Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Jesús.- De todas Mis llagas, como de arroyos, fluye la misericordia para las almas, pero la herida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta fuente brotan todas las gracias para las almas. Me queman las llamas de compasión, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres. Habla al mundo entero de Mi misericordia.

Reflexión: Mirarán al que traspasaron

Pero la herida de mi corazón es la fuente de la misericordia. Sin límites, de esta fuente brotan todas las gracias para las almas. Al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado y al punto salieron sangre y agua. “El que tenga sed, que venga a mí y el que cree en mí que beba”, como dice la escritura, de su ulterior manarán torrentes de agua viva. Al decir esto, Jesús se refería al Espíritu que habían de recibir los que creyeran en Él. Mirarán al que traspasaron, al mirarlo, también nosotros porque todos en El, pusimos nuestras manos y venas que mediante la herida abierta en el costado, ha quedado patente el camino que nos lleva hacia el corazón de Jesús, camino que no se cierra. Métete en el costado abierto de Nuestro Señor Jesús hasta hallar cobijo seguro en su llagado corazón. Ahí, encontrarás la paz, el amor de Dios, la gracia santificante, la vida sobrenatural. Brota la Iglesia con sus sacramentos. Dice San Buenaventura hablando de las llagas de Cristo, de sus pies, de sus manos y de su costado, aquí quiero sosegar y descansar, dormir y orar. Aquí hablaré a su corazón y me ha de conceder todo cuanto le pidiere. “¡Oh muy amables llagas de nuestro piadoso Redentor, en ellas vivo y de sus manjares me sustento!”. Y al pie de la cruz, María comprende y sufre como co-redentora. Su Hijo ya no la puede sentir, ella sí. Y así se acaba de cumplir hasta el final, la profecía de Simeón “una espada traspasará tu alma”. De este cuerpo inerte, brota la vida, la sangre sagrada y el agua bendita. En la imagen de la Misericordia se ven los torrentes de su Misericordia, los rayos que brotaron del Corazón de Cristo desde las entrañas más profundas de su misericordia cuando su corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. La mejor manera de consolar su corazón es poner toda la confianza en Él.

 Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el descansar en su corazón traspasado a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.