El Evangelio de la Liturgia de hoy muestra a algunos escribas y fariseos asombrados por la actitud de Jesús. (…) ¿Por qué Jesús no les presta atención? Porque para Él es importante llevar de nuevo la fe a su centro. Este llevar de nuevo la fe a su centro lo vemos continuamente en el Evangelio. Es preciso evitar un peligro que amenaza tanto a esos escribas como a nosotros: el de observar las formalidades externas dejando en un segundo plano el corazón de la fe. Muchas veces nosotros también nos “maquillamos” el alma. La formalidad exterior y no el corazón de la fe: esto es un riesgo. Es el riesgo de una religiosidad de la apariencia: aparentar ser bueno por fuera, descuidando purificar el corazón. Siempre existe la tentación de “arreglar nuestra relación con Dios” con alguna devoción externa, pero Jesús no está satisfecho con este culto. Jesús no quiere exterioridad, quiere una fe que llegue al corazón.

(Ángelus del 29 de agosto de 2021)

Mark 3:1-6

En el Evangelio de hoy Jesús resiste la oposición de los fariseos para sanar a un hombre con una mano paralizada. Curaciones como esta significaban la llegada del Reino de Dios.

Cuando Jesús comienza a predicar, el tema de su prédica era que el Reino de Dios está cerca. En Su propia persona se ofrecía una forma completamente nueva de ordenar las cosas. Más tarde —en Su amor y la no violencia, en Su contraste con los fariseos y el establishment religioso, y con las curaciones y enseñanzas— Jesús estaba demostrando precisamente cómo es el Reino del Dios de Israel.

Esta forma de vida inevitablemente despertó la oposición de los poderes del momento. En el punto más álgido de Su ministerio, Jesús enfrentó la resistencia del “mundo” para usar un término típico del Nuevo Testamento, lo que significa todo un conjunto de crueldad, traición, negación, violencia, corrupción y odio por los cuales los asuntos humanos son típicamente ordenados.

Permitió que toda esa oscuridad lo cubriera, lo aplastara, lo apagara. Para luego, al tercer día, resucitar de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo, y por lo tanto superó, toleró, y triunfó sobre toda la oscuridad.

Prisca de Roma, Santa

Mártir, 18 de enero

Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santa Prisca (o Priscila), nombre bajo el cual fue dedicada la basílica edificada en la colina del Aventino (antes de 499).

Etimológicamente: Prisca = “antigua”. Viene de la lengua latina.

Breve Biografía

La passio -que data a lo más del siglo X- carece de verdadero valor histórico, pero es interesante leer, nos dice que Prisca era una niña de 13 años –para la ley romana, una adulta ya- que fue detenida entre un numeroso grupo de cristianos durante la persecución del emperador Claudio II (año 269). El emperador, al verla de tan corta edad, creyó fácil vencerla y la llevó al templo de Apolo para que le quemara incienso en ofrenda. Pero aunque fue abofeteada hasta que le sangró la boca, no tomó el incienso que debía ofrendar. Fue luego encarcelada en una celda rodeada de criminales que la molestaron todo el tiempo, pero eso tampoco logró abatirla. Posteriormente la torturaron quemándola con antorchas y aceite hirviendo, pero ante las protestas de la gente, el emperador mandó encerrarla de nuevo. Durante la noche recibió visitas de sus padres y parientes, que en vano le suplicaron que se salvara. Fue torturada de nuevo, quemada con grasa derretida, desgarrada con uñas de acero, azotada con cuerdas emplomadas y descoyuntada en el potro. La echaron a los leones y éstos no la tocaron, la colgaron por encima de una hoguera y no se quemó. Finalmente la llevaron a las afueras de Roma, en la Vía Ostia, y allí fue decapitada. Fue enterrada en las catacumbas de esa zona, que pasaron a llamarse catacumbas de Santa Priscila.

Las evidencias históricas

Dejando aparte el relato del martirio, que diferencia claramente a una niña mártir romana de nombre Prisca, los documentos más antiguos crean confusiones con una tal Priscila, hasta el punto de hacer creer que hay tres personas distintas llamadas Prisca: una, titular de una iglesia en el Aventino, como dice un epígrafe funerario del siglo V: “Adeodatus presb. Tit. Priscae” (Adeodato, presbítero del título de Prisca). A esta se la llama “fundadora” según los sínodos romanos de 499 y 595. ¿Sería una matrona romana?

