. Todo acontecimiento alude a uno posterior.

1.3.- Cristo, revelador y revelación del Padre

Cristo Jesús es la máxima manifestación del amor del Padre, el cumplimiento de las promesas divinas y el centro de la historia de la salvación:

«… la Iglesia busca que las culturas sean renovadas, elevadas y perfeccionadas por la presencia activa del Resucitado, centro de la historia y de su Espíritu. (EN 18, 20, 23. GS 58d; 61a)…»

Él es el culmen y la plenitud de la revelación. En Él, Dios ha puesto en la historia un acontecimiento determinante capaz de hacerla sensata mediadora de la revelación.

2.- Cristo, plenitud de la revelación

De acuerdo, con el dato escriturístico que obtenemos en el NT: Sinópticos, Hechos, Juan, Pablo y Hebreos, Cristo no es uno de los mediadores de la revelación de Dios, sino que es el Mediador absoluto porque es la Palabra del Padre, el Hijo de Dios hecho hombre (cf. 1 Tim 2,5) que irrumpe en la historia para traer la salvación (cf. Hb 1, 1-4). En el se ha revelado definitiva e irrevocablemente la voluntad salvífica universal de Dios a través de un hecho único e irrepetible: la encarnación del Logos (Palabra) divino:

«Este designio divino, que en bien de los hombres y para la gloria de la inmensidad de su amor, concibió el padre en su hijo antes de crear el mundo (Ef 1,9), nos lo ha revelado conforme al proyecto misterioso que Él tenía de llevar la historia humana a su plenitud, realizando por medio de Jesucristo la unidad del universo, tanto lo terrestre como de lo celeste.»

En Jesucristo, no solamente esas revelaciones (hechas por los profetas) se totalizan, sino que la revelación de Dios es total. De Dios en cuanto él es el principio y el término de la relación religiosa de la alianza. Si el cometido de los profetas es poner los acontecimientos de la historia y la situación del hombre bajo la luz del propósito de Dios, Jesús cumple perfectamente la función profética: Él no manifiesta un elemento del designio de Dios, sino el Designio total, lo absoluto de la relación de alianza, el «misterio».

2.1.- La encarnación, misterio de la plenitud reveladora

La encarnación da realidad al acontecimiento revelador por excelencia, porque ella es el encuentro de Dios con el hombre y del hombre con Dios, con base en la unión que hay entre divinidad y humanidad en el misterio de Cristo:

«… En Cristo y por Cristo, Dios Padre se une a los hombres. El Hijo de Dios asume lo humano y lo creado restablece la comunión entre su Padre y los hombres. El hombre adquiere una altísima dignidad y Dios irrumpe en la historia humana, vale decir, en el peregrinar de los hombres hacia la libertad y la fraternidad…»

Él, el Hijo de Dios hecho hombre, es la perfecta revelación puesto que viene a hablar, a predicar, a enseñar y a atestiguar lo que ha visto y oído. De esta manera, la encarnación es la vía elegida por Dios para revelar y revelarse, a través de la cual hace posible a nivel humano el conocimiento de Dios y de su designio salvífico.

Y llevando al nivel humano la manifestación de Dios (su propia encarnación), Jesucristo, revela el misterio del Padre. Es decir, revelando al Padre como misterio, se revela también el misterio propio del hijo: la revelación es autorrevelación.

En Jesucristo, por lo tanto, llegan a su absoluto punto culminante tanto la llamada de Dios, como la respuesta del hombre, al identificarse en la unidad de su persona. En cuanto hombre, Cristo es la perfecta respuesta humana a la palabra y autocomunicación de Dios. En su obediencia, Él conduce de nuevo la humanidad hacia la unión con Dios y la hace partícipe de la vida eterna. En Cristo encontramos la relación de comunión, de diálogo, de docilidad y de amor que el hombre debe tener para con Dios. Así la revelación es completa aun desde este punto de vista, porque encuentra en el hombre el término y la respuesta que hacen plenamente eficaz el designio del amor de Dios.

2.2.- Cristo, sujeto y objeto de la revelación

Porque el Verbo de Dios es por sí mismo, desde la eternidad, la expresión viva y completa del Padre, que posee la misma naturaleza del Padre, Cristo es el Dios revelante. Él es causa y autor de la revelación como lo es también el padre y el Espíritu Santo. Él ha sido enviado por el Padre para comunicar la plenitud de la manifestación divina.

