Francisco: La vida del cristiano «no es una actuación donde se pueda llevar máscara»
En el Ángelus de este 21 de noviembre, Francisco indagó sobre el origen de la libertad de Jesús y propuso a los cristianos «ser verdaderos, sin dobleces».
21 noviembre 2021
Este 21 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey del Universo, el Papa Francisco ha comenzado su comentario previo al ángelus destacando el servicio y la cruz como base de la realeza de Cristo y el deber de los cristianos de incorporarlos al quehacer cotidiano.
“Él no viene para dominar, sino para servir. No llega con los signos de poder, sino con el poder de los signos. No se ha revestido de insignias valiosas, sino que está desnudo en la cruz”.
Y sin embargo, descubre Francisco, “es precisamente en la cruz donde Jesús es definido como Rey. Su realeza está más allá de los parámetros humanos, y podríamos decir que no es un rey como nosotros, sino rey por los otros”.
“Cuando Cristo se encontraba ante Pilatos, cuando la multitud esta en su contra, le dice que Él es rey”, relata Francisco, “mientras que cuando le seguían y aclamaban, tomó distancia de esta exclamación”.
La verdad, origen de la libertad de Jesús
De este modo, “Jesús se muestra soberanamente libre del deseo de gloria y fama terrena. ¿Y nosotros?”, planteó el Papa. “¿Sabemos imitar a Jesús en esto? ¿Sabemos gobernar nuestra tendencia de ser continuamente aprobados? ¿O lo hacemos todo por ser estimados por los otros?”. El Santo Padre profundizó en los rasgos del reinado de Cristo enseñando que “evita toda búsqueda de grandeza terrenal” y que “hace libre y soberano el corazón de quien lo sigue y nos libera del sometimiento del mal».
«Su reino es liberador”, añade. “No tiene nada de opresivo, y trata a cada discípulo como un amigo, no como súbdito. Siguiendo a Jesús, uno no pierde nada, adquiere dignidad”.
Francisco finalizó su comentario escudriñando el origen y frutos de la libertad de Jesús. “Lo descubrimos volviendo a su afirmación ante Pilatos: `Yo soy Rey. Para esto he nacido y venido al mundo, para dar testimonio de la Verdad´. La libertad de Jesús viene de la verdad, es la verdad la que nos hace libres”, afirmó. Una verdad que “no es abstracta”, explica. “Es una realidad. Es Él mismo el que hace la verdad dentro de nosotros, nos libera de las falsedades que tenemos dentro, del doble lenguaje… Estando con Jesús nos volvemos verdaderos”.
La vida del cristiano es incompatible con las máscaras
En este sentido, destacó que la vida del cristiano “no es una actuación” donde se pueda llevar la máscara que más conviene, “porque cuando Jesús reina en el corazón, lo libera de la hipocresía y los dobleces”.
“Cuando la vida es ambigua, es muy triste”, concluyó el Santo Padre. “Debemos lidiar siempre con los límites y defectos, todos somos pecadores, pero cuando se vive bajo el señorío de Jesús, uno no se vuelve falso, no lleva una doble vida. Pecadores somos todos, pero corruptos nunca”.
Francisco.
Sí, yo soy rey
Meditación al Evangelio 21 de noviembre de 2021
Hoy es el último domingo del año litúrgico y celebramos una fiesta que quiere dar sentido y culmen a todo este tiempo: Cristo Rey que en nuestra COMUNIDAD DE JESUS tiene una especial connotación e importancia. Pero ¿de qué rey se trata? San Juan parece darnos la respuesta. El relato del proceso de Jesús ante Pilato tiene un gran relieve su evangelio. La reflexión sobre la realeza está presente en todo el episodio hasta llegar a la declaración de Pilato a los judíos: “¡Aquí tienen a su rey!” (Jn 19, 14) e incluso, junto a la declaración de que es “Hijo de Dios”, son las dos causas que se aducen para su condena. De hecho, se confrontan dos estilos de realeza: por una parte, el político militar que sostiene la ideología del imperio romano, y por otra la realeza que los judíos esperaban como venida de un mesías que debería liberarlos del yugo. Jesús no se ajusta a ninguna de los dos. Y en este día que celebramos la fiesta de Cristo Rey, Jesús nos ofrece un concepto de realeza muy diferente a lo que esperaríamos humanamente. La realeza de Jesús, como aparece en este texto, es de otra forma, a tal grado que, aunque es el condenado y golpeado, sigue apareciendo como el verdadero rey frente a la caricatura de poder que ofrece Pilato.
Entre las ambiciones que más ciegan el corazón de la persona está el poder. El poder que dispone de bienes y personas, la autoridad que debe ser obedecida, el ser tomado siempre en cuenta, son los virus que atacan y deforman a las personas. Hacen que se olviden de los lazos de fraternidad y solidaridad con los hermanos y se asumen como un privilegio para buscar los propios beneficios sin importar el pueblo. De hecho, sufrimos con frecuencia los mandatos despóticos de personas que antes se mostraban amables, interesadas y humanas. Se hace realidad aquella parábola bíblica (Jueces 9, 7s) cuando los árboles querían elegirse un rey; ninguno de ellos aceptaba para no perder la posibilidad de dar sus frutos y solamente lo acepta la zarza que, al abrazarlos a todos con sus ramas, los pincha y lastima. El poder se encarama sobre el pueblo que sufre y que padece hambre.
Un pueblo que además de todas las calamidades propias, tiene que ir cargando con una estructura autoritaria que, como parásito, acaba chupando al que ya no aguanta más. La autoridad está para dar y proteger la vida, está para ayudar y buscar justicia. Entonces será una verdadera autoridad.
