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ATENCION LE OFREZCO ESTE VIDEO DE LE DOCTORA LIDA OBREGON SOBRE LA VERDAD DE LAS VACUNAS. SI PUEDE VEALO Y LO PASA PARA EXTENDER ESTE MENSAJE EN FAVOR DE LA VIDA. NO SE VACUNE QUE NO VAN CON LA VERDAD DE LA VIDA Y HAY MUCHAS SECUELAS. VA SU LIBERTAD Y RIESGO. MUCHAS GRACIAS.

Leonardo Murialdo, Santo

Fundador, 30 de marzo

Martirologio Romano: En Turín, Italia, san Leonardo Murialdo, presbítero, que fundó la Pía Sociedad de San José, para educar en la fe y la caridad cristianas a los niños abandonados († 1900).

Fecha de beatificación: 3 de noviembre de 1963 por S.S. Pablo VI
Fecha de canonización: 3 de mayo de 1970 por S.S. Pablo VI

Breve Biografía
Leonardo Murialdo no es un hombre lejano: nace en Turín (Italia) el 26 de octubre de 1828 y muere en la misma ciudad el 30 de marzo de 1900. Es una persona dulce y noble, un hermano que se entrega todo a otros hermanos que no tienen casa y familia, que están solos y sin cariño, que non conocen a Dios.

A los 17 años, después de una crisis religiosa, decide consagrarse a Dios y en 1851 recibe la ordenación sacerdotal. Es el cura de los barrios pobres, el apóstol de los pequeños limpiachimeneas, de los chicos de la calle, de los encarcelados, de los jóvenes obreros.

Piensa en la formación profesional de los jóvenes, en su capacitación para el mundo adulto y obrero. En 1866 acepta dirigir el colegio «Artesanitos», una institución para chicos pobres y huérfanos.

Dócil a la voluntad de Dios y para dar continuidad a su misión educativa, el 19 de marzo de 1873 dio vida a la Congregación de San José (Josefinos de Murialdo), formada por sacerdotes y laicos.

La pedagogía de san Leonardo se puede resumir «en el espíritu de dulzura, de paciencia y de familiaridad, porque éste es el secreto para realizar el bien entre los niños y los jóvenes». Este estilo educativo encuentra su fuente en el amor misericordioso de Dios que Murialdo experimentó desde su juventud. Todo esto se puede resumir en el vivir con los niños y jóvenes como «amigo, hermano y padre».

Hoy los Josefinos de Murialdo continúan en la Iglesia su amor hacia los niños y los jóvenes en los centros juveniles, colegios, casa-hogar, parroquias, misiones… Están presentes en varios países de América Latina, de Europa y de Africa.

El 3 de mayo de 1970 Leonardo Murialdo es proclamado santo por el Papa Pablo VI. Su fiesta se celebra el 30 de Marzo, los salesianos lo festejan el 18 de Mayo.

El camino de vuelta a casa

Santo Evangelio según san Juan 5, 17-30. Miércoles IV de Cuaresma

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, me pongo a los pies de tu cruz en silencio. Quiero estar aquí sin decirte nada. No quiero hacer grandes discursos o hermosas oraciones. Lo único que quiero es poner mi corazón en tus manos. Quiero dejarme mirar por ti y quiero darme cuenta que sólo aquí es donde encuentro al gran amigo. Tú conoces bien mi corazón, conoces mis sufrimientos y mis alegrías, sabes que muchas veces te he sido infiel, pero sabes que te amo. Vengo, como san Pedro, para llorar mis pecados y para que Tú los laves y los cures. Hoy te abro las puertas de mi corazón de par en par.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 5, 17-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos (que lo perseguían por hacer curaciones en sábado): “Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo”. Por eso los judíos buscaban con mayor empeño darle muerte, ya que no sólo violaba el sábado, sino que llamaba Padre suyo a Dios, igualándose así con Dios.

Entonces Jesús les habló en estos términos: “Yo les aseguro: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta y sólo hace lo que le ve hacer al Padre; lo que hace el Padre también lo hace el Hijo. El Padre ama al Hijo y le manifiesta todo lo que hace; le manifestará obras todavía mayores que éstas, para asombro de ustedes. Así como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a quien él quiere dársela. El Padre no juzga a nadie, porque todo juicio se lo ha dado el Hijo, para que todos honren al Hijo, como honran al Padre. El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre.

Yo les aseguro que, quien escucha mi palabra y cree en el que me envió, tiene vida eterna y no será condenado en el juicio, porque ya pasó de la muerte a la vida.

Les aseguro que viene la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la hayan oído vivirán. Pues así como el Padre tiene la vida en sí mismo, también le ha dado al Hijo tener la vida en sí mismo; y le ha dado el poder de juzgar, porque es el Hijo del hombre.

No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que yacen en la tumba oirán mi voz y resucitarán: los que hicieron el bien para la vida; los que hicieron el mal, para la condenación. Yo nada puedo hacer por mí mismo. Según lo que oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Jesús viene a traernos el mensaje de la buena nueva, nos viene a sacar de las tinieblas y nos muestra la belleza del bien y de la verdad. Nos enseña el camino difícil, el camino del sacrificio y de la renuncia. Al mismo tiempo nos muestra la belleza del mismo, pues es un camino que da la vida.

El seguir a Cristo nos pide que lo dejemos todo. Nos pide que nos pongamos de pie y que comencemos a caminar. Nos pide, es más, que corramos a su encuentro. Nos pide que volvamos a la casa del Padre.