Pero es también el Dios revelado: el Dios verdadero que anuncia y testimonia de sí mismo, porque es Dios, el Verbo de Dios. Cristo, entonces, nos hace conocer el misterio de sí mismo. Él, como Verbo eterno, es la misma verdad que Él anuncia y revela. De igual modo, es también el medio por el que se revela la Verdad y se comunica la Vida (Jn 14, 5-6), es decir, el mismo es el camino accesible al hombre para conocer la Verdad y lograr la comunión de vida con Dios. A través de la naturaleza humana de Jesús, Dios se hace accesible al hombre.

La Revelación es cristológica, ya que se identifica, en último término, con la encarnación, Cristo es la revelación de Dios.

¿Qué significa poner en el centro a los más vulnerables?

La 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado se celebrará el 25 de septiembre de 2022.

En el marco de la campaña de comunicación promovida por la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, hizo público el video del Papa para la próxima Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, con el tema: construir el futuro con los migrantes y refugiados.

Construir un futuro inclusivo

En el vídeo, el Papa Francisco insta a construir un futuro inclusivo, un futuro para todos en el que nadie debe ser excluido, especialmente los más vulnerables, incluidos los migrantes, los refugiados, los desplazados y las víctimas de la trata. Además, el Santo Padre plantea a todos una pregunta directa: ¿Qué significa poner en el centro a los más vulnerables?

Junto al Papa Francisco, también el testimonio de una joven migrante venezolana, Ana, que gracias a la ayuda de la Iglesia ha reconstruido una nueva vida en Ecuador junto a su familia.

Todo el material de la campaña se encuentra en la página dedicada al tema en el sitio web y puede descargarse, publicarse, utilizarse y compartirse libremente.

Responde la pregunta del Papa

¿Poner al centro a los más vulnerables?

Todo el mundo está invitado a responder a la pregunta del Papa Francisco, enviando su propia contribución, con un breve vídeo o foto, a media@migrants-refugees.va o respondiendo directamente en las redes sociales de la Sección de Migrantes y Refugiados.

Durante el período previo a la 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, la Sección de Migrantes y Refugiados estará recibiendo testimonios escritos o multimedia y fotografías de las Iglesias locales y otros actores católicos que presenten su compromiso común con la atención pastoral a los migrantes y refugiados.

El Señor de los Milagros en Perú

Su procesión es una tradición peruana, considerada como la manifestación religiosa católica periódica más numerosa del mundo

Por: Varios | Fuente: www.deperu.com / www.arzobispadodelima.org / otros

El Señor de los Milagros es una imagen de Cristo en la Cruz, pintada en una pared de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú), y venerada por peruanos y extranjeros en el Perú y alrededor del mundo.

Su procesión es una tradición peruana, considerada como la manifestación religiosa católica periódica más numerosa del mundo. La imagen original del Cristo muro fue pintada por un esclavo de casta angoleña llamado Pedro Dalcón o «Benito», según Raúl Porras Barrenechea. Posteriormente fueron añadidas las imágenes de Dios Padre, María y María Magdalena. Se le conoce como Cristo Moreno debido a que, entre sus creyentes, predominaba la gente negra. Podría estar relacionado, según explica la historiadora María Rostworowski, con el culto milenario al dios Pachacámac, tan solo por haber sido pintado en el Barrio de Pachacamilla en el centro de Lima.

Historia del Señor de los Milagros

En el siglo XVII, Lima contaba con una población de 35 mil habitantes, cantidad que se iba incrementando con la llegada de miles de personajes atraídos por la prosperidad y riqueza. Además, era común el tráfico de esclavos quienes llegaban procedentes de Africa Occidental, clasificados por castas: Congos, Mandingas, Caravelíes, Mondongos, Mozambiques, Terranovos, Minas y Angolas.

Precisamente, los angolas fueron llevados a la zona de Pachacamilla en 1651 y al estar instalados, se organizaron para construir sus cabañas o callejones divididos en habitaciones, en donde rendían culto a distintas imágenes o santos. Estos actos les recordaban su libertad y cantaban siempre en su lengua nativa. Ellos también se preocupaban por los enfermos, y que tuvieran un entierro decente.

Los negros angola eran el grupo más numerosos entre los esclavos negros, pero no eran muy valorados (eran los más baratos) porque eran considerados como pusilánimes, enfermizos y pocos propensos a la cristianización.

