Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Comprendo Tus palabras, Señor, y la grandeza de la misericordia que ha de resplandecer en mi alma.  Jesús: Sé, hija Mía, que lo comprendes y haces todo lo que está en tu poder, pero escríbelo para muchas almas que a veces se afligen por no tener bienes materiales, para practicar con ellos la misericordia.  Sin embargo, el mérito mucho más grande lo tiene la misericordia espiritual que no necesita ni autorización ni granero siendo accesible a cualquier alma. Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá Mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque su misericordia anticiparía Mi juicio.

Reflexión: Misericordia espiritual

Comprendo tus palabras y la grandeza de la Misericordia que ha de resplandecer en mi alma, Jesús; sin embargo, el mérito mucho más grande lo tiene la misericordia espiritual que no necesita autorización y es accesible a cualquier alma. Orar es glorificar la infinita bondad de Dios, es poner en acción su divina Misericordia, es regocijarse, percibir el amor de Dios por sus criaturas. La oración es la mayor virtud del hombre: la que comprendía todas, es la fe que cree, la esperanza que suplica, la caridad que pide para dar, la humildad de corazón que la forma, la confianza que la expresa, la perseverancia triunfa del mismo Dios. Ejemplo de misericordia espiritual: Tomás, después de haber visto a Cristo en la cruz, se alejó del grupo, sumido en una profunda desesperanza. Los apóstoles antes de marcharse de Jerusalén a Galilea no querían irse sin Tomás, al encontrarlo le dijeron con gran alegría ¡Hemos visto al Señor! No lo dejaron solo, lo consolaron, oraron por él; tenemos el deber de “arropar”, y cuidar a quienes de alguna manera el Señor nos ha encomendado a compartir con nosotros la misma fe e ideales. Debemos orar por nuestros hermanos que en un momento dado pueden caer en el desaliento y la soledad. No podemos abandonarlos, esta es la oración de intercesión, la misericordia espiritual. Debemos orar para que la luz de la verdad de Jesucristo, alumbre a todos los hombres y haya una auténtica conversión; que la santidad de Jesús reine en todos los fieles, sacerdotes y religiosos, el Sto. Padre, por su salud e intenciones. Para que nuestra oración llegue con más prontitud ante la presencia de Dios, el camino es la mediación de María, madre de Dios y madre nuestra.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la misericordia espiritual a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.