Sin duda que para el hijo pródigo el camino de vuelta a la casa del Padre fue difícil y agotador. Sin duda que muchas veces se paró y reflexionó de nuevo si de verdad valía la pena volver a la casa paterna. Sin duda que viviría un poco mal, pero bueno, no le faltaría lo necesario y no tendría necesidad de emprender el largo camino. Pero me imagino, que cuando recibió el abrazo del Padre, cuando entró en la casa y contempló la belleza de los campos se dio cuenta que la elección que había tomado era la mejor. Que valía la pena cualquier sacrificio que hubiese hecho, pues el premio había superado todo, porque el premio era el amor. Y eso nadie se lo pudo dar, ni el placer ni el dinero.

Cristo viene a darnos la vida, viene a liberarnos de la esclavitud del pecado y viene a mostrarnos el camino del amor. Sin duda que en esta vida no es fácil y a veces podemos perder la motivación, a veces podemos volver la vista atrás. Será difícil pensar bien de alguna persona o dominarnos cuando queremos decir algo que va a herir a otros. Pero es Cristo mismo el Camino que nos lleva a la vida. Es Él quien nos muestra cómo se llega a la vida eterna.

«Dejar que el Señor nos consuele. ¿Por qué en la liturgia se habla también de consolación? Porque viene del Señor y cuando viene del Señor toca el alma con estos sentimientos. Él viene como juez, sí, pero un juez que acaricia, un juez que está lleno de ternura y hace de todo por salvarnos. Dios juzga con amor, tanto, tanto, tanto que envió a su Hijo, y Juan subraya: no a juzgar sino a salvar, no a condenar sino a salvar. Por eso siempre el juicio de Dios nos lleva a esta esperanza de ser salvados».

(Homilía de S.S. Francisco 99 de diciembre de 2016, en santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Señor, voy a hacer un sacrificio a lo largo del día. Tal vez voy a evitar tomar lo que me gusta en la comida, o voy a evitar lo dulce o voy a estar atento a las necesidades de los demás.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Por qué creo en la Resurrección?

La resurrección de Cristo es el dogma fundamental del Cristianismo.

La resurrección de Cristo es el dogma fundamental del cristianismo. Las Sagradas Escrituras no intenta “demostrar” que Jesús fue resucitado de entre los muertos, pero si presenta evidencias indiscutibles del hecho de que Él verdaderamente resucitó. La resurrección de Cristo está registrada en Mateo 28, 1-20; Marcos 16, 1-20; Lucas 24, 1-53 y Juan 20,1-21 y 25. La resurrección de Jesús aparece también aparece en el libro de los Hechos 1,1-11. Intelectuales, historiadores, han hablado mucho acerca de la existencia de Cristo y su resurrección. En seis puntos pretendo explicarlo.?

1) El sepulcro vacío

 La proclamación de la tumba vacía que narran los evangelios la encontramos muy cercana a los hechos. 

La primera es en I Co 15, 3-8 en un credo muy antiguo que fue establecido muy temprano en la historia de la Iglesia. Marcos lo narró en su Evangelio unos años poco después de que aconteciera por este hecho la tumba vacía no es una leyenda ¿por qué? Las leyendas del mundo antiguo surgían después de muchas generaciones. Aparte del caso de Marcos la simpleza con la que narra la historia y las características de la narración. No se parecen en nada a las leyendas de aquel tiempo.

Asimismo, tenemos los evangelios apócrifos donde narran la resurrección de Jesús y añaden mucha ficción en cosas que parecen más estilo de las leyendas pero en el caso de los evangelios no es así.

Según el evangelio de Nicodemo: “Entonces los judíos propusieron: Mandemos a buscar a los tres hombres que aseguran haberlo visto con sus discípulos en el monte de los Olivos. Y, cuando así se hizo, y aquellos tres hombres llegaron, y fueron interrogados, respondieron con unánime voz: Por la vida del Señor, Dios de Israel, hemos visto manifiestamente a Jesús con sus discípulos en el monte de las Olivas, y asistido al espectáculo de su subida al cielo.

En vista de esta declaración, Anás y Caifás tomaron a cada uno de los testigos aparte, y se informaron de ellos separadamente. Y ellos insistieron sin contradicción en confesar la verdad, y en aseverar que habían visto a Jesús.

Y Anás y Caifás pensaron: Nuestra ley preceptúa que, en la boca de dos o tres testigos, toda palabra es válida. Pero sabemos que el bienaventurado Enoch, grato a Dios, fue transportado al cielo por la palabra de Él, y que la tumba del bienaventurado Moisés no se encontró nunca, y que la muerte del profeta Elías no es conocida. Jesús, por lo contrario, ha sido entregado a Pilatos, azotado, abofeteado, coronado de espinas, atravesado por una lanza, crucificado, muerto sobre el madero, y sepultado. Y el honorable padre José, que depositó su cadáver en un sepulcro nuevo, atestigua haberlo visto vivo. Y estos tres hombres certifican haberlo encontrado con sus discípulos en el monte de los Olivos, y haber asistido al espectáculo de su subida al cielo.”