Un grupo de negros construyeron una cofradía en el barrio de Pachacamilla, llamado así porque habitaron allí unos indígenas de la zona prehispánica de Pachacamac. En una de sus paredes de adobes, un negro angoleño, bajo inspiración divina, plasmó en 1651 la imagen de Cristo crucificado. La imagen fue pintada al templo en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío y con un acabado imperfecto. El esclavo angoleño no tuvo estudios de pintura y ejecutó la obra por su propia fe y devoción a Cristo.

El 13 de noviembre de 1655, a las 14:45 horas, un fuerte terremoto estremeció Lima y Callao, derrumbando templos, mansiones y las viviendas más frágiles, generando miles de víctimas mortales y damnificados. El temblor, afectó también la zona de Pachacamilla, donde todas las paredes del local de la cofradía se derrumbaron menos una: el débil muro de adobe donde estaba la imagen de Cristo, quedó intacto y sin ningún daño. Fue el primer milagro.

Tras ese milagro, se efectuaron reuniones para venerar la imagen los viernes por la noche. Los pobladores llevaban flores, perfumaban el ambiente, entonaban plegarias y con el correr del tiempo fue aumentando la peregrinación. Viendo con malos ojos todos estos hechos el Párroco de San Sebastián, José Laureano de Mena, hace de conocimiento al entonces Virrey Conde de Lemos, Don Pedro Antonio Fernández de Castro que intervenga como autoridad, para que prohibiese las reuniones y que diera la orden irrevocable de borrar al Cristo, ya que, según su criterio, estaba fuera de los cultos religiosos

El virrey mandó al promotor Fiscal del Arzobispado José Lara y Galván, quien verificó la existencia de la imagen de Cristo Crucificado. Dictaminó que se borrase la imagen entre los días 6 y 13 de septiembre de 1671. El primero en intentarlo fue un pintor indio, quien al momento de subir por la escalera, sintió temblores y escalofríos, teniendo que ser atendido para proseguir luego con su tarea. Pero fue tal su impresión que bajó raudamente y se alejó asustado del lugar.

El segundo hombre se acercó a la imagen, pero algo vio en ella que le hizo desistir de raspar la imagen. El tercero, fue un soldado real de ánimo más templado, éste subió, pero bajó rápidamente explicando luego que cuando estuvo frente a la imagen, vio que ésta se ponía más bella y que la corona de espinas se tornaba verde.

Ante la insistencia de las autoridades por borrar la imagen, la población manifestó su disgusto y comenzó a protestar. Por ello, el Virrey y el Vicario del Arzobispado, decidieron revocar la orden y el Vicario autorizó su culto. Tras una visita del Virrey, se dispuso el levantamiento de una ermita provisional y el 14 de septiembre se celebró la primera misa oficial en la ermita.

El 20 de octubre de 1687, otro violento terremoto arrasó con Lima y el Callao, derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Pero como sucedió anteriormente, la imagen del Señor quedó en pie, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que saliera por primera vez en andas por las calles de Pachacamilla.

La procesión del Señor de los Milagros

Cada año la procesión del Señor de los Milagros se hace más grande y hermosa. Las andas viejas se han remplazado por andas de plata, las cuales tienen en el monasterio una sala donde se guardan bajo el cuidado de un personal especial.

La primera procesión del Cristo de Pachacamilla ocurrió en 1687, cuando otro terremoto sacudió a Lima nuevamente y, como ya se dijo, Sebastián de Antuñano mandó a hacer en lienzo una copia del Cristo que figuraba en el muro y lo sacó en procesión a recorrer las calles de la ciudad. Es el que sale en procesión en nuestros días. Este lienzo fue restaurado el año 1991 por los especialistas del Museo Pedro de Osma.

La procesión del Señor de los Milagros se realiza tradicionalmente en el mes de octubre. Sale en procesión desde el Monasterio de las Nazarenas el primer Sábado de Octubre rumbo a la Catedral de Lima y esta vez regresa al Santuario de las Nazarenas al día siguiente.

Posteriormente el Cristo de Pachacamilla recorre la ciudad de Lima los días 18, 19 y 28 de Octubre.

Finalmente su último recorrido procesional se realiza el 1 de noviembre en el que la imagen sale del Santuario de las Nazarenas e ingresa al Monasterio hasta el próximo año.

El terremoto y maremoto de 1746

El 28 de octubre de 1746 el día en que se registró el peor terremoto ocurrido en Lima, Callao fue destruido por un maremoto, siendo virrey del Perú el conde de Superunda, don José Manso de Velasco fue así como la imagen tomó la costumbre de salir el 28 de octubre, visitando calles, templos, monasterios y hasta ramadas.