En el siglo VIII, esta Prisca pasa a ser confundida con la mujer de Aquila, a quien San Pablo menciona en varias de sus epístolas. Este matrimonio también tenía una iglesia dedicada en Roma.

Y una tercera Prisca es recordada en los Itinerarios del siglo VIII, situada en las catacumbas de Santa Priscila –es muy probable que el lío Prisca-Priscila venga de aquí, cuando en origen son nombres totalmente distintos que simplemente se parecen-. Lo mismo hace el Sacramentario Gregoriano, recordándola el 18 de enero. ¿Sería ésta la mártir?

En cuanto a ella, ya hemos dicho que tiene una iglesia en el Aventino –en cuya “confesión” del altar mayor está ubicada la urna de madera con sus restos- y que debajo apareció una casa romana. La leyenda dice que en ella se hospedó San Pedro y se conserva una antigua pila bautismal donde bautizaba –de hecho allá hay una pintura donde aparece bautizando a Santa Prisca, la matrona romana, tenida por la mártir- pero sin ningún fundamento histórico.

A Priscila, esposa de Aquila, la inscribió Baronio en el Martirologio Romano a 16 de enero, basándose en el Martirologio Jeronimiano. Pero esta Priscila es confundida constantemente entre la mujer de Aquila y la matrona romana y “fundadora” de las catacumbas que llevan su nombre en Roma. A día de hoy, eso es un problema sin resolver.

Lo que si es evidente es que a pesar de lo infundado de su passio, Prisca la mártir, tiene su iglesia y tiene sus reliquias, así como un culto muy temprano.

¡Felicidades a las que lleven este nombre!

“No hay soledad más triste y afligida que la de un hombre sin amigos, sin los cuales el mundo es desierto; el que es incapaz de amistad, más tiene de bestia que de hombre” ( Francis Bacon).

Cristo quiere una piedad auténtica

Santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6. Miércoles II del Tiempo Ordinari

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Gracias, Señor, por tu amor. Permíteme corresponder a tu donación total con una entrega de mí mismo. Enséñame a amarte cada día más y mejor. Haz que te ame con un amor real, concreto, hecho obras. Dame tu gracia para mostrarte un amor así este día. Así sea.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6

En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder acusarlo. Jesús le dijo al tullido: “Levántate y ponte allí en medio”. Después les preguntó: “¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?” Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió, y su mano quedó sana. Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Existe un riesgo muy alto cuando se toma la religión en serio. Ésta puede convertirse en una lista de deberes y prohibiciones, sin nada más allá de la regla: no hacerse ídolos, ir a misa los domingos, no matar, no mentir, guardarse de la impureza, no molestar a nadie… Acciones o límites verdaderos y que ayudan, pero que se pueden cumplir con los ojos cerrados. Es decir, «cumplo» el tercer mandamiento, da igual lo que mande, tanto si significa ir a misa el domingo como si pidiera llevar un paraguas en los días soleados… Es necesario ver más profundo, ir al porqué de esto y aquello. En el fondo, cada mandamiento nos ofrece un bien concreto, una manera específica de amar. La religión o piedad corre el riesgo de quedarse inmadura. Entonces se seca mucho antes de producir frutos.

La piedad madura nos llama a un amor cada vez más pleno. Ciertamente, el primer lugar lo tiene el amor a Dios, «amarás a Dios sobre todas las cosas». Pero todo amor es una realidad abierta: el amor es como un perfume, que se difunde en todas direcciones. Por eso brota una consecuencia del amor a Dios: «amarás a tu prójimo como a ti mismo». El amor auténtico hacia una persona nos lleva a amar lo mismo que ella ama. Por eso, la piedad auténtica y el amor maduro nos impulsan a buscar el bien de los demás. Ya lo decía san Juan: «En esto hemos conocido qué es el amor: en que él dio su vida por nosotros. Así que también nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Si alguno que posee bienes materiales, ve que su hermano está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede residir en él el amor de Dios?» (1 Jn 3, 16-17) ¡Seamos cristianos auténticos! ¡Vivamos un amor abierto a Dios y a los demás!