Cuando Cristo afirma: “Yo soy Rey. Mi reino no es de este mundo”, algunos erróneamente han considerado como si estuviera diciendo que a él no le interesa el bienestar de los necesitados y solamente se situara en el ámbito espiritual. Pero Jesús mismo continúa con su aclaración: “Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí”. Es decir, no actuará al estilo de este mundo que se rige por la fuerza y la violencia. Para Juan, “mundo” con frecuencia no tiene el sentido de naturaleza, sino designa las fuerzas del mal y del pecado. Así nos expresa que no ha venido a dominar ni infundir terror, sino a servir a la verdad y a la justicia. No se desconecta de todo compromiso con el orden temporal. Muy al contrario, Jesús se empeña apasionadamente por la justicia y quiso cambiar el mundo.
Cristo se nos presenta como el Rey Justo. Justicia en la Biblia implica mucho más que derecho: es el atributo fundamental de Dios. Justicia es comprometerse por los que no tienen protección, es proteger y salvar su vida, es luchar contra todo desorden. Es intervenir de forma activa y tomar iniciativas a favor de la convivencia en la que todos vivan en paz. La justicia debe velar porque el derecho haga posible una existencia digna para todos los hombres. Jesús entregó su vida por la justicia y el letrero de la cruz declara la causa de su muerte: “Jesús Nazareno Rey de los judíos”. Pero un rey que va más allá, hasta dar la vida por su pueblo. Jesús mismo afirma que es rey y que esa es su vocación. Pero es el rey de la justicia y de la verdad, el rey de la paz y del amor.
Hoy que sentimos que las estructuras nacionales y mundiales tiemblan y están a punto de caerse, convendría que miráramos a Jesús y el reino que él nos propone. Él nos da el verdadero sentido del reinado y del servicio. A Jesús se le enternecía el corazón frente a las ovejas descarriadas que sufrían el hambre y se comprometía en serio con ellas aunque fuera perseguido y criticado. Hoy sus verdaderos discípulos no pueden hacerse desentendidos y pasar de lado ante tantas formas de opresión y sufrimiento. No debemos habituarnos a los pecados globales que son un reto y un desafío: las catástrofes del medio ambiente y el hambre, la pobreza, las guerras y la miseria de los migrantes, los niños que no tienen acceso a la salud y a la educación, las mujeres maltratadas, la pandemia y tantas otras formas de dolor. El verdadero discípulo, al igual que Jesús, dejará enternecer su corazón, se unirá al que vive en el dolor y se comprometerá en serio en la construcción de un “reino mejor”. La oración, la mirada atenta a las necesidades y el servicio fraternal, serán las señales de un discípulo de este Rey que quiere construir su reinado de justicia y de paz. ¿Qué estamos haciendo? ¿A qué nos compromete nuestro seguimiento de Cristo Rey?
Cecilia, Santa
Memoria Litúrgica, 22 de noviembre
Virgen y Mártir
Martirologio Romano: Memoria de santa Cecilia, virgen y mártir, que, según la tradición, consiguió la doble palma por amor a Jesucristo, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia de Roma. El título de una iglesia en el Transtíber lleva desde antiguo su nombre (s. inc.).
Breve Biografía
La gran devoción popular hacia la virgen y mártir romana hizo que el nuevo calendario litúrgico conservara su memoria, a pesar de que faltan documentos históricos anteriores al siglo VI. Esta devoción y el mismo patrocinio de Santa Cecilia sobre la música sagrada se deben efectivamente al relato de su martirio, titulado Pasión, fechado después del año 486. En ella la fundadora del “título” de la basílica de Santa Cecilia en Trastévere es identificada con una santa homónima, enterrada en las catacumbas de San Calixto y que habría sufrido el martirio durante el imperio de Alejandro Severo, hacia el 230.
En la Liturgia de las Horas se lee: “El culto de Santa Cecilia, bajo cuyo nombre fue construida en Roma una basílica en el siglo V, se difundió ampliamente a causa del relato de su martirio, en el que es ensalzada como ejemplo perfectísimo de la mujer cristiana, que abrazó la virginidad y sufrió el martirio por amor a Cristo”.
Cecilia, noble y rica, iba todos los días a la Misa celebrada por el Papa Urbano en las catacumbas próximas a la Vía Apia, y una multitud de pobres la esperaban porque conocían su generosidad. En el día de su boda con Valeriano, mientras el órgano tocaba, ella cantaba en su corazón: “solamente para el Señor” (de este pasaje de su Pasión tuvo origen el patrocinio de Cecilia sobre la música sagrada); después, llegada la noche, la joven le dijo a Valeriano: “Ninguna mano profana puede tocarme, porque un ángel me protege.
Si tú me respetas, él te amará, como me ama a mí”.
Al contrariado esposo no le quedó otro remedio que seguir el consejo de Cecilia, hacerse instruir y bautizar por el Papa Urbano y después compartir el mismo ideal de pureza de la esposa, recibiendo en recompensa su misma gloria: la palma del martirio, al que por gracia divina se asoció también el hermano de Valeriano, Tiburcio.
Aunque el relato del martirio parece fruto de una piadosa fantasía, históricamente es cierto que Valeriano y Tiburcio fueron mártires y que fueron enterrados en las catacumbas de Pretestato. Después del proceso, narrado con abundancia de detalles por el autor de la Pasión, Cecilia fue condenada a la decapitación, pero los tres poderosos golpes del verdugo no lograron cortarle la cabeza: esto se debió a que, según el relato, Cecilia había pedido al Señor la gracia de ver al Papa Urbano antes de morir.
En espera de esta visita, Cecilia pasó tres días en agonía, profesando su fe. No pudiendo decir ni una palabra, expresó con los dedos su credo en Dios uno y trino.
Dio todo cuanto tenía
Santo Evangelio según san Lucas 21, 1-4. Lunes XXXIV del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios
Señor, dos grandes dones me diste: la libertad y el tiempo. Haz que en este día sean un don y una ofrenda grata a tus ojos.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: «Yo les aseguro que esta pobre viuda ha echado más que todos.
Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Creo que todos conocemos la fábula del rey que le pide algo al mendigo por el camino y cómo es que el mendigo se encuentra con dos granos de oro del tamaño de los granos que le dio al Rey. Aquí se repite una cosa similar, pero con una gran diferencia, las dos moneditas de insignificante valor que aquella mujer dejó, se convierten en un tesoro invaluable.
Creo que todos recordamos como, siendo niños, nos empeñábamos en un regalo tan pequeño y ahora, nos parece hasta cierto punto, ridículo. Sin embargo, nos damos cuenta del gusto que le dimos a nuestros padres con ese pequeño regalo, y cómo es que realmente ellos se empeñaron en dárnoslo todo. Ver hacia atrás y darnos cuenta de lo hermoso que fue ese pequeño detalle con Dios nos hace verdaderamente hijos suyos.
Señor, muchas gracias por dejarme ver que mi recompensa por esas dos monedas que me pides que te ofrezca, no serán dos monedas del mismo tamaño en oro, sino que será mucho más, pues lo que Tú quieres, no es la moneda como tal, sino cuanto tengo para vivir. Tómalo, Señor.
«Otra anécdota. Conocí una mujer que tenía tres hijos, de siete, cinco y tres años más o menos; eran buenos esposos, tenían mucha fe y enseñaban a sus hijos a ayudar a los pobres, porque ellos los ayudaban mucho. Y una vez estaban almorzando, la mamá con los tres hijos, el papá estaba trabajando. Llaman a la puerta, y el mayor va a abrir, después vuelve y dice: “Mamá, es un pobre que pide comida”. Estaban comiendo un filete a la milanesa, rebozado —son muy buenos— [ríen]. Y la mamá pregunta a los hijos: “¿Qué hacemos?”. Todos los tres: “Sí, mamá, dale algo”. Había también algunos filetes que habían sobrado, pero la mamá tomó un cuchillo y comenzó a cortar por la mitad cada uno de los que tenían los hijos. Y los hijos dicen: “No, mamá, dale esos, no los nuestros”. “Ah, no: a los pobres se les da de lo tuyo, no de lo que sobra”. Así esa mujer de fe enseñó a sus hijos a dar a los pobres de lo propio. Pero todas estas cosas se pueden hacer en casa, cuando hay amor, cuando hay fe, cuando se habla ese dialecto de fe. En fin, vuestros hijos aprenderán de vosotros el modo de vivir cristiano; vosotros seréis sus primeros maestros en la fe, los transmisores de la fe»
(Discurso de S.S. Francisco, 25 de agosto de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Renunciar a algo que me cuesta, como mi tiempo o mis gustos y dedicarlo al Señor, sea en una visita a la Eucaristía, sea dándolo a quien más lo necesita.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
No hay razón para la Desesperación
La paz nos espera en el servicio del Dios que nos hizo
Muchas mentes consideran nuestro mundo moderno como desesperanzado. Es, de hecho, como si fuera un eterno y horrible Viernes Santo, donde todo lo divino parece haber sido derrotado. Nunca antes el futuro se sentía tan impredecible como hoy. La humanidad parece estar en una especie de estado de viudez, en la que una desoladora sensación lo hubiera borrado todo, como quien emprendió el viaje de la vida en camaradería íntima con otra, y de repente se quedó sin ese compañero para siempre.
Hay guerras y rumores de guerras.
La economía es un gran lío. El comunismo está robándoles las almas a los hombres y una falsa educación les está robando su fe. Las vidas de las personas se han vuelto blandas debido a la frivolidad, y están mal preparadas para los rigores de una vida disciplinada. Las trivialidades abundan en los labios y los deseos no realizados amargan los corazones. En todas partes hay confusión, desesperanza y desesperación.
Y sin embargo, no es necesario que exista tanta desesperanza y desesperación. El mundo era un lugar de desesperanza cuando crucificó a su Salvador; Y sin embargo con todo su paganismo y nacionalismo surgió la novedad y la frescura de la vida cristiana y la civilización. El milagro de la Resurrección puede volver a suceder.
El mundo puede resurgir nuevamente
El mundo puede levantarse una vez más tal como lo hizo antes, al menos una docena de veces desde el advenimiento del cristianismo. Pero no tengamos falsas ilusiones. No resurgirá a la paz y a la felicidad solo a través de enmiendas económicas y políticas; solo resurgirá mediante la regeneración espiritual de los corazones y de las almas de los hombres.
La Resurrección de Nuestro Señor no fue la continuación de una vieja vida, fue el comienzo de una nueva vida. Fue la lección de la Navidad otra vez, es decir, el mundo no será salvado mediante una recuperación social, sino por el renacimiento, el renacimiento de la muerte por el poder de la Divinidad en Cristo.
No debemos reconstruir nuestra vida antigua; debemos elevarnos a una nueva vida. Debe haber una nueva energía introducida desde afuera. Cristo resucitó de entre los muertos por el Poder de Dios. Es inútil que intentemos elevarnos por cualquier otro poder. El Salvador Resucitado ha dado esta vida y poder a su Cuerpo Místico, la Iglesia. Su verdad viene a nosotros a través de su vicario; su vida viene a nosotros a través de los sacramentos; su autoridad viene a nosotros a través del episcopado. Pero aquí está la piedra de tropiezo del mundo. Se puede admitir que por el poder de Dios, Cristo resucitó de la tumba, pero no se puede admitir que el poder de Cristo Resucitado continúa más allá de la tumba. El mundo ve a la Iglesia en su lado humano, compuesto por criaturas débiles y frágiles y, por lo tanto, son cosas que deben ser ignoradas. Cometen el mismo error que María Magdalena hizo la primera mañana de Pascua. Ella confundió al Salvador Resucitado con el jardinero; es decir, lo tomó como una cosa humana.