Además, Jesús no está actualmente en la tumba y no estaba en la tumba. Actualmente no podemos encontrar la tumba de Jesús por ningún lado y mucho menos que podemos encontrar a Jesús en una tumba. Muchos hombres célebres o fundadores de otras religiones podemos encontrar su tumba como el caso de Diego Rivera que está en la Rotonda de los personajes ilustres en el panteón de Dolores, o la tumba de los Santos Padres en el Vaticano. Pero no es el caso de Jesús, no es el hecho que podamos encontrar a Jesús en la tumba. El hecho que personas de aquél tiempo sabían exactamente donde estaba la tumba. Si alguien quería decir que no era cierta la proclamación de los apóstoles solo tenía que ir y ver si Jesús estaba ahí o no. Pero el hecho de que esto no pasó es una evidencia de que Jesús no estaba en la tumba. Porque en el tiempo que Jesús murió y fue sepultado. La gente no pudo comprobar de que Jesús seguía en la tumba. Aparte de que las costumbres y cosas que sucedieron entorno a la resurrección de Jesús. Los judíos trataron de contradecir la proclamación de los apóstoles. Pero los judíos nunca dijeron que Jesús seguía en la tumba.

Los judíos que estaban en contra de la resurrección de Jesús partieron del hecho de que Jesús no estaba en la tumba. Nadie dudaba de eso. Los judíos lo que hicieron fue tratar de sobornar algunos falsos testigos para que dijeran que los guardias se habían dormido y que su cuerpo había sido robado de noche. Pero los mismos judíos que acababan de contradecir la resurrección de Jesús aceptaron que la tumba estaba vacía.

2) Muchos testigos oculares de la Resurrección y muerte de Jesús. Las primeras en ver a Jesús resucitado fueron María Magdalena y las santas mujeres, que iban a embalsamar el cuerpo de Jesús (Mc16,1; Lc 24, 1) enterrado a prisa en la tarde del Viernes Santo por la llegada del Sabbat ( Jn 19, 31. 42) fueron las primeras en encontrar al Resucitado (Mt 28, 9-10; Jn 20, 11-18). Así las mujeres fueron las primeras mensajeras de la Resurrección de Cristo para los propios Apóstoles ( Lc 24, 9-10)como lo fue la Virgen María al comienzo del Evangelio en recibir el mensaje de que ella había sido elegida para la Encarnación del Hijo de Dios.

Pablo menciona a varios en “fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún y otros ya han muerto. Después apareció a Jacobo y después a todos los apóstoles. Por último, como a un abortivo, se me apareció a mí.” (1 Cor 15,4-8) pero es muy importante ver la mención que Pablo hace que se les apareció a 500 personas y que Jesús se les apareció a la misma vez. Pero lo más interesante es que muchos de estos testigos vivían en el tiempo de San Pablo. Es como si Pablo dijera si tienen dudas vayan y hablen con ellos.

En los Hechos de los Apóstoles se hablan de más testigos oculares “Lo levantó de entre los muertos; y por muchos días se apareció a los que habían subido con El de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son Sus testigos ante el pueblo.” (Hch 13,31 )

En (Hch 2,32) dice que los “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.”

Von Balthasar dice que: “Las afirmaciones fundamentales de la fórmula son dos: En primer lugar, hay un gran número de testigos de la resurrección; el hecho de que se les hoy se les pueda preguntar la resurrección; más bien remite a los testigos escogidos de antemano” entre los cuáles se incluye a sí mismo.”

3) Incrédulos que se convirtieron

Pablo era el perseguidor por excelencia de “Cristianos”. Él era fariseo y era imposible que creyera en Jesús. Él era un gran soldado y estaba en contra de los Cristianos pero Jesús se le apareció a Pablo camino a Damasco (Hch 9,1-18). Pablo fue luego el que más escribió sobre Jesús en el nuevo testamento y el gran misionero.

Muchos judíos se convirtieron después de que él resucitara y abandonaron su vida, sus tradiciones, su religión. Algo que casi imposible que pasara. ¿Cómo podemos explicarnos esta transformación? Si Jesús no Resucitó.

4) Los discípulos murieron por la Resurrección

Los discípulos fueron martirizados por aceptar la muerte y resurrección de Cristo. Uno puede decir que muchos mueren por sus creencias. Cualquiera puede morir, pero los apóstoles tuvieron una posición única. Ellos pudieron comprobar si sus creencias eran ciertas o falsas. El hecho de que ellos estuvieron presentes si era falso o cierto y por el hecho de que fueron mártires dijeron que esto era muy cierto. ¿Hubieran muerto los apóstoles por algo que supieron que fuera mentira?

5) El Nacimiento de las Iglesias que se hacen entorno a la figura de Cristo

Pablo (1Cor 15,14) dice que sin la Resurrección nuestra fe es vana. El cristianismo creció y fue fundamentado en la Resurrección, se expandió muy rápido por todo el imperio Romano pasaron por muchas persecuciones y sufrimiento y nada destruyó la Iglesia porque estaban parados sobre la Resurrección de Jesús. El imperio romano ya se extinguió. Pero si hubiera estado fundado sobre algo tan firme como la Resurrección. Hay leyendas. La expansión de la Iglesia hoy en día es la evidencia de que Jesús realmente Resucitó La resurrección es uno de los fundamentos de nuestra Fe. 

Con la Resurrección Jesús demostró que realmente él venció a la muerte y que su obra en la Cruz es poderosa para salvar y dar vida. Jesús al resucitar ganó una nueva vida para nosotros. No hay forma de negar la Resurrección. Esta es nuestra esperanza.

6) Lo que dicen otros historiadores sobre Jesús

Flavio Josefo (93 d.C)

El historiador judío (37 a 110 d.C.) recoge en el texto conocido como «Testimonium flavianum» de su libro «Antigüedades judías (91-94)» una referencia a Jesús que, si bien se cree que fue retocada con las frases abajo entre paréntesis, se considera auténtico: «En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, (si es lícito llamarlo hombre); porque fue autor de hechos asombrosos, maestro de gente que recibe con gusto la verdad. Y atrajo a muchos judíos y a muchos de origen griego. (Él era el Mesías) Y cuando Pilato, a causa de una acusación hecha por los principales de entre nosotros lo condenó a la cruz, los que antes le habían amado, no dejaron de hacerlo. (Porque él se les apareció al tercer día de nuevo vivo: los profetas habían anunciado éste y mil otros hechos maravillosos acerca de él) Y hasta este mismo día la tribu de los cristianos, llamados así a causa de él, no ha desaparecido».