«Jesús hizo algo “peor”, algo que irritó aún más a los hipócritas y soberbios que lo estaban vigilando porque buscaban alguna excusa para atraparlo. Curó la mano atrofiada de un hombre. La mano, ese signo tan fuerte del obrar, del trabajo. Jesús le devolvió a ese hombre la capacidad de trabajar y con eso le devolvió la dignidad. Cuántas manos atrofiadas, cuantas personas privadas de la dignidad del trabajo, porque los hipócritas para defender sistemas injustos, se oponen a que sean sanadas. A veces pienso que cuando ustedes, los pobres organizados, se inventan su propio trabajo, creando una cooperativa, recuperando una fábrica quebrada, reciclando el descarte de la sociedad de consumo, enfrentando las inclemencias del tiempo para vender en una plaza, reclamando una parcela de tierra para cultivar y alimentar a los hambrientos, cuando hacen esto están imitando a Jesús porque buscan sanar, aunque sea un poquito, aunque sea precariamente, esa atrofia del sistema socioeconómico imperante que es el desempleo».

(Discurso de S.S. Francisco, 5 de noviembre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pondré en práctica la caridad con mis palabras, hablando bien de los demás.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Cómo se forma la virtud de la piedad?

Existen algunos medios en los que se apoya todo proceso de formación espiritual.

Rezar es hablar con Dios

El Espíritu
De la conciencia moral se pasa a la genuina experiencia religiosa del hombre. Lo que promeramente define al hombre no es su libertad sino su dependencia de Dios. Una persona que arrastra una fe frágil se torna frágil ella misma; por lo contrario el pensamiento profundo y amable de la paternidad de Dios, de Jesucrito como un verdadero amigo, de María como nuestra madre, cambia completamente la vida, naciendo en el fondo del alma una fuerte seguridad.

Formación Espiritual

El área de formación más importante y decisiva para un cristiano es la formación espiritual. Por lo tanto, se trata de una formación vivencial más que intelectual; es la experiencia del amor:comienza por al amor a Dios y a los hombres, y termina en ese mismo amor fortalecido y perfecciondo. Comenzar amando para terminar amando aún más.

Cuentan que un joven ateo entró un día a una iglesia católica para ver qué es lo que hacían ahí. En ese momento celebraban la Santa Misa y el joven se preguntaba qué pasaba. Una persona la empezó a explicar el sentido de cada parte de la misa y al momento de llegar a la comunión le dijo que esas personas se acercaban para recibir a Dios en el sacramento de la comunión. El joven se quedó pensativo, después preguntó: Si los católicos realmente creen que en esa hostia está su Salvador, ¿cómo es posible que tantos se quedan sentados sin recibirla?

Éste es un gran peligro que tenemos los católicos, podemos quedarnos con una fe pequeña, de tradición y no una fe viva y operante que nos lleve a conocer cada vez más a Cristo, a amarle más y a imitarle en cada momento. No hay mejor señal de que nuestra vida espiritual va por buen camino que la transformación de nuestra persona para parecernos un poco más a Cristo.

Señales de Peligro

Dureza de Corazón: Nos importa sólo nuestros propios intereses. Únicamente hay lugar para lo que nos conviene a nosotros; no queremos incomodarnos en nada para ayudar a los otros;no nos duele lastimar a Dios.

Dejarnos llevar por los sentimientos: El verdadero amor se demuestra con las obras y no tanto con las buenas intenciones y sentimientos.

Soberbia y orgullo: Es una actitud de ponerse por encima de Dios y de los demás. Nos lleva a vivir los propios caprichos y no queremos que nada ni nadie nos estorbe.

Superficialidad y materialismo: ata el corazón y no lo deja elevarse a lo espiritual porque estamos preocupados por las cosas materiales y muchas veces no esenciales.

Egoísmo: pensar primero en uno mismo

Pereza: No permite que haya constancia en nuestro compromiso con Cristo. Nos dejamos llevar por lo más fácil y cómodo.

Virtud de la Piedad

La piedad es una virtud que nos hace sentir profundamente hijos de Dios. Nos presenta a Dios como Padre bueno y amoroso, y no sólo como soberano y dueño. Hace que el corazón se dilate de amor y de confianza en Él.

También nos hace tener una tierna devoción a las personas y a las cosas de Dios.
• A la Santísima Virgen modelo más acabado de la nueva creatura surgida del poder redentor de Cristo.
• A los ángeles y a los santos.
• A la sagrada Escritura.
• A la Iglesia
• Al sumo Pontífice ( Papa)
• A los instrumentos de Dios (sacerdotes, religiosas, etc…)

Y nos hace tener un sentimiento de fraternidad universal hacia todos los hombres en cuanto hermanos e hijos del mismo Dios Padre que está en los cielos.

Para que la piedad sea sólida, no debe fundarse en vanos formulismos ni en estados emocionales, sino en una fe honda y robusta y en una actitud de filial amor , confianza y adoración a Dios.

