Jesús deja ver a los discípulos que le acompañarán en su bajamiento a Getsemaní, su filiación divina en el estallido glorioso de la transfiguración. De este modo, hermanos y hermanas, los discípulos, en lo alto de esa montaña alta, experimentan una anticipación de la bienaventuranza futura. Sienten tanta plenitud que quieren alargar ese momento de felicidad: ¡Señor, que estamos bien, aquí arriba! Si quiere, haré tres cabañas, dice Pedro expresando el sentimiento de los otros dos. ¡Y qué cristiano no querría estar con Jesús, y alargar el encuentro contemplando su rostro resplandeciente, que es transparencia de su divinidad! Pero esto no les es dado, a los discípulos que le acompañan. Aquella experiencia duró poco: cuando levantaron los ojos, no vieron a nadie más, sino a Jesús solo, con el rostro al que estaban acostumbrados, a veces empapado de sudor, a veces agobiado por el cansancio, y con los vestidos empolvados de cada día. Alargar esos momentos no se dio a los tres discípulos. La cara resplandeciente como el sol y los vestidos blancos como la luz manifiestan su divinidad y significan que Jesús es plenitud, transparencia y comunicación de la divinidad, amor sin límites, luz de la humanidad, bondad infinita, portador de salvación, de curación, de felicidad. Sabiendo esto, pero sin ver nada más que la realidad que les rodea y encaminándose hacia la pasión inminente, los discípulos tendrán que aprender a escuchar la voz de Jesús sin ver su gloria, pero creyendo en su condición divina y esperando con fe vacilante de poder participar. Es lo que debemos hacer, también, nosotros. Escuchar su palabra, como dice la voz del Padre, y recorrer un camino espiritual que, a pesar de las dificultades que podamos encontrar, por la fe nos una a Jesucristo, el Hijo amado del Padre y el objeto de sus complacencias.
Así nuestra vida podrá ir convirtiéndose en transparencia del Evangelio. Y al término de este camino, podremos contemplarlo glorioso y podremos recibir el don de participar de su vida divina. Los monjes y monjas, tanto del oriente como del occidente cristiano, tenemos una veneración espiritual por esta fiesta de la Transfiguración porque nos propone contemplar en la fe la gloria de Jesucristo, poder estar con él intensamente escuchando, acogiendo y haciendo vida su Palabra, y así ir dejando que la vida divina vaya penetrando en nuestro interior. Cuando san Benito habla de la “montaña santa” se refiere al lugar del encuentro con Dios que comienza en esta vida en la Iglesia, y para los monjes también en la comunidad monástica, pero que termina en el cielo, el lugar definitivo del reposo , de la felicidad y de la plenitud existencial; el lugar de la plena comunión con Dios y de la contemplación del rostro glorioso de Jesucristo. Para poder llegar, san Benito, enseña un proceso de transformación espiritual –de “transfiguración”, podemos decir-, consistente en dejarse iluminar por la luz que viene de Jesucristo ya escolar su voz para acoger su palabra en lo más íntimo de uno mismo y dejar que vaya arraigando para ir poniendo en práctica y ser testigo ante los demás, más con la vida que con la palabra. Por eso, san Benito pone a la persona de Jesucristo resucitado, glorioso, en el centro de la vida del monje y en el centro de la vida de la comunidad, para que quede bien claro cuál es el objetivo y más en general de la vida cristiana: ser transformado según la imagen de Jesucristo y llegar a participar de su gloria, después de haber participado, también, de sus sufrimientos en la vida diaria (cf. RB Prólogo, 50).
Jesucristo es el Señor y el compañero de ruta, es el testimonio íntimo de la propia existencia y el vínculo de la comunión fraterna entre los hermanos; él es la causa de la alegría espiritual que experimenta el consagrado mientras se va trabajando para reproducir en él la imagen de Jesucristo; él, Cristo, es el término hacia el que se encamina la vida del cristiano cuando nos reunirá todos en la vida eterna (cf. RB 72, 12). Abriendo, pues, los ojos de la fe a la luz que nos ofrece Jesucristo y acogiendo y poniendo en práctica su palabra podremos encontrar el reposo, la paz y el gozo y llegar al término feliz de nuestra vida participando de la gloria de Jesucristo . Este proceso no es sólo propio de los sacerdotes y consagradas, todos los bautizados están llamados a seguirlo.