La solución es divina
El mundo también ve a Cristo resucitado en su Cuerpo Místico, la Iglesia, pero lo toma como el jardinero, algo humano y no divino. Su divinidad está allí, como lo estaba en el Jardín de la primera pascua y solo esa misma divinidad puede dar esperanza a un mundo sin esperanza. Podemos alcanzar nuestra paz no si buscamos lo político y lo económico, sino la nueva vida del Reino de Dios. Pues tal es el mensaje del día de Pascua, la resurrección de los muertos, y el triunfo de los derrotados, el hallazgo de los perdidos; la primavera de la tierra, el despertar de la vida, la trompeta de la resurrección que sopla sobre la tierra de los vivos.
Para todas las almas, el mensaje de Pascua resuena diciendo que no hay razón para la desesperación. La Resurrección fue anunciada a Magdalena, un alma una vez como la nuestra. La paz nos espera en el servicio del Dios que nos hizo. No importa cuán desesperadas las cosas parecen estar, todavía hay esperanza, porque Cristo es la Resurrección y la Vida. El que puede hacer copos de nieve con gotas sucias de agua, diamantes de carbón y santos de una Magdalena, también puede hacernos victoriosos si lo confesamos en su vida terrenal y mística como Cristo, el Hijo del Dios Viviente.
La verdad de Jesús nos hace libres
Ángelus del Papa Francisco, 21 de noviembre de 2021.
Fuente: Vatican News
Buscar cada día la verdad de Jesús, Rey del Universo, que nos libera de las esclavitudes terrenas y nos enseña a gobernar nuestros vicios: fue la invitación del Papa Francisco a la hora del Ángelus dominical en la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
Dirigiéndose a los numerosos fieles congregados en una soleada plaza de San Pedro, desde la ventana del Palacio Apostólico, el Pontífice reflexionó sobre el Evangelio de la liturgia hodierna del último domingo del Tiempo ordinario, que culmina en una afirmación de Jesús, que dice: «Sí, como dices, soy Rey» (Jn 18,37).
Un Rey para los otros10:44
Francisco recuerda que estas palabras, Jesús las pronunció “delante de Pilato, mientras que la multitud grita para que le condenen a muerte”. Y remitiéndose al episodio de la multiplicación de los panes y de los peces del Evangelio de Juan, cuando Cristo se retiró solo a rezar, evidencia que antes “Jesús no quería que la gente lo aclamase como rey”. “La realeza de Jesús es muy diferente de la mundana” afirma el Papa, porque, como Jesús mismo dijo a Pilato, su reino no es de este mundo”:
Él no viene para dominar, sino para servir. No llega con los signos de poder, sino con el poder de los signos. No se ha revestido de insignias valiosas, sino que está desnudo en la cruz. Y es precisamente en la inscripción puesta en la cruz que Jesús es definido como “rey” (cfr Jn 19,19). ¡Su realeza está realmente más allá de los parámetros humanos! Podríamos decir que no es rey como los otros, sino que es Rey para los otros.
El Obispo de Roma explica a continuación que Jesús se demuestra, así “soberanamente libre del deseo de la fama y de la gloria terrena” e invita a preguntarnos:
¿Sabemos imitarle en esto? ¿Sabemos cómo gobernar sobre nuestra tendencia a ser continuamente buscados y aprobados, o hacemos todo para ser estimados por parte de los otros? En lo que hacemos, en particular en nuestro compromiso cristiano, ¿cuentan los aplausos o el servicio?
Libres del sometimiento del mal
Evitando toda búsqueda de grandeza terrenal, prosigue el Santo Padre, Jesús “también hace libre y soberano el corazón de quien le sigue”, porque Él nos libera del sometimiento del mal.
Su Reino es liberador, no tiene nada de opresivo. Él trata a cada discípulo como amigo, no como súbdito. Siguiéndolo no se pierde, sino que se adquiere dignidad. Porque Cristo no quiere en torno a sí servilismo, sino gente libre
Con Jesús nos volvemos verdaderos
¿De dónde nace la libertad de Jesús? Se pregunta el Pontífice e invita a volver a las palabras de Jesús frente a Pilato: ‘Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad’. “La libertad de Jesús viene de la verdad” explica a continuación Francisco. “Es su verdad la que nos hace libres”. Y precisa que “la verdad de Jesús no es una idea, algo abstracto” sino que “es una realidad, es Él mismo que hace la verdad dentro de nosotros, nos libera de las ficciones y de las falsedades que tenemos dentro”.
Estando con Jesús, nos volvemos verdaderos. La vida del cristiano no es una actuación donde se puede llevar la máscara que más conviene. Porque cuando Jesús reina en el corazón, lo libera de la hipocresía, de las escapatorias, de las dobleces. La mejor prueba de que Cristo es nuestro rey es el desapego de lo que contamina la vida, haciéndola ambigua, opaca, triste. Cierto, debemos lidiar siempre con los límites y los defectos: todos somos pecadores. Pero cuando se vive bajo el señorío de Jesús, uno no se vuelve corrupto, falso, con la inclinación a cubrir la verdad. No se lleva una doble vida.
Identifica cuáles de estos forman parte de tu matrimonio, y aprende a superarlos
Los 13 obstáculos de la relación de pareja
El texto explica los diferentes obstáculos que sufren las parejas y se deben hacer frente en el matrimonio
Los 13 obstáculos de la relación de pareja
Identifica cuáles de estos forman parte de tu matrimonio, y aprende a superarlos
Son muchos los obstáculos en la vida cotidiana del amor conyugal, y que rompen la unidad de la pareja. Analizamos estas dificultades, recordando que la belleza del matrimonio está justamente en el hecho de conseguir hacer vencer el amor sobre las diferencias personales de cada uno. El amor, cuando Esto es la Biblia: Episodio 4 – 10:32
¿Cuáles son estos problemas?