Esta vivencia tiene su centro vital en Cristo y su fuente principal en el Evangelio. Pero esta vida espitual tiene un proceso dinámico: va del conocimiento al amor y del amor a la imitación; quien ha conicodo y ama a Cristo, experimenta el deseo ardiente de comunicarlo a los demás, y su mejor medio de comunicación es el propio testimonio.

Proceso dinámico en la vida espiritual

Tratemos de explicar un poco más en qué consiste este dinamismo.

• Conocer a Cristo: hay que ayudar a los chicos a encontrarse con Cristo, con el Cristo vivo y real que se acerca a nosotros a través del Evangelio, que se hace presente en la Eucaristía y que se comunica con nostros en la oración. Enseñarles a conocer sus criterios, su manera de pensar, de sentir, de querer. Para esto es preciso que sepaspresentar un Cristo atrayente, el auténtico Cristo que es capaz de conquistar a qualquier persona.

• Amar a Cristo: el conocimiento personal es la puerta del amor. Hay que enseñar a tus hijos a vivir su vida diaria en un clima de amistad íntima y profunda con Jesucristo.

• Imitar a Cristo: quien ama piensa en el amado, busca estar con él. Enseñarles a mirar siempre a Cristo ocmo modelo; basta hacer referencia a él cuando queremos ilustrarles una virtud, cuando les corregios y les aconsejamos que él sea siempre su meta, su modelo de vida.

Medios para la formación espiritual

Existen algunos medios en los que se apoya todo proceso de formación espiritual. Son medios que van modelando nuestra personalidad, nos acercan a Dios, modelan nuestro corazón de apóstoles, nos abren a los valores del espíritu y nos sostienen en nuestro camino de santificación. Lejos de ser una añadidura que “roba tiempo”,las siguientes son necesidades profundas y exigencias normales de una auténtica vida Cristiana.

• La oración

Es fuente de luz, ella robustece la fe. La oración es generadora de amor, en ella la voluntad se identifica con el querer de Dios. La oración es vigorosa promotora de acción, en ella Dios nos llena de celo en su servicio y en la entrega a los demás.

Es importante aprender a rezar, buscarle el gusto a la oración. Se trata de un diálogo íntimo y personal con Dios que ilumina y robustece en la mente, en la voluntad y en el corazón, la decisión de identificarse con la voluntad de Dios. No podemos llenar el día de actividades, estudio, trabajo, diversiones, y darle a Dios las migajas de nuestro tiempo.
Es necesario también orientar a los chicos para que quieran orar, que aprendan a hacerlo y oren de hecho. Un hogar Cristiano debe ser una escuela de oración. Es importante que los papás enseñen a los hijos a orar especialmente en temprana edad, dirigiéndoles , por ejemplo, la acción de gracias después de la comunión, las oraciones de la mañana para ofrecer el día y al acostarse para dar gracias a Dios por todas las bendiciones recibidas, bendecir los alimentos…
¿Cuáles son los momentos que tenemos para la oración? Definitivamente, no existe tiempo o un lugar exclusivo para orar, puede hacerse siempre que se desee; sin embargo, es conveniente tener algunos momentos determinados que ayudan a formar el hábito:
• Ofrecer con gozo al Señor cada nuevo día
• Leer un pasaje del evangelio para conocer más a Cristo
• Rezar un misterio o el Rosario completo a María
• Comulgar siempre que te sea posible
• Asistir a Misa todos los domingos
• Acercarte con periodicidad a la confesión, movido por el espíritu de arrepentimiento y el deseo de conversión, haciendo de la confesión un encuentro personal con Cristo misericordioso.
• Hacer un avisita a Cristo en el Sagrario
• Dar gracias a Dios por la noche, por el don de la vida, de la fe, de la perseverancia y pedir perdón por las faltas que haya ofendido su corazón.
En un salón de clases se pueden encontrar también estos pequeños sagrados momentos.

Vida litúrgica y sacramental

Se trata de ayudar a los alumnos a comprender los sagrados ritos y a participar en ellos con toda el alma (misa, periodos litúrgicos importantes Adviento, Navidad, Cuaresma, semana Santa, Pascua…; los sacramentos principalmente la Eucaristía y la Confesión). Esto se vuelve cada vez más importante en la edad adolescente y en la juventud. Es normal que en su proceso de maduración pidan explicaciones acerca de todo y que surjan inquietudes espirituales. No hay que tener miedo a enaeñar la fe como es, es el momento ideal para ayudarles a comprender la importancia y la vivencia de estos actos para que los vayan aceptando e interiorizando con mayor firmeza, y estos resortes espirituales saltarán cuando ellos más lo necesiten.