En realidad son dos imágenes las que salen en procesión cada mes de octubre: una, el lienzo con la copia del Crucificado del muro, y otra, la de la Virgen de la Nube, devoción ecuatoriana que la madre Antonia trajo al Perú.

Las andas de plata del Señor de los Milagros son llevadas por 32 miembros de la Hermandad de Cargadores del Señor y tienen un soporte de madera de roble. Solamente en plata su peso es de 450 kilos. Los cargadores obedecen a su capataz general y a un subcapataz y están organizados en cuadrillas, cada una con su propio jefe. También hay una hermandad de sahumadoras, las cuales portan antiguos y ricos sahumadores de plata; y una de cantoras; finalmente hay un martillero que da la orden de detenerse y de continuar la marcha de la procesión. Todas estas personas visten de color morado.

La anda sale de su sala especial en el monasterio de las Nazarenas por la puerta grande que da a la avenida Tacna e ingresan al templo. Allí la imagen recibe el saludo y el amor de miles de devotos.

Proclamación del Señor de los Milagros como Patrón de todos los peruanos

El 15 de octubre de 2005, el Vaticano en coordinación con el Arzobispado de Lima, designó por unanimidad nombrar al Señor de los Milagros como Patrón de los Peruanos Residentes e Inmigrantes, ya que cuando comenzaron a emigrar a otros países, éstos continuaron con el culto en múltiples ciudades del mundo, también durante el mes de octubre. Así, hay decenas de ciudades importantes donde se lleva a cabo esta procesión, la misma que comienza a ser reconocida internacionalmente y en muchos casos, auspiciada oficialmente por diversas autoridades locales.

Nardo del 8 de Junio

¡Oh Sagrado Corazón, que enviaste al Espíritu Santo!

Meditación: Jesús que nos enviaste tu Santo Espíritu, que nos permitiste por Tu inmenso Amor ser templos del mismo Dios, para así vivir en Ti y recibir a la Divinidad en nuestra pobre casa, llenándola de gracias. Que seamos vasijas de barro, purificadas por el Fuego ardiente de Dios, para que Sus dones se derramen en nuestras almas. ¡Oh que sublime posesión sería ésta, ser poseídos por el Espíritu Divino que nos guía y renueva como verdadera Iglesia!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Pidamos la efusión del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros y sobre toda la Iglesia.
«Ven, Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven¨» (se repite tres veces).

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

¿Sabes qué sucedió a la niña de esta famosa fotografía?

AFP PHOTO / JIJI PRESS

Vietnamese-Canadian Phan Thi Kim Phuc delivers her speech before her June 8, 1972 Pulitzer-Prize-winning photograph during the Vietnam war, during a lecture meeting in Nagoya, Aichi prefecture on April 13, 2013. Kim Phuc met with some 300 spectators in her first visit to Japan. AFP PHOTO / JIJI PRESS

Unione Cristiani Cattolici Razionali – publicado el 03/02/15

El testimonio de la niña de Saigón que se convirtió en símbolo de los horrores de la Guerra de Vietnam

El 8 de junio de 1972, un avión bombardeó la aldea de Trang Bang en Vietnam de Sur, después de que el piloto confundiera a un grupo de civiles con tropas enemigas. Las bombas contenían napalm, un combustible altamente inflamable que mató y quemó gravemente a las personas en tierra.

La famosa imagen en blanco y negro de ese evento (arriba), que inmortaliza a los niños huyendo del pueblo en llamas, ganó el Premio Pulitzer y fue elegida en el World Press Foto del Año en 1972. Se convirtió en el símbolo de los horrores de la guerra de Vietnam, de la crueldad de todas las guerras para los niños y las víctimas civiles.

La protagonista de la foto es una niña de nueve años que corre desnuda por la carretera desesperada, después de que sus vestidos se quemaran. Se llama Kim Phuc Phan Thi, y en ese momento estaba participando con su familia en una celebración religiosa en una pagoda.

Recientemente intervino con ocasión del 40° aniversario del bombardeo, y contó que después de las fotografías cayó al suelo y fue socorrida por el fotógrafo, Nick Ut, que la llevó al hospital. Estuvo ingresada 14 meses y sufrió 17 intervenciones quirúrgicas.