La separación del Reino de Dios del reino del mundo. No opuestos, sino independientes. “No se puede servir a Dios y al dinero” y “dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”.
Hoy, la cultura del bienestar, de las comodidades y de la comunicación nos empuja en la dirección fácil, pero de esclavitud: hacia abajo, y nos hace olvidar a la dirección hacia arriba, de libertad, hacia Dios. Y no se trata de negar la bondad de los medios modernos que favorecen la independencia de la vida, sino de no quedar absorbidos, subyugados. Jesús no se negó a participar en actos humanos, pero su misión fue enseñarnos a buscar a Dios, sobre todo. Y esto lo ha olvidado la cultura actual. Es más, se opone. Y con esto deforma la imagen del hombre, que es cuerpo y espíritu. Es terrenal y destinado al cielo. Por el contrario, ¿qué sentido tiene la existencia? ¿Ser como los animales? ¡Creo que somos algo más!
El texto del Éxodo presenta al pueblo pidiendo comida en el desierto, y Dios les concede un pan y una comida inesperada, pero les pone prueba exigiéndoles recogerlas sólo para cada día. Quiere que reconozcan su dependencia, que él tiene providencia de su pueblo. Es decir, quiere que crean en él.
San Pablo nos dice que los creyentes no podemos vivir como los paganos que no conocen a Dios, que viven volcados en las cosas corruptibles; que es necesario “que se renueven en su modo de pensar, revistiéndose de la nueva naturaleza de Dios, hecha a su imagen, y así traigan una vida justa, buena y santa de verdad”. Es necesario, pues, que tengan conciencia de que son hijos de Dios y que lo demuestren con su vida, que sean hijos de la luz y no de las tinieblas, a fin de que quienes los vean glorifiquen al Padre del cielo.
Están en el mundo, pero no viven como el mundo. Que somos peatones hacia el cielo.
En el Evangelio vemos que la gente busca a Jesús entusiasmada, porque les ha dado pan multiplicado milagrosamente. Pero Jesús les pide que busquen el pan que no se estropea y da vida eterna. ¿Qué pan? Es necesario que crean en aquel que Dios ha enviado, que es lo que realmente ha descendido del cielo; no como el pan que dio Moisés en el desierto. Y ese pan es él mismo. Él es el pan que da la vida verdadera y satisface plenamente el hambre; y él, quien también apaga la sed con el vino de su sangre. Es decir, Jesús apunta a la dimensión del hombre destinado a la vida eterna, pero es necesario tener fe en él. Y esto, evidentemente, conlleva renuncias, no a la dimensión material, sino a la esclavitud de estas cosas. Hay que usarlo, pero usarlo bien, nunca abusarlo. Hay que ser señores y no sirvientes de ellas. Hay que ser libres y no esclavos. Es seguir el camino estrecho que conduce a la vida eterna.
Si tuviéramos presentes los miles de toneladas de comida que anualmente se lanzan en los países ricos, porque lo usamos mal, quizás los pobres no pasarían tanto hambre. Si fuéramos cuidadosos con los residuos que poluyen tierras, ríos y mares; si no derrocháramos carburantes fósiles, quizás tendríamos un clima más favorable y se evitarían lluvias devastadoras. Es cuestión de conciencia responsable. De seriedad cristiana. Esta conducta se traduce en esta frase de Jesús: «Haz a los demás lo que quisieras que te hagan a ti». Esto es hacer la voluntad de Dios: no buscar mi bien o mi comodidad, sino evitar dañar a los demás con mi mala conducta. Y es que podemos matar sin disparar ningún arma, de lejos estando, desperdiciando. Que Dios nos abra los ojos a ese camino del amor que lleva hacia el cielo. Y LE ABRA LOS OJOS DEL CORAZON A MISTER PUTIN QUE ASI SEA PARA BIEN DE UCRANIA Y DE SU RUSIA.