- Mentira
Por pequeña que sea, genera desconfianza hacia el otro, y la falta de confianza, es lógico, genera los celos, y éstos las peleas. Por esto, la pareja no puede permitir la mentira en medio de ella. Tiene las patas cortas.
- Moda
A todos les gusta ir a la moda. Sin embargo, no tiene sentido que la esposa quiera seguir una moda que su esposo desaprueba, y viceversa. La primera persona a la que tengo que agradar con mi manera de vestir, hablar, etc es aquella con la que estoy casado.
- Comparaciones
Es común el pésimo hábito que algunos matrimonios de compararse con otros matrimonios. La esposa, muchas veces, quiere que su marido sea como el marido de la vecina, que compre una casa como la de la vecina, un auto como el de la amiga, etc. Al marido, a su vez, le gustaría que su esposa se vistiera como la vecina, que fuese culta como la esposa de su amigo, etc.
- Parientes
La sangre habla muy fuerte dentro de nosotros. A nadie le gusta oír hablar mal de sus padres y de sus hermanos. Esto vale también, y mucho, para el matrimonio. Jamás el marido debe hablar mal de los suegros y cuñados a la esposa, y viceversa. No ofendas a los parientes del otro, porque estás ofendiendo indirectamente a tu pareja.
- Resentimiento
Cuando se quita la costra de una herida, vuelve a sangrar y a doler. Esto es lo que algunos cónyuges hacen mutuamente. Muchas veces, en un momento de desencuentro, los recuerdos y las ofensas antiguas son vueltos a sacar adrede, reavivando agravios y sufrimientos adormecidos.
- Falta de respeto
¡Qué doloroso es presenciar a un marido ofendiendo a su esposa con gritos, malas palabras. ofensas e incluso agresiones físicas!… ¡Qué triste es una esposa ofendiendo al marido!… ¡Un día se juraron amor eterno a los pies del altar! Fíjate, me caso con la persona que escogí entre todas las que conozco, para construir una vida juntos. ¿Cómo ahora la ofendo y le falto el respeto?
Voy a dar una receta para que los maridos sean tratados como reyes por sus esposas: ¡traten a sus esposas como reinas!
- Peleas
El matrimonio muchas veces no se comprende porque no asume algunas cosas con claridad y objetividad. Alguien ya dijo que “lo que es asumido no es caro”. Muchas discusiones surgen porque las cosas no están bien definidas.
- Dinero
El matrimonio pelea más cuando sobra dinero que cuando falta. Cuando sobra dinero, el matrimonio no se pone de acuerdo sobre la forma de gastarlo. A veces el marido quiere cambiar el auto, pero la esposa quiere cambiar los muebles… y así siempre. Si no hay madurez en el matrimonio, el dinero puede dividirlo de muchas maneras. Todo el dinero del matrimonio, independientemente de quien gana, debe ser colocado en común, ambos opinando y decidiendo sobre su uso.
- Educación de los hijos
Lo esencial es que el matrimonio sea unánime en la educación, esto es, ambos deben actuar de la misma forma, sin contradecirle en lo que dice y hace con los hijos. Para ello es preciso que el casado sea unido y dialogue mucho, de modo que se encuentre la forma común de llevar a los hijos.
- Temperamento
Se habla mucho del fracaso de una pareja por “incompatibilidad de caracteres”. En la mayoría, los cónyuges tienen temperamentos diferentes, y es exactamente la armonización de esa diferencia, forjada por el amor vivido cada día, lo que hace bella la vida juntos. No hay temperamento fuerte o difícil que no pueda ser forjado en el fuego del verdadero amor.
- Falta de delicadeza y reproches
La falta de delicadeza y atención es uno de los puntos tristes en la relación de muchas parejas. Un trato frío y distante revela falta de amor y de unión. Es fundamental que cada uno incentive al otro a ser mejor y haga cumplidos a tiempo.
Es preciso apreciar el esfuerzo que uno hace para agradar al otro. ¡Cuantas mujeres se quejan de que el marido no nota y no elogia su nuevo peinado, o su vestido nuevo, etc.!
Peor aún que la falta de atención es el reproche. Muchas veces, uno menosprecia y humilla al otro con críticas pesadas. Lo peor de todo es que esos reproches, no raramente, son hechas en presencia de otras personas.
Es necesario cambiar las actitudes de reprobación por palabras de aprobación e incentivo. La desaprobación y la crítica ácida son peores que la agresión física. Muchos tienen el hábito de notar sólo lo que el otro tiene de negativo, en lugar de enaltecer y agradecer a Dios por lo que el otro tiene de bueno. Nunca critiques a tu esposa, sin antes recordar una de sus cualidades. Recuerda: las personas reaccionan mejor al elogio que al reproche. Dos frases de oro en el matrimonio son: “Perdóname” y “Te quiero”. Si supiéramos pedir perdón y perdonar, seríamos felices. Además, es preciso también expresar en palabras el amor al otro. ¡Y qué difícil es para muchos! Especialmente para los maridos.
- Apariencia física
Una de las razones que enfrían la relación de pareja es el descuido de la propia apariencia. A ningún marido le gusta llegar a casa y encontrar a su esposa desaliñada, mal vestida, etc. La mala apariencia complica la relación. Hay mujeres que cuidan bien la casa, los niños, pero se olvidan de sí mismas; viven desarregladas. También está el cónyuge que no busca complacer a su esposa cuidando su propia presentación.
- Reclamación y autocompasión. Muchas personas son exageradamente hoscas, reclaman de todo y a todos, nunca están satisfechas con la vida. En verdad, el problema está dentro de ellas y no fuera. Son llenas de autocompasión, autoestima, que se consideran víctimas de todo. En el matrimonio, esto es una tragedia. Nadie soporta vivir con una persona desagradable, siempre protestando. Este comportamiento agría cualquier relación e impide el crecimiento del matrimonio.