Sacramento de la confesión

El amor a la Eucaristía es la manifestación de nuestro aprecio por el don que Cristo nos hace de sí mismo. Cristo desde el sagrario, forma el carácter y las virtudes, consuela a los afligidos, fortalece a los débiles… Cristo está ahí, esperándonos siempre que vayamos a visitarlo.

La recepción frecuente del sacramento de la confesión nos ayuda a conocernos más a nosotros mismos, a aumentar la delicadeza de conciencia y fortalece la voluntad para no volver a caer en pecado. Es muy importante prepararse para recibir este sacramento a través del examen de conciencia y el deseo de reparar el corazón de Jesús, de tal manera que hagamos del sacramento de la confesión un verdadero encuentro con el amigo, un encuentro personal lleno de fe y de sencillez, para que sea fuente de renovación interior y progresiva unión con Dios.

Examen de conciencia

Es un medio excelente de conocimiento personal. Todo comerciante necesita hacer sus cuentas y sacar sus conclusiones necesarias para prosperar en el futuro, así debe ser nuestro trabajo espiritual. Un trabajo consciente en la vida espiritual también pide detenerse unos minutos cada día para hacer un balance personal y constatar los progresos o deficiencias personales en la relación con Dios, con nosotros mismos y con los demás. ¿De qué debemos examinarnos? De todo lo importante en nuestra vida: fidelidad a nuestros compromisos con Cristo, a nuestras oraciones, nuestra entrega a los demás, nuestra caridad, obediencia, generosidad, fidelidad a la conciencia, el trabajo , el estudio, el aprovechamiento del tiempo, las faltas de omisión, etcétera.

Virtudes teologales

La fe ha de dar sentido a nuestra vida, debe iluminar nuestro camino hacia el destino eterno; sólo ella nos brindará la fuerza necesaria para superar los obstáculos y las dificultades. La fe no es un mero sentimiento de la presencia de Dios; la fe es mucho más: “…es caminar, sufrir, luchar, caer y levantarse, tratando de ser fiel a un Dios que me llama y a quien no veo…Para mí creer es sobrellevar con alegría las confusiones, las sorpresas, las fatigas y los sobresaltos de mi fidelidad. Para mí creer es fiarme de Dios y confiar en él”. La esperanza nos da la seguridad que sólo puede dar la palabra de Dios y la certeza del triunfo. Es confiar plenamente en la omnipotencia de Dios. La caridad nos lleva a responder al amor de Dios. Es el primero y más grande de los mandamientos: “Amarás al Señor con todo tu corazón, con toda tua alma y con todas tus fuerzas, y a prójimo como a ti mismo”.

Devoción a la Santísima Virgen

Cultivar hacia ella una tierna devoción. Que no pase un día que tengamos un rato de conversación y trato íntimo y filial con ella nuestra madre del cielo.

Aunque todos estos son medios importantes en nuestra vida espiritual, no podemos olvidar que lo fundamental es el cultivo de la vida de gracia, es decir la amistad con Dios que sepier de ante la presencia del pecado mortal en el alma.

Cuando los hijos son pequeños, se les deba hablar de Dios, pero a medida que crecen se les debe hablar más de Dios y hablarle a Dios de nuestros de ellos.

Cómo formar en esta virtud

• Antes que nada el testimonio. Enséñale con tu testimonio a darle el primer lugar a Dios: misa, confesión frecuente, rezar con fervor…
• Participar en algún retiro donde se hable de Dios y de la necesidad que tienen los hombres de este amor.
• Hacer misiones en donde tengan que hablar de Dios, de su fe.
• Dar realce a tiempos litúrgicos, viviéndolos profundamente ya sea en el salón de clases o en casa.
• Fomentar en ellos la generosidad, enseñar a dar a los demás , a la Iglesia, un poco de su tiempo, del esfuerzo, de su colaboración también material.
• Hacer vida lo que se cree
• Hablar con aquel a quien creemos y que sabemos que nos ama.
• El cultivo de la vida de gracia en todo momento: los chicos especialmente adolescentes son muy sensibles al tema de la amistad, cuando comprenden que Cristo es un amigo, harán todo lo posible por no traicionar esta amistad. Ellos comprenden perfectamente esto. Para ello deben hacer la experiencia del amor de Cristo.