Luis Orione, Santo
Sacerdote y Fundador, 12 de marzo
Por: . | Fuente: vatican.va
Martirologio Romano: En Sanremo, en la región de Liguria, en Italia, san Luis Orione, presbítero, que instituyó la Pequeña Obra de la Divina Providencia, para bien de los jóvenes y de todos los marginados. († 1940)
Fecha de beatificación: 26 de octubre de 1980 por S.S. Juan Pablo II
Fecha de canonización: 16 de mayo de 2004, durante el pontificxado de S.S. Juan Pablo II
Breve Biografía
Luis Orione nació en Pontecurone, diócesis de Tortona, el 23 de junio de 1872. A los 13 años fue recibido en el convento franciscano de Voghera (Pavía) que abandonó después de un año por motivos de salud. De 1886 a 1889 fue alumno de San Juan Bosco en el Oratorio de Valdocco de Turín.
El 16 de octubre de 1889 entró en el seminario de Tortona. Siendo todavía un joven clérigo, se dedicó a vivir la solidaridad con el prójimo en la Sociedad de Mutuo Socorro San Marciano y en la Conferencia de San Vicente. El 3 de julio de 1892, abrió en Tortona el primer Oratorio para cuidar la educación cristiana de los jóvenes. Al año siguiente, el 15 de octubre de 1893, Luis Orione, un clérigo de 21 años, abrió un colegio para chicos pobres en el barrio San Bernardino.
El 13 de abril de 1895, Luis Orione fue ordenado sacerdote y, al mismo tiempo, el Obispo impuso el hábito clerical a seis alumnos de su colegio. En poco tiempo, Don Orione abrió nuevas casas en Mornico Losana (Pavía), en Noto (Sicilia), en Sanremo, en Roma.
Alrededor del joven Fundador crecieron clérigos y sacerdotes que formaron el primer núcleo de la Pequeña Obra de la Divina Providencia. En 1899 inició la rama de los ermitaños de la Divina Providencia. El Obispo de Tortona, Mons. Igino Bandi, con Decreto del 21 de marzo de 1903, reconoció canónicamente a los Hijos de la Divina Providencia (sacerdotes, hermanos coadjutores y ermitaños), congregación religiosa masculina de la Pequeña Obra de la Divina providencia, dedicada a «colaborar para llevar a los pequeños, los pobres y el pueblo a la Iglesia y al Papa, mediante las obras de caridad», profesando un IV voto de especial «fidelidad al Papa».En las primeras Constituciones de 1904, entre los fines de la nueva
Congregación aparece el de trabajar «para alcanzar la unión de las Iglesias separadas».
Animado por una gran pasión por la iglesia y por la salvación de las almas, se interesó activamente por los problemas emergentes en aquel tiempo, como la libertad y la unidad de la Iglesia, la «cuestión romana», el modernismo, el socialismo, la cristianización de las masas obreras.
Socorrió heroicamente a las poblaciones damnificadas por los terremotos de Reggio y de Messina (1908) y por el de la Marsica (1915). Por deseo de Pío X fue Vicario General de la diócesis de Messina durante tres años.
A los veinte años de la fundación de los Hijos de la Divina Providencia, como en «una única planta con muchas ramas», el 29 de junio de 1915 dio inicio a la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, animadas por el mismo carisma fundacional y, en el 1927, las Hermanas adoratrices Sacramentinas invidentes, a las que se añadirán después las Contemplativas de Jesús Crucificado.
Organizó a los laicos en las asociaciones de las «Damas de la Divina Providencia», los «Ex Alumnos» y los «Amigos». Después tomará cuerpo el Instituto Secular Orionino y el Movimiento Laical Orionino.
Después de la primera guerra mundial (1914-1918) se multiplicaron las escuelas, colegios, colonias agrícolas, obras caritativas y asistenciales. Entre las obras más características, creó los «Pequeños Cottolengos», para los que sufren y los abandonados, surgidos en la periferia de las grandes ciudades como «nuevos púlpitos» desde los que hablar de Cristo y de la Iglesia, «faros de fe y de humanidad».