Música New Age
Música New Age: ¿subliminal, terapéutica, relajadora, hipnótica
Cada vez que se trata del fenómeno de la Nueva Era, o la Era de Acuario, aparece sobre todo en ambientes ligados a la música o a los Medios de Comunicación Social, la inevitable inquietud por la denominada ´Música New Age´.
El término es en sí mismo ambiguo, y se presta a confusiones, porque por él puede entenderse tanto un cierto estilo musical como la que se suele denominar ´música armonizadora´.
El primero es un tipo de música caracterizado por el cultivo de la armonía, el uso de sintetizadores y el predominio de lo instrumental, a veces con el agregado de elementos no convencionales como pueden ser grabaciones de arrullos de pájaros y otros sonidos semejantes, esta música tiene representantes muy importantes en el nivel internacional como es el caso de Vangelis y otros en el orden nacional, como Lito Vitale.
La segunda, semejante en algunos aspectos, está dirigida principalmente y de modo explícito, a provocar emociones o efectos relajantes y es utilizada en las así llamadas terapias musicales destinadas a combatir el stress, las tensiones, etc. Un ejemplo de este segundo tipo es ´Eternal wind, eternal water´ hecha célebre pues de dice que ha sido empleada por los tripulantes del trasbordador espacial antes de sus caminatas en el espacio.
Dos elementos distintos, aunque ciertamente emparentados y sin una línea demarcatoria clara dada la misma característica del hecho musical.
1. La técnica subliminal
A esto se suma una inquietud siempre presente, y desdichadamente nunca disipada con la debida claridad, sobre la certeza, posibilidad y riesgo de lo ´subliminal´. A este respecto, es preciso aclarar que se considera mensaje subliminal a todo mensaje transmitido a través de medios visuales, sonoros y audiovisuales, de manera directa o indirecta, por debajo del umbral de conciencia del receptor.
El recurso a mensajes subliminales es una seria violación de la libertad del individuo que recibe el mensaje, ya que al ser percibidos por debajo del umbral de la conciencia, el receptor pierde toda posibilidad de discernimiento crítico sobre el mensaje que lo invade, y por ende, de control sobre los efectos que este mensaje causa en él.
También es importante que tengamos presente un concepto amplio del término mensaje, el sonido y las imágenes no sólo son transmisores de un discurso lógico, sino que también son portadores de sentimientos, emociones, pulsiones, imperativos…
Toda la riqueza de la interioridad de la persona es pasible de ser comunicada. Así, es posible que apelando a métodos subliminales provocar en el receptor emociones, pulsiones, rechazos, aparición de conocimientos no adquiridos de modo consciente, etc.
Quizás lo que es más conocido sobre el manejo de técnicas subliminales sean las experiencias realizadas en el ámbito de la comunicación visual explotando el hecho de que el ojo tiene la capacidad de percibir imágenes que por su corta duración no llegan a ser percibidas en el nivel consciente
Pero la música es un medio mucho más habitual dado que por naturaleza el hombre es un ser musical, lo que lo lleva a que sus emociones más profundas y sus estados de ánimo tiendan a ser expresados más espontánea y fácilmente de un modo musical.
2. Lo subliminal en la música
Claro que la música no sólo es un medio de expresión de sentimientos y afectos, sino que también es un muy eficaz medio de transmisión, es decir, que provoca en el oyente o receptor emociones, afectos, impresiones diversas.
Estos efectos dependen de distintas variables, una de ellas ciertamente es el volumen, pero son de fundamental importancia ciertas frecuencias de sonido y ritmos que repercuten a nivel psico-fisiológico provocando síntomas diversos regulados por la estimulación de la producción de ciertas hormonas.
Pensar que estos son sólo efectos físicos, significaría ignorar que la persona humana es una unidad substancial en la cual cuerpo, alma y psiquis se encuentran íntima e indisolublemente relacionados.
La música, y esto lo hemos experimentado casi todos los seres humanos, tiene el poder de provocar tanto la relajación como la excitación, la melancolía como la alegría, claro que no de modo inevitable ya que normalmente seleccionamos la música que deseamos escuchar de acuerdo a nuestro estado de ánimo; aunque no siempre es así.
Esta conexión entre la melodía y el ritmo por un lado, y la psiquis del receptor por el otro, no es en modo alguno dependiente de la cultura o el grado de instrucción de este.
Como ya afirmara Jacques Maritain en ´Arte y Escolástica´, hay melodías que pueden generar imágenes y emociones similares a personas provenientes de culturas muy diferentes. Esto es lo que explica el fenómeno de comunión afectiva que se verifica en un festival de rock, tanto como en un concierto de música barroca o al compás de los bombos en una cancha de fútbol; y es lo que subyace en la apelación al ritmo como elemento tendiente a provocar el trance en algunos grupos religiosos, como es el caso de la música en los ritos Umbanda o la recitación del mantra entre los Hare Krishna.
El efecto obtenido en cada caso será el de excitación, sosiego, algarabía o trance, dependiendo en cada caso de la frecuencia de los sonidos empleados y el ritmo en el que se ordenan.
3. ¿Y la música New Age?
Cabe entonces aquí la distinción que hicimos al comienzo de la presente nota.
Si nos estamos refiriendo al estilo musical que hemos caracterizado a través del cultivo de la armonía, el uso de sintetizadores de sonido y el predominio de lo instrumental, nos encontramos con una melodía que conduce a un clima de relajación, reposo y tranquilidad que se logran a través de los distintos elementos que se ponen en juego, y que no exigen ninguna prevención por parte del oyente, como no la requieren ´Las cuatro estaciones´ de Vivaldi.
Otra es la situación de la que hemos denominado ´música armonizadora´, cuyo empleo suele estar asociado a los ´mind machine´, y que tiene como objeto principal provocar emociones o efectos relajantes y es utilizada en las así llamadas terapias musicales.