Tácito (116 d.C)

El historiador romano (56 a 118 d.C) menciona a «Cristo» en sus «Anales» escritos hacia el año 116 d.C. al hablar sobre Nerón y el incendio de Roma en el año 64. Informa de la sospecha que existía de que el propio emperador había ordenado el fuego y recoge cómo «para acallar el rumor, Nerón creó chivos expiatorios y sometió a las torturas más refinadas a aquellos a los que el vulgo llamaba “crestianos”, [un grupo] odiado por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien, bajo el reinado de Tiberio, fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo, no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervientemente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo».

Plinio, el joven (112 d.C)

Procónsul en Bitinia del 111 al 113 y sobrino de Plinio el Viejo. Se conservan 10 libros de cartas que escribió. En la carta 96 del libro 10escribe al emperador Trajano para preguntarle qué debía hacer con los cristianos, a los que condenaba si eran denunciados. En ella cita tres veces a Cristo y señala que los cristianos decían que toda su culpa consistía en reunirse un día antes del alba y cantar un himno a Cristo «como a un dios»: «Decidí dejar marcharse a los que negasen haber sido cristianos, cuando repitieron conmigo una fórmula invocando a los dioses e hicieron la ofrenda de vino e incienso a tu imagen, que a este efecto y por orden mía había sido traída al tribunal junto con las imágenes de los dioses, y cuando renegaron de Cristo

Suetonio (120 d.C.)

El historiador romano (70-140 d.C.) hace una referencia en su libro «Sobre la vida de los Césares» donde narra las vidas de los doce primeros emperadores romanos. En el libro V se refiere a un tal «Chrestus» al mencionar la expulsión de los judíos de Roma ordenada por el emperador Claudio: «Expulsó de Roma a los judíos que andaban siempre organizando tumultos por instigación de un tal Chrestus».

Luciano (165 d.C)

El escritor griego Luciano de Samosata satiriza a los cristianos en su obra «La muerte de Peregrino»: «Consideraron a Peregrino un dios, un legislador y le escogieron como patrón…, sólo inferior al hombre de Palestina que fue crucificado por haber introducido esta nueva religión en la vida de los hombres (…) Su primer legislador les convenció de que eran inmortales y que serían todos hermanos si negaban los dioses griegos y daban culto a aquel sofista crucificado, viviendo según sus leyes».

Mara Bar Sarapión (Finales del Siglo I)

Existe una carta de Mara Ben Sarapión en sirio a su hijo en la que se refiere así a Jesús, aunque no lo menciona por su nombre: «¿Qué provecho obtuvieron los atenienses al dar muerte a Sócrates, delito que hubieron de pagar con carestías y pestes? ¿O los habitantes de Samos al quemar a Pitágoras, si su país quedó pronto anegado en arena? ¿O los hebreos al ejecutar a su sabio rey, si al poco se vieron despojados de su reino? Un dios de justicia vengó a aquellos tres sabios. Los atenienses murieron de hambre; a los de Samos se los tragó el mar; los hebreos fueron muertos o expulsados de su tierra para vivir dispersos por doquier. Sócrates no murió gracias a Platón; tampoco Pitágoras a causa de la estatua de Era; ni el rey sabio gracias a las nuevas leyes por él promulgadas».

Celso (175 d.C)

En «Doctrina verdadera» ataca a los cristianos. Aunque no se conserva su libro, sí muchas de sus citas por la refutación que escribió Orígenes unos 70 años después.

Conclusión

No podemos pasar desapercibido que Jesús es el hijo de Dios que se hizo hombre y que murió por nosotros Gregorio de Nisa dice: “Si le preguntamos al misterio, más bien dirá que su muerte no fue consecuencia de su nacimiento, sino que asumió el nacimiento para poder morir”

 “Decisiva es la identificación de resurrección y aparición; la resurrección no es algo que esté más allá de la historia” por eso tampoco se puede hablar de un simple margen histórico del evento, sino que Jesús ha resucitado en la historia.”

“Pero para hacerse igual a nosotros tomó sobre sí lo penoso, quiso pasar hambre y sed, dormir, no resistir al sufrimiento, obedecer a la muerte, resucitar visiblemente. En todo ello ofreció su propia humanidad como sacrificio de primicias.”

Hoy en día podemos ver que el apostolado del cristianismo primitivo no depende del envío histórico de los disípulos por parte del rabí de Nazaret, sino que tienen fundamento en las apariciones del Resucitado”. La misión es la meta principal de las apariciones que en modo alguno se apoyan en sí mismo, sino que fundan la Iglesia.

Evidentemente sin la tumba vacía nos se habría podido anunciar a la resurrección de Jesús en el ámbito judío.

“Se puede constatar que la cuestión central de este debate en el momento presente se sitúa ante este dilema: si y en qué sentido se puede afirmar que Dios ha producido por medio de una acción suya la experiencia pascual de los discípulos y si los textos, por tanto afirmar que Dios ha obrado en Jesús al morir y le ha resucitado, posibilitando así que Jesús Resucitado se encuentre con sus discípulos como el “viviente por excelencia” como irrupción de la última y definitiva acción de Dios en el mundo de la resurrección de Jesús.

