Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

(50) + Oh humildad, flor hermosa, veo que son pocas las almas que te poseen. ¿Será porque eres tan bella y a la vez tan difícil de conquistar?  Oh si, una y otra cosa.  Dios Mismo se complace en ella.  Sobre un alma humilde están entreabiertas las compuertas celestiales y un mar de gracias fluye sobre ella.  Oh, qué bella es un alma humilde; de su corazón como de un incensario se eleva toda clase de perfumes particularmente agradables que atraviesan las nubes y alcanzan a Dios Mismo y llenan de gozo su Santísimo Corazón.  A tal alma Dios no niega nada; tal alma es omnipotente, ella influye en el destino del mundo entero; a tal alma Dios la eleva hasta su trono y cuanto más ella se humilla tanto más Dios se inclina hacia ella, la persigue con Sus gracias y la acompaña en cada momento con su omnipotencia.  Tal alma está unida a Dios de modo más profundo.  Oh humildad, arráigate profundamente en todo mi ser.  Oh Virgen Purísima, pero también humildísima, ayúdame a conquistar una profunda humildad (51).  Ahora comprendo por qué hay tan pocos santos, porque son pocas las almas profundamente humildes.

Reflexión: La Humildad 3

Oh humildad, flor hermosa, veo que son pocas las almas que te poseen. Dios mismo se complace en ella sobre un alma humilde, están abiertas las compuertas celestiales y un mar de gracias fluye sobre ella.

Consiste la humildad en reconocer que nada somos y cuanto más perfecto es el hombre, tanto más grande dice ser su humildad porque tiene más que dar a Dios. A medida que las gracias nos elevan, nosotros descendemos nuestras gracias que son escalones de nuestra humildad. La humildad es la primera virtud que produce el amor de Jesús. Es la virtud del ruin pecador que se reconoce indigno de toda estima, de todo afecto, de todo favor por parte de Dios. La humildad es la piedra fundamental de la santidad, no hay perfección sin humildad. Cuanto más humilde es un alma, tanto más rica en gracia. Es el precio y la medida de gloria. ¿Cómo puedo hacerme humilde? Solo por medio de Jesucristo. El que enseña la humildad, es el maestro divino de esa virtud. “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. “Debemos imitar su humildad”.

1.-Humildad en el vestir, sencillo y común, sin lujos.
2.-Humildad en el comer alimento, servicio, asientos, mesa.
3.-Humildad en su vivienda, el establo en belén, Nazaret.
4.-La palabra de Jesús es sencilla y respetuosa, el tono de su voz, su compostura, casi tímida, su andar, se pone en último lugar.
5.- Jesús se confunde entre la multitud, nunca busca un lugar distinguido, un lugar de Honor.
6.- Jesús, no se glorifica nunca de nada, toda la gloria la transmite a su Padre, niega todo honor y toda alabanza.
7.- Hasta en sus estados de poder y de gloria, halla Jesús el secreto de ser humilde. La humildad eucarística será en adelante el evangelio de mi corazón, la ley de mi vida y el tesoro. De mi amor.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda humildad a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina…Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.