El celo misionero de Don Orione, que ya se había manifestado con el envío a Brasil en 1913 de sus primeros religiosos, se extendió después a Argentina y Uruguay (1921), Inglaterra (1935) y Albania (1936). En 1921-1922 y en 1934-1937, él mismo realizó dos viajes a América Latina, Argentina, Brasil y Uruguay, llegando hasta Chile.
Gozó de la estima personal de los Papas y de las autoridades de la Santa Sede, que le confiaron numerosos y delicados encargos para resolver problemas y curar heridas tanto dentro de la Iglesia como en las relaciones con el mundo civil. Fue predicador, confesor y organizador infatigable de peregrinaciones, misiones, procesiones, «belenes vivientes» y otras manifestaciones populares de la fe. Muy devoto de la Virgen, promovió su devoción por todos los medios y, con el trabajo manual de sus clérigos, construyó los santuarios de la Virgen de la Guardia en Tortona y de la Virgen de Caravaggio en Fumo.
En el invierno de 1940, intentando aliviar los problemas de corazón y pulmones que sufría, fue a la casa de Sanremo, aunque, como decía, «no es entre las palmeras donde deseo vivir y morir, sino entre los pobres que son Jesucristo». Después de tan sólo tres días, rodeado del afecto de sus hermanos, Don Orione falleció el 12 de marzo de 1940, suspirando «!Jesús! !Jesús! Voy».
Su cuerpo, intacto en el momento de la primera exhumación en 1965, fue puesto en un lugar de honor en el santuario de la Virgen de la Guardia de Tortona, después de que, el 26 de octubre de 1980, Juan Pablo II inscribiera su nombre en el elenco de los Beatos.
Su Santidad Juan Pablo II lo canonizó el 16 de Mayo de 2004.
Reproducido con autorización de Vatican.va
Si el mundo supiera lo que es el amor…
Santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48. Sábado I de Cuaresma
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Cada día que pasa me voy dando cuenta que estoy hecho para el amor… Enséñame a amar, Señor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Si el mundo supiera lo que es el amor, cuántas cosas cambiarían. Si el mundo supiera…
Si el mundo mirara más de cerca la cruz de Cristo…si tan sólo la mirara más detenidamente… más atentamente; podría aprender, podría comprender.
¿Qué es lo que veo en la cruz, Señor? Puede ser que, sin la ayuda de la fe, sólo me quede en lo terreno, en lo humano, en el sentimiento, pero… ¿si veo un poco más atento…?
Veo a Alguien que ha dado todo sin necesitar hacerlo y sin esperar nada a cambio; veo amor desinteresado. Veo dolor, pero también esperanza; escucho el silencio del que ama, pues cuando alguien ama no hay palabra que lo exprese… que lo abarque. Veo donación, libertad… totalidad.
En la cruz no hay espacio para el egoísmo, pues cuando se vive de amor, sólo se vive para el otro, se muere por el otro… todo se da por el otro.
No veo espacio para distinción, pues esos brazos abiertos me indican que lo único que comprende todo y a todos, es el amor.
No veo espacio para las guerras, para el poder o la búsqueda de riquezas, pues ante la desnudez y la soledad del verdadero Rey encuentro lo que realmente es importante… y que al mundo le es difícil comprender.
Si el mundo supiera lo que es el amor… si viéramos más atentamente la cruz, encontraríamos lo que estamos buscando; encontraríamos la perfección en el amor.
Si supiéramos lo que es el amor…
«Por todas partes, y sobre todo allí donde reina la violencia, el odio, la injusticia y la persecución, los cristianos estamos llamados a ser testigos de este Dios que es Amor. Al mismo tiempo que animo a los sacerdotes, consagrados y laicos de este país, que viven las virtudes cristianas, incluso heroicamente, reconozco que a veces la distancia que nos separa de ese ideal tan exigente del testimonio cristiano es grande. Por eso rezo haciendo mías las palabras de san Pablo: “Que el Señor los colme y los haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos”. En este sentido, lo que decían los paganos sobre los cristianos de la Iglesia primitiva ha de estar presente en nuestro horizonte como un faro: “Miren cómo se aman, se aman de verdad”». (Homilía de S.S. Francisco, 29 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Intentaré hacer un acto de caridad a una persona con la que me es difícil tratar o no me salga de manera natural.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Amor a los enemigos y la perfección del amor
¿A quién hay que amar? Amar como Dios
¿A quién hay que amar?
«Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los Cielos, que hace salir su sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos y pecadores. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? ¿Acaso no hacen eso también los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen eso también los paganos?»(Mt)
Amar como Dios
Jesús defiende la ley del Levítico de amar al prójimo, y no la interpretación de odiar al enemigo. Ciertamente, la caridad es ordenada y se debe amar con intensidad a los más cercanos, familia, pueblo, nación, pero no a costa del odio al enemigo. Los beneficios de Dios sobre todos revelan la paciencia de Dios sobre buenos y malos. Se trata de llegar más lejos que los pecadores y de los paganos que no conocen a Dios. El que conoce a Dios ama como Él ama. Su amor no es indiferencia, ni lejanía, y mucho menos odio o menosprecio, sino amor que llega lejos, también al que está en el último lugar. El amor debe llegar a los enemigos. Es decir, a aquellos que me odian. No se puede responder al odio con el odio, sino con el amor. Este es el modo divino de actuar.
La sorpresa de los que le escuchaban debió ser grande. En esto consistía la ley del nuevo reino de Dios. Se cumplía la ley moral, se cumplía la ley revelada a Moisés; pero a unos niveles distintos, a niveles de perfección. Se trataba de ser «perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto»(Mt). Para ello era necesario profundizar en el conocimiento del Padre celestial. Sólo el que comprende el amor del Padre se puede introducir en esa nueva ley del amor, que se concretaba ante sus ojos en estas seis antítesis en que Jesús va diciendo lo que se dijo a los antiguos, pero añadiendo ese famoso «yo os digo», que tiene contenido de verdadero legislador que sabe el contenido íntimo de la ley y la coloca ante los ojos de los que le escuchaban.
«¡Jóvenes sean originales!»
La mirada del Papa Francisco puesta en la JMJ Lisboa 2023.
Por: Sofía Lobos | Fuente: Catholic.net
A través de un videomensaje el Papa Francisco habla desde el corazón a los jóvenes que están preparándose para participar en la próxima Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en 2023, en Lisboa, Portugal.
«Estoy deseando que llegue agosto de 2023. Falta un año y unos meses. Estoy mirando a Portugal, estoy mirando a Lisboa, estoy mirando a Fátima; estoy mirando al encuentro de todos ustedes», dice el Santo Padre, recordando que, tanto en Portugal como en tantos otros países, muchos chicos y chicas que trabajan como voluntarios de este gran evento, «¡miran en la misma dirección!».
Hagan que la JMJ sea un evento creativo y con vida
Asimismo, el Papa señala que no atravesamos un tiempo fácil ya que «vamos de crisis en crisis».
«Salimos de la crisis de la pandemia, llegamos a una crisis económica y ahora estamos en la crisis de la guerra, ¡que es uno de los peores males que pueden ocurrir!», afirma el Pontífice alentando a todos a prepararse en medio de todas estas crisis y ayudar para que el evento de agosto de 2023 sea un evento joven, «un evento fresco, un evento con vida, un evento con fuerza, un evento creativo».
Jóvenes: «Sean originales y no fotocopias»
«No vivan a la sombra de los otros encuentros. Ustedes deben crear el encuentro. Si no son creativos, si no son poetas, este encuentro no saldrá bien, no será original, será una fotocopia de los otros encuentros», indica Francisco, citando como ejemplo las palabras del joven beato italiano, Carlo Acutis:
«Cada uno debe ser un original, no una fotocopia. Y el encuentro debe ser original, con la contribución de todos. Deben crearlo. Ánimo y sigan adelante».
Las crisis se superan juntos
Por otra parte, en su video el Santo Padre hace hincapié en que las crisis se superan juntos, no solos y nos ponen a prueba para que podamos salir mejor.
«No salimos igual de las crisis: o salimos mejor o peor. Y el desafío que tenemos por delante es salir mejor. Y lo mejor de ustedes es que sean creativos: ¡sean creativos, sean poetas! Hagan esta poesía de la creatividad mirando hacia agosto de 2023».
