Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Amor eterno, abismo de misericordia, oh Trina Santidad, pero única Divinidad que tienes un seno amoroso para todos, como buen Padre no desprecias a nadie.  Oh Amor divino, manantial vivo derrámate sobre nosotros, Tus indignas criaturas; que nuestra miseria no detenga los torrentes de Tu amor, ya que Tu misericordia no tiene límites.

Reflexión: Amor divino

Oh Amor Divino, manantial vivo derrámate sobre nosotros tus indignas criaturas, que nuestra miseria no detenga los torrentes de tu amor.

Si Jesús es mi amor soberano, mi amor final debe ser la suprema ley de mi vida ¡Oh venturosa el alma que vive de amor divino, pues vive de la misma vida de Dios! Dios es todo su amor. Tal es la vida de las tres divinas personas entre sí, la de los ángeles y santos en el cielo. El amor divino no vive para sí mismo, ni en sí, sino en Jesús.

El amor divino tiene dos aspiraciones habituales hacia Jesús. La primera, en tratar de complacer en todo al amado Jesús. El alma amante averigua lo que más le agrada, ama o desea. Entonces, ¿Qué es lo que le gusta a Jesús? Le agrada la humildad, la pobreza, la obediencia, todo aquello que recuerda su vida de Belén, de Nazaret.

¿Qué ama Jesús? Lo que amó en los días de su vida mortal, de su amor, de inmolación para la salvación de los hombres. ¿Qué desea Jesús de mí? Que le siga en los diversos estados de su amor, que los honre en mi vida, que vuelva a hacer vivir en mí a Jesús pobre, abandonado y crucificado, que mi amor le dé vida, lo encarne, le sirva y siga hasta la muerte.

La segunda aspiración del amor es evitar todo lo que le desagrada al amado del alma. Cosa delicada es la amistad, habla con todos los sentimientos y con todos los sentidos. Jesús es un Dios celoso, quiere todo el corazón y solo quiere reinar sobre el trono de los afectos, el alma debe evitar toda división del corazón que desagrade a Jesús. El amor divino no quiere más que una cosa, complacer a Jesús. Lo único que teme es disgustar a Jesús. Tal será la ley de mi corazón, divino Rey mío. Sólo una ley y un rey tiene el amor. Jesús quiero ser fiel caballero del más amable de los reyes.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el amor divino a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.