O, diversamente ¿se trataría tan solo de una acción de Dios en la fe de los discípulos de modo que éstos se conviertan en seguidores auténticos de Jesús y continuadores de su obra, al margen de los Dios hubiera realizado o no en Jesús después de la muerte? En todo caso, los textos del Nuevo Testamento presuponen que es Jesús mismo, el Resucitado, el que irrumpió en la vida de los primeros testigos dela resurrección de Jesús.

 Ahora bien, conviene tener presente que la respuesta a tal cuestión no solo decide la comprensión del mensaje de la Resurrección de Jesús en sí mismo, sino la misma comprensión de la revelación y, en último término, de Dios, ya que Éste se revela precisamente en la Resurreción de Jesús de un modo real y no puramente simbólico, y lo hace de forma máxima e insuperable, como el Dios de Jesucristo. Este Dios es el que la historia de la humanidad, gracias a la primicia (1 Cor 15,20) que es la Resurrección de Jesús, “vivifica a los muertos y llama a la existencia a los que no existen.”

La ambulancia del Papa para los niños heridos por la guerra

El Limosnero Apostólico llegó el domingo a la ciudad ucraniana de Leópolis.

Una muestra de cercanía, de apoyo, de ayuda a una población que está sufriendo mucho por la guerra en Ucrania. El cardenal Konrad Krajewski, Limosnero del Papa, siempre ha representado «los primeros auxilios de la caridad» y, a instancias de Francisco, llevó a Leópolis (Lviv) una ambulancia, equipada con todo el material médico, recorriendo unos 2.000 km. Las autoridades ucranianas, que en las últimas semanas han acogido a 250.000 desplazados de las zonas de guerra, recibieron el regalo del Pontífice, que bendijo la ambulancia en el Vaticano.

«Tengo el privilegio de entregar en nombre del Santo Padre el regalo especial de la ambulancia, que es un símbolo, porque la ambulancia salva vidas. El Papa es siempre el que construye puentes, el que trae la paz, así que esta ambulancia es para la gente que sufre, pero también representa el abrazo del Santo Padre», explica el purpuarado y añade:

Es una forma de decir: «Estoy cerca de ustedes, sufro con ustedes, pido y ruego la paz para este país que está en grandes dificultades. Ya he entregado al prefecto de Lviv esta ambulancia y me ha dado las gracias. Ha dado las gracias al Santo Padre y ha dicho que la ambulancia está destinada al hospital pediátrico precisamente para salvar a los niños que vienen de la guerra».

Para los niños heridos

El beneficiario de la donación del Papa será el Centro Regional de Salud Materno-Infantil. Uno de los representantes de las autoridades ucranianas aseguró que se trata de un regalo importante porque el número de refugiados en la zona ha aumentado considerablemente.

«¡Gracias Cardenal Krajewski! Agradecemos al Papa Francisco por sus oraciones, por acordarse de Ucrania: ¡nos da fuerza! Queremos que nuestra próxima generación no vea la guerra y esté sana».

Al final de la mañana, el Limosnero rezó en la catedral de Lviv. Es la segunda vez que viene a Ucrania para llevar el apoyo del Papa. Del 6 al 12 de marzo también visitó Rivne, Zhovkva y otros lugares para ofrecer ayuda, apoyo y esperanza en nombre de Francisco.

¿Por qué el Padre elige este camino?

Martes Santo. Padre, aparta de mí este cáliz; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú.

Getsemaní es el momento de la obscuridad de la voluntad de Dios; momentos en los cuales el mismo Cristo pide que se le aparte el cáliz: «¡Abba, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.»

San Marcos refleja la obscuridad que se presenta dentro del alma de Cristo. Los comentaristas de la Escritura siempre han visto aquí un momento en el cual como que Cristo viene a preguntarse: Todo lo que yo voy a hacer, ¿merecerá la pena?

No hay que olvidar el tremendo realismo que supone para Cristo la encarnación, y Él no ha querido, en cierto sentido, ahorrarse ni siquiera esas obscuridades interiores de saber si verdaderamente merecería la pena todo el esfuerzo que Él iba a hacer.

Pero junto con esta obscuridad, hay también otra obscuridad en el camino de Cristo, en el alma de Cristo: ¿Por qué el Padre elige ese camino? ¿Por qué no eligió otro? La elección del camino por parte del Padre es una elección que entra dentro del misterio eterno. ¿Por qué razón la cruz, por qué tanto sufrimiento, por qué tanto dolor? Y si es tremenda la obscuridad ante el camino particularmente duro que se le muestra a Cristo, creo que hay un aspecto muy preocupante y difícil, que es el hecho de que Dios Padre busca en Él el abandono total sin condiciones.

Cristo se sabe Hijo, se sabe, por lo tanto, amado por el Padre, a pesar del dolor que puede embargar el corazón, a pesar de la sangre que pueda brotar de la herida que le produce la renuncia de sí mismo. Sabe que el Padre le exige un abandono total, sin condiciones.

«Si es posible, que pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya». Cristo es consciente de que su amor por el Padre no puede tener otra opción sino la renuncia de sí mismo. ¿Qué amor sería el que desconfiara de su fuerza sobre el odio, sobre el dolor, sobre la renuncia total? Cristo se sabe amado por toda la eternidad, desde toda la eternidad, pero eso no le ahorra ni un momento de obscuridad.

El relato evangélico es suficientemente claro respecto a esta obscuridad y soledad que nuestro Señor siente ante la voluntad del Padre. Entremos en la obscuridad en el alma de Cristo.