Estas composiciones, aún cuando son promocionadas como inductoras de la relajación (que es el paso previo al trance hipnótico), en la realidad apelan al uso de registros y frecuencias inductoras del mismo trance hipnótico.
Hoy que se han puesto de moda las técnicas de control mental y el uso de la auto-hipnosis, puede no parecer preocupante que ciertas composiciones musicales conduzcan al individuo hacia trances hipnóticos leves o fronterizos en los que no llega a registrarse una pérdida total de la conciencia, aunque si una obnubilación de la misma.
Pero la gravedad del fenómeno reside en el hecho de que en estos estados, que algunos denominan ´alfa´, se produce una reducción de las capacidades de pensamiento lógico y análisis crítico del individuo, colocándolo en un estado de total indefensión y haciéndolo plenamente manipulable, ya que desaparecen las barreras concientes que nos permiten percibir la realidad circundante sin que esta realidad turbe nuestra subjetividad de modo radical, llegando a causar en algunos casos síntomas clásicos de los denominados ´estados alterados de conciencia´ como son las alucinaciones, que en este caso no obedecen a una causa sobrenatural, sino plena y simplemente humana: la música.
Estos efectos pueden verse además magnificados sobre todo cuando el oyente tiene una subestructura psicótica, ya que en estos casos, estas técnicas pueden provocar lo que los psicólogos denominan un ´brote´, estabilizando a la persona en una determinada patología psicótica.
4. Conclusión
Hace algunos años se solía hablar de la ´práctica ilegal de la medicina´ en aquellos casos en los que los conocidos ´curanderos´ procuraban la salud de sus consultantes aún apelando a elementos inocuos de orden prioritariamente psicológico.
Hoy, la promoción que la New Age ha hecho de las terapias alternativas, y su preocupación por dar respuesta a las desdichadamente cada vez más habituales enfermedades originadas en el stress y la angustia que se han instalado en nuestra sociedad, nos enfrentan con nuevas y más preocupantes praxis de medicina ilegales.
Estas nuevas praxis no están comprendidas en la legislación, y suelen ser consideradas más como buenos consejos y actitudes de vida, que evidentemente no se compran en una farmacia.
Puede parecer difícil que un casette de música pueda ser considerado como un ´remedio´; pero sin embargo, el potencial que estas técnicas despliegan exige en su empleo un cuidado mucho mayor que el que requieren muchos de los medicamentos de ´venta bajo receta´; las lesiones que se pueden producir en la psiquis del oyente pueden llegar a ser permanente, y de consecuencias muchas veces imprevisibles, con el agravante de que frecuentemente el único que percibe los daños que se han hecho es el profesional que recibe la consulta, y el afectado no relaciona sus males con su verdadera causa.
Música para la relajación personal, técnicas de auto-hipnosis e hiperventilación, efectos audiovisuales para lograr el equilibrio emocional, hoy están al alcance de todos con sólo encender el receptor de radio o comprar una revista en un quiosco.
Se proponen como liberadores de las angustias y tensiones, promotores del desarrollo personal, cuando en realidad son elementos de alto riesgo que de no ser empleados bajo la supervisión de un verdadero profesional pueden convertirse en vehículos de esclavitud y dependencia, de limitación en un verdadero desarrollo de la propia voluntad y por ende de la verdadera libertad.
Maduro y libre, no es aquel que alcanza la felicidad sin tan siquiera buscarla, sin darse cuenta; de este modo alcanzan su plenitud los animales.
Madura, libre, verdaderamente humana felicidad, es la que se alcanza a través de la búsqueda personal y plenamente libre de la propia perfección, perfección que se alcanza a través del ejercicio de la virtud venciendo las limitaciones de la propia debilidad y de los propios defectos.
Día del Músico
Hoy es la fiesta de Santa Cecilia, patrona de los músicos
Santa Cecilia es una de las mártires de los primeros siglos más venerada por los cristianos. Se dice que el día de su matrimonio, mientras los músicos tocaban, ella cantaba a Dios en su corazón. Su fiesta se celebra el 22 de noviembre y es representada tocando un instrumento musical y cantando.
Las “actas” de la santa la presentan como integrante de una familia noble de Roma. Solía hacer penitencias y consagró su virginidad a Dios. Sin embargo, su padre la casó con un joven llamado Valeriano.
Cuando los recién casados se encontraban en la habitación, Cecilia le dijo a Valeriano: «Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí”.
Esto es la Biblia: Episodio 6 – Génesis 5 y 6. No14:39
El esposo le pidió que le mostrara al ángel y que haría lo que ella le pidiera por lo que Cecilia le dijo que si él creía en el Dios vivo y verdadero y recibía el bautismo, entonces vería al ángel. Valeriano fue a buscar al Obispo Urbano, quien lo instruyó en la fe y lo bautizó.
La Tradición señala que cuando el esposo regresó a ver a su amada, vio a un ángel de pie junto a Cecilia y el ser celestial puso una guirnalda de rosas y lirios sobre la cabeza de ambos. Más adelante, Valeriano y su hermano Tiburcio serían martirizados.
Cecilia fue llamada para que demostrara su fe en los dioses paganos, pero convirtió a sus detractores. El Papa Urbano la visitó en su casa y bautizó ahí a 400 personas. Posteriormente, la Santa fue llevada a juicio y condenada morir sofocada en el baño de su casa, pero a pesar de la gran cantidad de leña que pusieron los guardias en el horno, Cecilia no sufrió daño alguno.
Finalmente, la mandaron a decapitar y el verdugo descargó tres veces la espada sobre su cuello. Santa Cecilia pasó tres días agonizando y finalmente partió a la Casa del Padre.
Esta historia es de fines del siglo V, pero no está del todo fundada en documentos.