Algunos propósitos

Te presentamos algunos propósitos que puedes trabajar con los alumnos estas semanas

Primera semana: Buscar un momento donde le ayudes a prepara una buena y sincera confesión, ayúdate de una guía y buscando sobre todo que sea un encuentro con el amigo.

Segunda semana: leer un pasaje del evangelio para conocer cómo era Jesús, cómo hablaba, ómo trataba a los demás… Comentarlo con ellos

Tercera semana: hacer una semana de oración y pequeños sacrificios por la Iglesia, por el Papa, por las personas que más lo necesitan.

Autoanálisis

1. ¿Procuro rezar con mis hijos/ alumnos en algún momento del día?
2. ¿Cuál es mi actitud antes de ir a misa cada domingo? ¿voy sólo para llevar a mis hijos / para decirle a mis alumnos que fui, o por amor y gratitud a Dios?
3. ¿Qué lugar ocupa Dios en la jerarquía de valores demi vida? ¿Hay sectores de mi vida en los cuales practicamente Dios no entra:profesión, diversiones, aficiones, disponibilidad de tiempo?
4. ¿Vivo a veces como si Dios no existiera o nada tuviera que ver yo con Él?
5. ¿He experimentado alguna crisis de fe no superadas? ¿Por qué no las he superado? ¿Por soberbia o intelectualismo?¿Por llevar una vida desordenada? ¿Por falta de formación religiosa?¿por no seleccionar bien mis lecturas?¿Me ha faltado oración?¿me fío solamente de mis pensamientos y criterios o me confío en Dios?
6. ¿Cómo es mi trato con Dios en la vida diaria? ¿Sé acudir a Él en mis alegrías, mis tristezas, mis proyectos, mis luchas, mis esfurzos, mis logros? ¿Me acuerdo de Él sólo cuando sepresentan los problemas? ¿Cuándo me sobra el tiempo?
7. ¿Busco con convicción los motivos que tengo para estar agradecida (o) con Dios?
8. ¿Creo verdaderamente que tengo una madre en el cielo: La Virgen María? ¿Acudo a ella?
9. ¿Trato de ver a Cristo detrás de cada persona:mis hijos, esposo, alumnos, compañeros de trabajo?
10. ¿Cuál es mi oración favorita y por qué?

Ejercicio de esta sesión

Como una manera de iniciar tu labor de formación de la virtud de la piedad, lee con tus alumnos el relato que te presentamos, coméntalo tratando de que sean ellos mismos los que saquen las conclusiones sobre la importancia de esta virtud. De esta manera también abres una puerta para hablar de cómo es Dios y escuchar lo que ellos piensan y sienten con este tema.

Aprendí de mis padres

“Mi padre, al rezar, se arrodillaba en el piso; apoyaba sus codos en una silla y se cubría el rostro con las manos. No se movía, no no smiraba ni se impacientaba.

Yo pensaba: debe ser grande Dios, si mi padre cuando le habla, se pone de rodillas. Dios debe ser también muy bueno, si mi padre le habla sin quitarse su saco y su corbata.

Mi madre rezaba todas las mañanas las oraciones sin perderse una sílaba, pero siempre en voz muy baja. Nos miraba pero no nos decía nada, nisiquiera cuando los más pequeños la molestaban o cuando había tormenta o cuando el gato se cometíaalguna travesura.

Yo pensabe: Dios debe ser muy sencillo si mi madre puede hablar con ese delantal encima y teniendo un niño en brazos. Y también pensaba: Dios debe ser un personaje muy importante, si mi madre cuando le habla, ya no le hace caso ni al gato ni a la tormenta.

Las manos de mi padre y los labios de mi madre me enseñaron mucho más que el mejor libro de catecismo.

Creer para Ver

Buscamos con la inteligencia, lo que encontraremos con el corazón.

El relato de la conversación de la mujer Samaritana con Jesús, nos deja pensando frente a la capacidad de conversión de una persona que, sólo mediante palabras, logra creer en el verdadero Mesías (Juan 4,1-26).

Nos deja pensando hoy, tras 2000 años de historia. Contamos con una historia revelada en una recopilación de libros de distintos autores de diferentes épocas, lo que conocemos como la Sagrada Escritura. Tenemos la certeza de ciertos hechos verídicos que la ciencia no ha podido refutar y que incluso ha confirmado. Nos apoyamos de una congregación cristiana encargada de custodiar e interpretar la Palabra de Dios, nuestra Iglesia Católica. Sin embargo, aún no creemos porque lo que necesitamos es ver.