“Habría querido morir ese día, junto a mi familia”, dijo, “fue difícil para mi llevar todo ese odio, esa rabia”. A pesar de las profundas cicatrices de su cuerpo, estudió medicina y en el segundo año de la universidad, en Saigón, descubrió el Nuevo Testamento en la biblioteca universitaria. Comenzó a leerlo y quiso seguir a Jesucristo, se dio cuenta de que Dios tenía un plan para su vida.

La fuerza de perdonar Junto a su marido, también él vietnamita, fundó en 1997 la primera Kim Foundation International en Estados Unidos, con el objetivo de proporcionar asistencia médica y psicológica a los niños víctimas de la guerra. El proyecto se difundió y se instituyeron otros centros.

La conversión cristiana, sobre todo la fe, le dio la fuerza de perdonar. Hoy Kim Phuc tiene 50 años, vive cerca de Toronto (Canadá), con su marido y dos hijos, Thomas y Stephen. Ha dedicado su vida a la promoción de la paz, proporcionando apoyo médico y psicológico a las víctimas de la guerra en Uganda, Timor Oriental, Rumanía, Tayikistán, Kenia, Ghana y Afganistán.

“El perdón me liberó del odio”, escribe en su biografía, “The Girl in the Picture”. “Aún tengo muchas cicatrices en mi cuerpo y un fuerte dolor casi todos los días, pero mi corazón se ha purificado. El Napalm es muy potente, pero la fe, el perdón y el amor son más fuertes. No tendremos más guerras si todos aprendieran a convivir con el verdadero Amor, la esperanza, y el perdón. Si ha podido hacerlo con la niña de la foto, preguntaos: ¿puedo hacerlo yo también?”.

San Medardo, patrono para pedir lluvia en tiempo de sequía

Cuenta la tradición que, cuando era niño, un águila lo protegió bajo sus alas de una fuerte tempestad.

Medardo nació en el año 456 en Salency (Oise, Francia). De pequeño regaló su caballo a un hombre que lloraba porque unos ladrones le habían robado el suyo. Fue ordenado sacerdote a los 33 años. Se dedicaba a la evangelización al mismo tiempo que a la agricultura. Al morir el obispo de su diócesis, la actual Saint-Quentin, fue consagrado por aclamación popular. Celebró el matrimonio del rey Clotario I con la princesa franca Radegunda y fue testigo del sufrimiento de esta, quien en realidad quería ser monja y además vio cómo el monarca mataba al hermano de ella.

Medardo le dio apoyo para que pudiera llevar una vida santa, primero como esposa y después, cuando enviudó, como religiosa.

Falleció en el año 545 y, según la tradición, sus reliquias fueron trasladadas por Carlomagno al condado de Ribagorza (entonces en la Marca Hispánica y hoy en Aragón, España).

Está enterrado en la abadía de San Medardo de Soissons, al noreste de París.

Su fiesta se celebra el 8 de junio.

Santo patrón. Es patrono del condado de Ribagorza. En un grabado del siglo XVI impreso en Zaragoza figura san Medardo obispo como intercesor para implorar las lluvias en tiempo de sequía. Se dice popularmente que si llueve el día de su festividad, habrá lluvia en los 40 días siguientes. Los campesinos franceses le rezan para que proteja los viñedos y los cuide de los ladrones y del mal tiempo.

Una leyenda cuenta que cuando era un niño se produjo una fuerte tempestad y que san Medardo quedó protegido bajo un águila que desplegó sus alas. Así es como se le representa en la iconografía.

Es también patrón de los camareros, leñadores, agricultores y titiriteros y se le invoca para combatir la esterilidad, la tuberculosis intestinal y el dolor de muelas. En el siglo XV pasó a ser protector de la realeza francesa junto a santa Radegunda, en la época de Carlos VII.

Oración. Dios Padre Todopoderoso,
que llenaste a san Medardo del Espíritu Santo,
dejándose poseer y conducir por Él,
viviendo y construyendo una inigualable fe cristiana,
como sacerdote y obispo, sembrador y cuidador del campo así como de tu Palabra  y mostrando que Jesucristo es Camino, Verdad y Vida y quien nos hace libres. A Jesucristo desde la Iglesia sirvió generosamente con su vida,  animada por un amor y comprensión hacia aquellos con los que se encontraba,  proponiendo la dulce y confortadora alegría de evangelizar desde la caridad y compasión. Por intercesión de san Medardo, te pedimos el ímpetu interior que tuvo y vivió, irradiando el fervor de la alegría del Evangelio,
anunciando el Reino de Dios e implantando la Iglesia en el mundo.

Por Jesucristo Nuestro Señor.  Amén.