Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Hoy, renovación de los votos.
Apenas me he despertado me ha envuelto la presencia de Dios y me siento una niña de Dios. El amor de Dios inundó mi alma y me dio a conocer que todo depende de su voluntad y me ha dicho estas palabras: Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia. Y me dijo: Hija Mía, no tengas miedo de nada, Yo siempre estoy contigo, aunque te parezca que no esté; y tu humillación Me atrae desde el alto trono y Me uno estrechamente a ti.
Reflexión: La confesión
“Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión, el día de la fiesta de mi misericordia”. Jesús prometió que la fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas especialmente para los pobres pecadores.
“Quien se acerque ese día a la fuente de la vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas”. Ese día están abiertas las entrañas de mi misericordia; que ninguna alma tenga miedo de acercarse a mí, aunque sus pecados sean como escarlata. Hermanos, para recibir estos grandes dones hay que estar en estado de gracia santificante, hacer una buena confesión y recibir dignamente la Santa Comunión. La confesión es un encuentro con Cristo. Él debe ser el centro de este Sacramento, porque a través del sacerdote nos habla Jesús. La confesión debe tener un sentido sobrenatural: conscientes de que vamos a pedir perdón al mismo Señor, a quién hemos ofendido. Es un verdadero acto de amor a Dios. En la reconciliación confesamos pecados mortales que causan la muerte espiritual, la pérdida de la vida sobrenatural. Hay pecados veniales que no se oponen a Dios, pero impiden las virtudes sobrenaturales, disponen a la tibieza espiritual y a caer en pecados graves. No debemos olvidar que un pecado grave ejerce una misteriosa influencia sobre la familia, el trabajo y los amigos. En la confesión tenemos que hacer un buen examen de conciencia, un propósito de enmienda y un deber de contrición y un arrepentimiento auténtico de nuestros pecados. En la confesión, el alma recibe mayores luces de Dios y deja una gran paz y alegría.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la reconciliación a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Santa Faustina: Ruega por nosotros
Amén
Dr. Victor Arce.