Sacar lo mejor de cada uno
Finalmente, Francisco recuerda a los chicos y chicas que reza por todos ellos, tanto por los que irán presencialmente a la JMJ, como por los que participarán a través de los medios digitales:«Rezo para que esta sea un encuentro fructífero. Que cada uno de nosotros salga mejor que cuando llegó. Les pido, por favor, que recen por mí, porque yo también necesito que me apoyen con la oración. ¡Que Jesús los bendiga y que la Virgen los proteja! Nos vemos en agosto», concluye el Papa.
Diez ideas y criterios básicos para la Cuaresma
La cuaresma es un tiempo para vivir de ella. Es un tiempo para practicarla, para ejercitarla no como un fin en sí mismo sino como un medio, un camino hacia la pascua.
Diez ideas y criterios básicos para la Cuaresma – De lo qué es la Cuaresma y de cómo vivirla
1.- La cuaresma nació como desarrollo pedagógico de un aspecto central del misterio cristiano celebrado en el triduo pascual. Destaca la perspectiva de su referencia a Jesucristo.
2.- La cuaresma ha sido siempre el tiempo litúrgico más caracterizado del cristianismo. Es un conjunto de cuarenta días, cuya razón de ser originaria fue la de imitar el ayuno previo del Señor al comienzo de su ministerio apostólico.
3.- La cuaresma es privilegio aptísimo para vivir en y de la Palabra de Dios. Vivir en y de la Palabra significa leerla, rezarla, meditarla, abrirse a ella, confrontarse con ella, poner a su tamiz y a su luz nuestra propia existencia. Llenarse de ella para que sea la música y la letra de la pletina de nuestra alma y de la partitura de nuestro corazón.
4.- Toda la liturgia de la cuaresma, tanto en sus aspectos rituales como en la misma liturgia de la palabra, está transida de hermosísimos símbolos que ayuden y hagan visible el camino cristiano de la conversión. Estos símbolos son el desierto, la luz, la salud, el agua, el perdón, la liberación, la cruz y la resurrección.
5.- Los personajes bíblicos que iluminan el camino cuaresmal son José hijo de Jacob, Ester, la casta Susana, Jeremías, el ciego de nacimiento, el hijo pródigo, el padre del hijo pródigo, la samaritana, la mujer adúltera y arrepentida, Zaqueo, el buen ladrón… y, sobre todo, Jesús de Nazaret.
6.- La cuaresma encuentra en la oración la más apropiada de sus atmósferas y de sus escuelas. La oración cuaresmal debe más frecuente y habitual. Su tonalidad propia es la humildad, la insistencia, la confianza. Es oración de súplica y de petición. La oración cristiana de la cuaresma debe intensificar sus dimensiones bíblica y litúrgica, de gran riqueza, variedad, matices y contenidos durante los cuarenta días de este tiempo. En este sentido, la oración litúrgica ha de ser más pausada, sencilla, cordial, humilde, pobre, seria y profunda.
7.- El ayuno es el segundo camino cuaresmal, según el Papa San León Magno. Se trata del ayuno del hombre viejo, del ayuno del pecado, de la renuncia a los propios caminos para abrazar los caminos de Jesucristo. Se trata de privarnos de algo en favor de alguien necesitado, que podemos nosotros mismos o nuestro prójimo. El ayuno no es, pues, una ejercitación meramente voluntarista o hasta masoquista. Es una opción de purificación y de intercesión.
8.- La vigente normativa eclesiástica de la abstinencia de carne durante todos los viernes de cuaresma y del ayuno y de la abstinencia el miércoles de ceniza y el viernes santo pueden ayudarnos a recorrer esta segunda vía cuaresmal y penitencial, antes citada.
9.- La limosna, la caridad, la solidaridad es el tercero de los caminos tradicionales y permanentes de la cuaresma. ¡Tenemos tantas demandas de justicia para vivir la limosna, la caridad cuaresmal!