Nos toma demasiado trabajo reconocer a Dios Padre como el Creador de todo el Universo, a Jesucristo su hijo, como nuestro Salvador y al Espíritu Santo como Santificador.

¿Por qué? ¿Será que la razón ha superado al sentimiento? Incapaces somos de sentir, pues lo que necesitamos es comprender. Y así es como buscamos textos, artículos, videos, libros, papers, en definitiva toda fuente de información posible que nos pruebe que Dios existe, que Jesús fue un hombre que vivió entre nosotros y más aún, (aunque complejo de seguir entendiendo) que murió y resucitó.

Buscamos con la inteligencia, lo que encontraremos con el corazón. Y no está demás citar la historia de San Agustín y el niño junto al mar, quién le da una hermosa lección respecto a que no es posible que el hombre logre comprender el misterio de Dios. A Dios no se estudia, a Dios se ama. A Dios no se comprende, a Dios se siente.

San Juan relata la incredibilidad de Tomás cuando Jesús resucitado se aparece entre los discípulos: “… Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creo”. (Juan 20,25).

“Jesús dijo: Has creído porque has visto. Dichosos los que creen sin haber visto” (Juan 20,29).

En nuestra condición de debilidad humana, todos tenemos algo de Tomás. Todos hemos buscado cómo poder ver o comprender para lograr creer. Ciertamente, si nuestra fe fuera lo suficientemente grande, sólo pronunciando la palabra “Jesús”, tendríamos todo cuanto quisiéramos y necesitáramos. Sólo podemos lograr creer mediante la fe: ese Don maravilloso que nos abre las puertas del cielo.

Desanimo, desaliento, cansancio, desilusión tal vez, pues no logramos sentir verdaderamente la presencia de Dios en nuestras vidas. Decimos tener fe, somos cristianos activos también, pero aún no lo logramos. No logramos sentirlo…

Me refiero a esa presencia majestuosa de sentirnos acompañados por alguien… o por algo. No sucumbir en el temor, pues estamos abandonados a la voluntad del Padre. No preocuparnos por el mañana, pues Dios nos proveerá todo lo que necesitemos. No caer en la angustia, pues la esperanza de la vida eterna deja de ser esperanza y pasa a ser promesa de nuestro amado Señor.

Pero, no lo creemos. ¿Por qué nos cuesta tanto creer si incluso para la tranquilidad del intelecto, todo lo anterior está escrito en la Santa Biblia?

“Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia”. (Mateo 28,20)

“No se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas”.  (Mateo 6,34)

“Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré”. 
(Mateo 11,28)

No se trata de sólo creer que Jesús existe sino también creer que Jesús vive dentro de nosotros. Justamente la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no vemos. 

Si podemos confiar en el diagnóstico de un Médico, en la gestión de un Abogado, ¡cuánto más podemos confiar en la Palabra de Jesucristo, nuestro salvador! Se trata de entender que nuestro verdadero propósito en nuestras vidas, no es precisamente trabajar, comer, dormir; sino conocer, amar y servir a Dios.

Y por último, me refiero a esa presencia majestuosa que nos hace sentir enamorados de alguien… o de algo. Una razón de existir que trasciende a lo terreno y a todo lo que tenga relación con el mundo. Dormir y despertar pensando en ello y vivir un día con alegría por cualquier cosa, o simplemente por nada. Conversar con alguien… o con algo y decirle… te amo.

Ocurre el milagro de escuchar en el silencio y de sentirnos escuchados en la nada. Confiar hasta lo más profundo de nuestros secretos, entregarse por entero a ese alguien, pero ya no con la mente, pues la inteligencia ha perdido importancia. Sólo sentir, sólo corazón.

El ¿Alfa y el Omega? (Apocalipsis 22,13), sí. Es Jesús. Un Dios vivo cuya presencia lo hace casi palpable. Eso es fe, eso es creer para ver.

California está eliminando el corredor de la muerte y reubicando a los presos

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El gobernador Newsom sugirió que la segregación de los condenados a muerte ha sido motivada por prejuicios raciales y de clase

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El Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR) está eliminando el corredor de la muerte del estado. Esta semana, el CDCR presentó las líneas estratégicas para hacer permanente una iniciativa piloto de los últimos dos años, el Programa de Traslado de Reclusos Condenados (CPTP). El CPTP reubicará a los condenados a muerte a poblaciones generales en prisiones de todo el estado.