En marzo de 2014, el Papa Francisco se refirió a los mártires de los primeros tiempos cristianos, como Santa Cecilia, y dijo que “llevaban siempre con ellos el Evangelio: ellos llevaban el Evangelio; ella, Cecilia llevaba el Evangelio. Porque es precisamente nuestro primer alimento, es la Palabra de Jesús, lo que nutre nuestra fe”.
En Trastévere, Roma, se edificó la Basílica de Santa Cecilia en el siglo V. Allí actualmente se encuentra la famosa estatua de tamaño natural y del escultor Maderna, que muestra a la Santa como si estuviera dormida, recostada del lado derecho.
¿Qué tiene que ver Santa Cecilia con la música?
Una virgen de una ilustre noble familia romana unida tradicionalmente al arte musical
Santa Cecilia virgen y mártir; su culto es muy popular y antiguo desde la época de los primeros cristianos, además porque es patrona de los músicos como así también de los poetas.
Se sabe muy poco de ella y gracias a las “Actas de Santa Cecilia” escritas en latín, que aparecieron hacia el año 480 lo que indicaba que la iglesia romana ya la conmemoraba.
Según este texto, Cecilia había sido una virgen de una ilustre noble familia romana, quien se había convertido al cristianismo desde su infancia, y cuyas prácticas y devociones eran muy fervorosas. Sus padres, que no compartían sus pensamientos, la dieron en matrimonio a un noble joven pagano, de nombre Valeriano.
Cuando, tras la celebración del matrimonio, la pareja se había retirado a la cámara nupcial, Cecilia dijo a Valeriano que ella había entregado su virginidad a Dios y que un ángel celosamente guardaba su cuerpo; por consiguiente, Valeriano debía tener el cuidado de no violar su virginidad. Valeriano pidió ver al ángel, después de lo cual Cecilia lo envió a encontrarse con el papa Urbano I.
Según la tradición, transcurrió así:
– Cecilia: Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio, si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí.
– Valeriano: Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me pides.
– Cecilia: Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo, verás al ángel.
Valeriano obedeció y fue al encuentro de Urbano I, el papa lo bautizó y Valeriano regresó como cristiano ante Cecilia. Entonces se apareció un ángel a los dos y los coronó como esposos con rosas y azucenas. Cuando Tiburcio, el hermano de Valeriano, se acercó a ellos, también fue convertido al cristianismo y a partir de entonces vivió con ellos en la misma casa, en completa pureza.
Martirio
El prefecto Turcio Almaquio condenó a ambos hermanos a la muerte. El funcionario del prefecto, Máximo, fue designado para ejecutar la sentencia. Pero se convirtió al cristianismo y sufrió el martirio con los dos hermanos. Cecilia enterró sus restos en una tumba cristiana. Luego la propia Cecilia fue buscada por los funcionarios del prefecto. Fue condenada a morir ahogada en el baño de su propia casa.
Como sobrevivió, la pusieron en un recipiente con agua hirviendo, pero también permaneció ilesa en el ardiente cuarto. Por eso el prefecto decidió que la decapitaran allí mismo. El ejecutor dejó caer su espada tres veces pero no pudo separar la cabeza del tronco. Huyó, dejando a la virgen bañada en su propia sangre. Cecilia vivió tres días más, dio limosnas a los pobres y dispuso que después de su muerte su casa debía dedicarse como templo.
Por mucho tiempo el cuerpo de la santa no fue encontrado, hasta que en el 820 fue hallado en las catacumbas de San Calixto, milagrosamente intacto y envuelto en una túnica bordada en oro, papa Pascual I hizo transportar su cuerpo donde es ahora la Basílica de Santa Cecilia en Trastevere, la casa donde vivía con Valeriano.
© MaPaolaDaud© MaPaolaDaud
En el 1559 el cardenal Sfondrati, durante una nueva restauración de la basílica, hace exhumar el cuerpo de la santa para evaluar el estado de conservación, y se lo encontró todavía en perfecto estado con un velo que cubría sus cabellos, su cara mirando al suelo, con la marcas de sangre y de tres heridas en el cuello y lo que más llamaba la atención es la posición de los dedos de su manos, indicando la Santísima Trinidad.
Sobre el pedestal de la estatua el escultor puso la siguiente inscripción: «He aquí a Cecilia, virgen, a quien yo vi incorrupta en el sepulcro. Esculpí para vosotros, en mármol, esta imagen de la santa en la postura en que la vi.»
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Santa Cecilia y la música
Fue el papa Gregorio XIII quien declaró Patrona de la música y de los músicos en 1584 a santa Cecilia, a causa de la gran popularidad que había adquirido la asociación de esta mártir con la música.
Son varios los motivos entre mitos y leyendas que llevan a la relación de la santa con la música:
Algunos piensan porque se dice que cuando se casó por deseo de su padre (a pesar de haber decidido ofrecer su virginidad al Señor), el día de su boda, mientras los músicos tocaban, ella cantaba a Dios en su corazón.
Probablemente también sea, porque desde muy joven y de acuerdo con las costumbres y tradiciones de las familias patricias romanas, Cecilia debió iniciarse y tocar algún instrumento musical, como la lira, la cítara o algún tipo de arpa de las utilizadas por las damas de la sociedad romana.
Por otro lado, el texto del Acta de Santa Cecilia dice:
“Vino el día en que el matrimonio se celebró, y, mientras sonaban los instrumentos musicales, ella (la virgen Cecilia) en su corazón a su único Señor cantaba [diciendo]: Haz, Señor, mi corazón y mi cuerpo inmaculados y no sea yo defraudada <que es una paráfrasis del salmo LXX: In te Dómine speravi; non confundar in aeternum.”
Más allá del vínculo que pueda tener la santa con la música lo más importante en ella, es que murió defendiendo su fe cristiana como tantos mártires en la actualidad.
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