Cristo ha querido tocar todo el dolor humano, y por eso, también Cristo ha querido, como tantas almas humanas, pasar por la obscuridad, de manera que también el alma de Cristo asuma sobre sí la obscuridad y la redima por medio de la oblación libre, del ofrecimiento libre al Padre.

Cristo sabe que el amor no quita del alma la presencia de la soledad purificadora, que reclama un desprendimiento absoluto de todo lo que podría haberle servido de soporte; la soledad del que tiene que lanzarse a la obscuridad, al dolor, a la angustia; la soledad del que sabe que su camino entra al desfiladero de la muerte, del despojo absoluto de toda seguridad humana; la soledad del que siente en su alma el mordisco implacable de la tristeza y de la amargura. Esa soledad que nadie puede evitar al hombre cuando quiere vivir sin pactos fáciles todas las exigencias de su identidad; una profunda soledad interior que reclama una verdadera convicción, para dar hacia adelante el siguiente paso, para darlo con decisión, con energía, porque sabe que su soledad no es excusa para no entregarse al Padre.

Cristo quiere tocar la soledad de todos los hombres, de los hombres que se sienten retados por la obscuridad del alma ante la misión que se les confía. Y el alma de Cristo es consciente de que esa soledad que Él revive por su libre oblación es posible superarla a través de la oración. Y Cristo busca la oración, busca el contacto con el Padre. Cristo busca el encuentro con su Padre para fortalecerse, quizá no para superar la obscuridad. Porque no hay que olvidar que muchas veces la obscuridad no se supera sino que simplemente se soporta. Muchas veces la obscuridad no se puede quitar, no se puede arrancar del alma por mucho que se quiera.

En el alma de Cristo está presente la obscuridad que proviene del dolor interior, que proviene del peso de los pecados ajenos, y Cristo se abraza a este cáliz del Señor. Cristo quiere ser capaz de corresponder a su Padre abrazándose al cáliz que se le ofrece. Cada uno de nosotros debemos preguntarnos también por todas nuestras obscuridades. No es difícil ser fiel cuando todo es claro, cuando todo es amable. La fidelidad es difícil, más difícil todavía, cuando se realiza en la obscuridad, cuando sólo sabes que tienes que ser fiel, cuando sólo te queda la convicción de que tienes que seguir adelante. Y así es la fidelidad de Cristo en Getsemaní. «Si es posible que pase, pero no lo que yo quiera sino lo que quieras tú». Como dirá la carta a los Hebreos: «Aprendió con gritos y con lágrimas la obediencia, y así se constituyó en causa de salvación para todos los que le obedecen.»

¿Qué hago yo con mis noches en la obscuridad cuando no entiendo qué quieren de mí? ¿Qué hago cuando soy tomado por Dios en caminos que yo no habría escogido para mí, cuando la misión es difícil, cuando el reclamo de la misión supone dar más todavía, cuando yo pensaba que ya estaba en el borde y más no se podía dar?

No tenemos que olvidar que la firmeza interior está en el homenaje de la libertad, en la ofrenda de mi libertad que se vuelve a ofrecer a Dios en medio de la obscuridad. Esa es la fidelidad interior, esa es la firmeza de mi alma. Cristo me da el ejemplo, y Cristo es fiel a sí mismo, fiel a su identidad, fiel a su Padre y fiel a mí, aunque lo único que ve es la obscuridad de una muerte ignominiosa. Fiel, aunque sabe que lo único que lo espera es la noche, el tiempo de las tinieblas, la hora en que el poder, la fuerza, es misteriosamente entregada a los enemigos del Dios fiel que nunca abandona a sus hijos. Cristo es fiel para mí, aunque yo no vea nada, aunque no entienda, aunque a mis ojos el panorama sea sólo la obscuridad, porque la fidelidad en la obscuridad es otro nombre del amor.

Explicación de la Semana Santa, Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo, Domingo de Resurrección, Recursos, Semana Santa para niños y mucho más.

¿La Cuaresma son solo los signos visibles?

La Cuaresma es un tiempo especial de preparación y en nuestra familia sería bueno implementar algunas acciones que nos ayuden a esta preparación.

A pesar de que la Cuaresma es una época cargada de signos visibles , es necesario también vivir signos internos que nos hagan vivir internamente la espiritualidad que el tiempo litúrgico nos invita, por eso te dejo mis 5Tips para vivir más espiritualmente la Cuaresma en familia.

PRIMERO. Entiendan qué pasa en la Cuaresma.

En muchas ocasiones no comprendemos en toda la extención de la palabra lo que es la Cuaresma y lo que nos debe ayudar para vivir una Semana Santa plenamente.

La Cuaresma es un tiempo especial de preparación, principalmente espiritual, para que acompañemos a Jesús en los días en que mas amor ha derramado al mundo, los días de su Pasión, Muerte y Resurrección, y para eso debemos entrenarnos para seguirle el ritmos.

en nuestra familia sería bueno implementar algunas acciones que nos ayuden a esta preparación conforme a las diferentes edades de los miembros de ella.

SEGUNDO. Prepara una pequeña reflexión diaria en familia.

Esto es muy fácil si tomamos un versículo del pasaje del evangelio que recuerda la Pasión de Jesús, o también puede ser la reflexión del tiempo en que Jesús predicó y se preparó en el desierto para fortalecer su espíritu para el gran acontecimiento del Amor, para dar Su vida por nosotros.

La reflexión no tiene que ser muy larga ni muy profunda, solo es cuestión de irnos metiendo en el ambiente de recogimiento y de sacrificio que debemos vivir en la Cuaresma.