California ha tenido durante mucho tiempo el corredor de la muerte más poblado de los Estados Unidos, por un amplio margen. El Centro de Información sobre la Pena de Muerte registró 690 personas condenadas en abril de 2022; más del doble que Florida, el segundo corredor de la muerte más grande del país, con 323. En 2020, el estado comenzó una prueba de dos años del programa, que se dijo que fue exitosa.

Según el sitio web del CDCR, los reclusos trasladados no serán condenados nuevamente, ni sus sentencias serán conmutadas. Si bien estos presos técnicamente seguirán esperando la ejecución, cabe señalar que California no ha ejecutado una sentencia de muerte en 17 años. A los presos transferidos se les permitirá mantener trabajos penitenciarios, pero enviarán el 70% de sus ganancias a las familias de sus víctimas, como lo estipula la Proposición 66, aprobada en 2016.

NPR informa que el gobernador Gavin Newsom declaró que ha perseguido al CPTP porque cree que la pena de muerte en los Estados Unidos es injusta. Sugirió que la segregación de los condenados a muerte en las prisiones está motivada por prejuicios raciales y de clase:

«Eso es algo increíble: la posibilidad de que termines en el corredor de la muerte tiene más que ver con tu riqueza y raza que con tu culpabilidad o inocencia», dijo el gobernador demócrata el año pasado. «Piénsalo. Hablamos de justicia, predicamos justicia. Pero como nación, no lo practicamos en el corredor de la muerte».

La implementación total de la iniciativa CPTP entrará en vigencia tras un período de comentarios públicos de 45 días, así como una audiencia pública planificada en marzo. NPR sitúa el número de reclusos condenados a muerte que estarán sujetos a transferencia en 671 (650 hombres y 21 mujeres) que serán colocados en prisiones del nivel de seguridad apropiado según cada caso.

La medida para hacer que el CPTP sea permanente y obligatorio se produce inmediatamente después de que la gobernadora saliente de Oregón, Kate Brown, desmantelara la cámara de ejecución de su estado y conmutara las sentencias de 17 condenados a muerte. Hasta el momento, hay 23 estados de EE. UU. que han abolido la pena de muerte. De los estados restantes, 24 permiten la pena de muerte y tres tienen gobernadores que han emitido moratorias sobre la pena de muerte.

Santa Margarita de Hungría, dominica por destino y por decisión

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Sus padres, rey y princesa, prometieron que su hija sería dada como monja a un convento si lograban sobrevivir a los enemigos…

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Santa Margarita de Hungría nació el 27 de enero de 1242. Era hija del rey Bela IV y de María Laskarina, princesa de Nicea.

Margarita de Hungría nació en el castillo de Klis, actual Croacia-Eslavonia, a donde su familia había huido a causa de las invasiones de los mongoles.

Sus padres prometieron que su hija sería dada como monja a un convento si lograban sobrevivir a los enemigos. Así ocurrió.

Margarita, entonces, fue educada durante 7 años en el monasterio dominico de Veszprem.

Los reyes ordenaron construir un monasterio en la Isla de los Conejos, cerca de Buda, en honor a la Santísima Virgen.

Cuando cumplió diez años, Margarita fue trasladada allí. Sorprendentemente, otras cien muchachas de casa noble decidieron ingresar como dominicas ese día.

Margarita llamaba la atención por su sobriedad, su pobreza y su espíritu de mortificación.

Pudo haber renunciado a los votos porque la familia real quería casarla con Otakar II de Bohemia, con el duque de Polonia y con el rey de Sicilia, pero ella prefirió seguir entregada a Dios en la vida religiosa.

Margarita murió el 18 de enero de 1271, mientras rezaba el salmo “In Te, Domine speravi”, cuando llegó a las palabras «en tus manos».

Desde entonces se la venera y se le atribuyen muchos milagros, aunque oficialmente es santa de la Iglesia católica desde 1943.

Santa patrona

Santa Margarita de Hungría es mediadora de la tranquilidad y la paz.

Del salmo 31

Del maestro de coro. Salmo de David.

Yo me refugio en ti, Señor,

¡que nunca me vea defraudado!

Líbrame, por tu justicia

inclina tu oído hacia mí

y ven pronto a socorrerme.

Sé para mí una roca protectora,

un baluarte donde me encuentre a salvo,

porque tú eres mi Roca y mi baluarte:

por tu Nombre, guíame y condúceme.

Sácame de la red que me han tendido,

porque tú eres mi refugio.

Yo pongo mi vida en tus manos:

tú me rescatarás, Señor, Dios fiel.