Si tenemos hijos pequeños también podríamos preparar algunas láminas para que las iluminen o algo de material didáctico para que aprendan jugando.

TERCERO. Hagan propósitos que puedan cumplir.

Es una actividad muy antigua hacer un calendario de cuaresma y poner un propósito para cada día, pero a veces ponemos cosas que son casi imposibles de alcanzar o que de poco sirven para nuestro crecimiento personal.

De preferencia, los propósitos deben ser personales y bien enfocados a nuestra vida interior.

CUARTO. Que el ambiente familiar sea de recogimiento.
Es bueno que nuestros hijos noten un cambio en la dinámica familiar para que comprendan que es un tiempo especial y que todo en nuestra vida debe ir acorde a lo que estamos viviendo en la parte espiritual.

Por ejemplo, podemos implementar vivir verdaderamente el ayuno y la abstinencia y explicarles a nuestros hijos el significado que tiene y los beneficios que trae vivir el ayuno o la abstinencia. 

QUINTO. Que haya un cambio real en la vida familiar.

El objetivo de los signos visibles es que haya un cambio interior real, sirven para recordarnos que estamos en tiempos especiales.

Pero si solo nos hacen presumir de que los estamos viviendo o que somos mejores personas que la familia de enfrente porque nosotros estamos viviendo todos los signos visibles, aunque los interiores no, estamos teniendo un mal concepto de la Cuaresma.

Lo mas importante es que logremos vivir de una forma diferente y mucho mas profunda la Cuaresma de este año para lograr vivir más íntimamente la Pasión, muerte y Resurrección de nuestro Amado Jesús.

Novena a la Divina Misericordia

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad (del Viernes Santo hasta el sábado anterior al

Domingo de la Misericordia [30 de marzo al 7 de abril de 2018])

Por: Santa Faustina Kowalska

El Viernes Santo del año 1937, Jesús le pidió a Santa Faustina que rezara una novena especial antes de la Fiesta de la Misericordia, desde el Viernes Santo. Él mismo le dictó las intenciones para cada día. Por medio de una oración específica, ella traería a su Corazón a diferentes grupos de almas cada día y las sumergería en el mar de su misericordia. Entonces, suplicaría al Padre, por el poder de la Pasión de Jesús, que les concediera gracias a estas almas.

Celebración de la Fiesta de la Misericordia

Para observar la Fiesta de la Misericordia, debemos:

1.- Celebrar la Fiesta el domingo después de la Pascua de Resurrección.

2.- Arrepentirnos sinceramente de todos nuestros pecados.

3.- Confiar por completo en Jesús.

4.- Confesarnos preferiblemente antes de ese domingo.

5.- Recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta.

6.- Venerar (hacer un acto o demostración de profundo respeto religioso hacia ella por la persona a quien representa, en este caso a nuestro Señor Jesucristo) la Imágen de la Divina Misericordia.

7.- Ser misericordioso con los demás a través de nuestras acciones, palabras y oraciones a nombre de ellos.

Deseo
Dijo el Señor a Sor Faustina: Durante esos nueve días lleva a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi Padre (…) Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga pasión.

NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
Se recomienda que se recen las siguientes intenciones y oraciones de la novena junto con la Coronilla de La Divina Misericordia, ya que Nuestro Señor pidió específicamente una novena de Coronillas, especialmente antes de la Fiesta de la Misericordia.

Cómo rezar la Coronilla a la Divina Misericordia (en un rosario común)

1.- Un Padre nuestro.

2.- Un Ave María.

3.- Un Credo de los Apóstoles.

4.- En la cuenta grande antes de cada decena:

Padre Eterno,
te ofrezco
el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad
de tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo.
para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.

5.- En las diez cuentas pequeñas de cada decena:

Por su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.

6.- Al final después de las cinco decenas:

Santo Dios
Santo Fuerte
Santo Inmortal,
ten piedad de nosotros
y del mundo entero.
(tres veces)

PRIMER DÍA
Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas.

Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu Compasivísimo Corazón y nunca los dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el Compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa Pasión muéstranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

SEGUNDO DÍA

Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.

Jesús Misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el Cielo.

Padre Eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

TERCER DÍA
Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.

Jesús Misericordiosísimo, que desde el tesoro de tu misericordia les concedas a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu Compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre Celestial.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo y por su dolorosa Pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

CUARTO DÍA
Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.

Jesús Compasivísimo, que eres la Luz del mundo entero, acoge en la morada de tu Piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen para que también ellas, unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de tu Compasivísimo Corazón.

Padre Eterno, vuelve tu mirada misericordiosa sobre las almas de aquellos que no creen en ti y de los que todavía no te conocen, pero que están encerradas en el Compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

QUINTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga Pasión, desgarraron mi Cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi Pasión.

Jesús Misericordiosísimo, que eres la Bondad Misma, tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu Compasivísimo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu Compasivísimo Corazón, sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga Pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el Compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

SEXTO DÍA

Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.

Jesús Misericordiosísimo, tú mismo has dicho: «Aprended de mí que soy manso y humilde de Corazón». Acoge en la morada de tu Compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre Celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu Compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el Compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

SÉPTIMO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi Pasión y penetraron más profundamente en mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.

Jesús Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el Amor mismo, acoge en la morada de tu Compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.

Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: «a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, yo Mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

OCTAVO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que están detenidas en el purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi Sangre refresquen el ardor del Purgatorio.

Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi Justicia. Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi Justicia.

Jesús Misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí que yo llevo a la morada de tu Compasivísimo Corazón a las almas del Purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adecuada a tu Justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del Purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el Purgatorio y que están encerradas en el Compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su Sacratísima Alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen límites. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

NOVENO DÍA

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este Cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.

Jesús Misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu Piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús Compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque tú lo puedes todo.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la Misericordia, te suplico por la amarga Pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

Sor Faustina y la Divina Misericordia

San Leonardo Murialdo, un sacerdote entregado a la educación

Este italiano fundó la Pía Sociedad de san José, dedicada a la enseñanza de niños y jóvenes

San Leonardo Murialdo nació en Italia en el seno de una familia cristiana. Era el penúltimo de 8 hermanos y quedó huérfano de padre a los 5 años. Estudió Teología y fue ordenado sacerdote en 1851; ese mismo año falleció su madre. Colaboró con los oratorios de los salesianos. Dirigió el colegio Los Artesanitos (Artigianelli) de Turín y más tarde fundó la Pía Sociedad de San José de Turín, conocida como Josefinos de Murialdo, dedicada a la educación de niños y jóvenes. Murió de una pulmonía fulminante el 30 de marzo de 1900 en Turín. Oración por intercesión de san Leonardo Murialdo

Señor, Dios bueno y misericordioso,
te damos gracias por el testimonio evangélico de san Leonardo Murialdo;
te pedimos nos ayudes a imitar su ejemplo y a superar las dificultades de la vida. Tú, que se lo entregaste a los jóvenes como amigo, hermano y padre,
concédenos la gracia de continuar su misión en la Iglesia
con caridad humilde y valiente confianza,
para que el mundo te conozca y crea en tu amor.
Amén.

El Papa advierte sobre la «anestesia» del alma y perder los «sentidos espirituales»

Antoine Mekary | ALETEIA

Papa Francisco en el Aula Pablo VI

¿Sordo, ciego y mudo ante el dolor de los más pequeños, los ancianos y los que sufren? Entonces, probablemente, el alma está anestesiada…

El papa Francisco ha invitado hoy a afinar los sentidos espirituales en una sociedad que exalta el placer de los sentidos físicos y que, al mismo tiempo, “anestesia” los sentidos espirituales. 

En la audiencia general de este miércoles 30 de marzo de 2022, el Papa advirtió que “se corre el peligro de ser insensibles ante el sufrimiento y la fragilidad”. 

Ante los fieles y peregrinos congregados en el Aula Pablo VI,  Francisco alertó sobre la insensibilidad espiritual que lleva  a “descartar a las personas mayores, que van perdiendo las fuerzas de su juventud” y a todas las personas frágiles y necesitadas. 

El Pontífice ha continuado su ciclo de catequesis sobre la ancianidad, y hoy invitó a contemplar  “a Simeón y Ana”. 

“La razón de vivir de estos ancianos era esperar la visita de Dios; y lo hicieron llenos de vitalidad espiritual, en una actitud de oración servicio”

“Al final de sus vidas, ambos supieron reconocer en el Niño Jesús al Salvador, fuente de paz y consuelo. Su ejemplo nos enseña que la fidelidad en la espera afina los sentidos espirituales y nos hace más sensibles para reconocer los signos de Dios”, afirmó el Papa. 

Por ello, insistió en no permitir que el alma sea golpeada por una “anestesia”, al igual que  “los sentidos espirituales”. 

El Pontífice invita a no dejar que el alma sea insensible. «Esta no se refiere simplemente al pensamiento de Dios o de la religión».  

«La insensibilidad de los sentidos espirituales se refiere a la compasión y la piedad, la vergüenza y el remordimiento, la fidelidad y la entrega, la ternura y el honor, la responsabilidad propia y el dolor por el otro.».

El Papa dijo que así se pierde la sensibilidad del alma se pierde la calidez humana:

«Ciertamente, la retórica de la inclusión es la fórmula de rito de todo discurso políticamente correcto. Pero todavía no trae una real corrección en las prácticas de la convivencia normal: cuesta que crezca una cultura de la ternura social. El espíritu de la fraternidad humana – que me ha parecido necesario reiterar con fuerza – es como un vestido en desuso, para admirar, sí, pero… en un museo».

¿Protagonismo o testimonio?

El Obispo de Roma explicó que cuando uno acepta de no ser protagonista, sino que involucra a los otros siendo “testigo”, entonces hace bien. “Ese hombre y esa mujer está madurando bien. Pero, sí, en cambio, siembre siente el deseo de ser protagonista o nada, jamás madurara este camino hacia la plenitud de la vejez. 

“La visita de Dios “no se encarna en la vida de aquellos que quieren ser protagonistas, sino que buscan ser testigos” y “no los lleva a la escena como salvadores: Dios no se hace carne en su generación, sino en la generación que debe venir”. 

Francisco afirmó que estas personas viven con “superficialidad”. “Es la gran generación de los superficiales que no se conceden sentir las cosas con la sensibilidad del Espíritu”. 

El Papa sostuvo que esta superficialidad llega por insensibilidad y, por otro lado, por pereza. 

Por eso, sostuvo, “es importante el diálogo entre las generaciones para que los ancianos transmitan su sabiduría a los jóvenes, y los jóvenes escuchen a los ancianos, promoviendo un espíritu de fraternidad y de “ternura social”. 

Por último, el Papa saludó a los los fieles y peregrinos venidos de todo el mundo y en español rezó: “pidamos al Espíritu Santo que ilumine nuestros sentidos espirituales para que descubramos los signos de Dios en nuestra vida y seamos testigos alegres de su presencia en medio del mundo”.