10.- La cuaresma es un tiempo para vivir de ella. Es un tiempo para practicarla, para ejercitarla no como un fin en sí mismo sino como un medio, un camino hacia la pascua. Por ello, para recorrer adecuada y cristianamente la cuaresma debemos buscar y desarrollar nuevos espacios oracionales y devocionales.
El rezo, antes tan habitual del Vía Crucis, durante, al menos, los viernes de cuaresma, es una praxis que, lejos de haber perdido su vigencia y sentido, debe ser potenciada y recuperada en nuestra Iglesia en medio de una sociedad donde la realidad y el misterio de la cruz siguen presentes y desafiantes. Otras maneras espléndidas y siempre fecundas para recorrer este camino cuaresmal de la oración será practicar algún día de retiro o de ejercicios espirituales, que nos llenarán de fuerza, de gracia y de vida, siempre necesarias para todos y participar en conferencias, charlas y escuelas cuaresmales.
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El año litúrgico, origen y significado: La celebración del Año Litúrgico es la vivencia de la vida de Cristo, todas sus etapas desde su nacimiento hasta su muerte.
La ley del talión, la venganza y el perdón
Meditación. La ley del amor va más lejos que la ley del talión
«Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo: No repliquéis al malvado; por el contrario, si alguien te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiera entrar en pleito contigo para quitarte la túnica, déjale también la capa. A quien te fuerce a andar una milla, ve con él dos. A quien te pida, dale; y no rehuyas al que quiera de ti algo prestado» (Mt)
La ley del talión era un avance ético en momentos de brutalidad, cuando la venganza era mayor que la ofensa recibida. La cadena de venganzas era creciente, y fuente de dolores casi imposible de curar. Jesús va de nuevo a la raíz: el perdón ante la ofensa real recibida. Ante la violencia responder con la caridad, no con más violencia.
Es frecuente ver que las guerras generan odios y repiten, al pasar el tiempo, nuevos horrores. El perdón permite comenzar de nuevo. Pero con un perdón que salga de dentro, que sea real.
Jesús utiliza imágenes de la vida cotidiana con abusos de menos categoría, para que si en estas cuestiones se cede, conscientes de la nueva justicia que se está viviendo, cuando lleguen los problemas graves se pueda acceder a un orden superior.
La ley del amor va más lejos que la ley del talión.
10. Verónica
Prepararse a la llegada del esposo
Por: P. Horacio Bojorge S.J. | Fuente: Clínica del Buen Amor
10.- VERÓNICA
PREPARARSE A LA LLEGADA DEL ESPOSO
“Yo quiero para esposo
alguien que me ayude a conocer y amar más a Dios
no alguien que me aleje de él
y ahora casi todos los chicos son así […]
hay uno que siempre me molesta
y tiene todas esas características que no me gustan.
A veces pienso que es imposible encontrar a un chico
con las características que busco
muchas personas se me burlan y me dicen que me haga monja…”
1. Querido Padre Horacio:
Mi nombre es Verónica, soy de Ecuador, los motivos por los cuales le escribo son muchos. Primero para felicitarlo por el libro “La Casa sobre roca” lo estoy leyendo y me ha hecho comprender muchas cosas. Ahora padre estoy en un dilema yo no tengo enamorado, yo no salgo mucho, más bien prefiero estar en casa y me han dicho que salga más para conocer personas. No sé, Padre, eso me confunde. Es que, Padre, la mayoría de chicos que he conocido no son lo que yo espero. Por ejemplo: no creen en Dios, fuman, toman y eso yo no lo quiero.
Yo quiero para esposo alguien que me ayude a conocer y amar más a Dios no alguien que me aleje de él y ahora casi todos los chicos son así. Bueno, los que me han presentado son así. Pero hay uno que siempre me molesta y tiene todas esas características que no me gustan Padre.
A veces pienso que está como que imposible encontrar a un chico con las características que busco. Muchas personas se me burlan y me dicen que me haga monja mejor, porque dicen que soy muy exigente.
Discúlpeme Padre si he repetido las mismas cosas en diferentes formas. Lo felicito de nuevo por el libro y me encantaría que escriba otro igual a La Casa sobre Roca ¡gracias Padre! Envíeme su bendición desde lejos. Dios y la virgen lo cuiden padre, lo tengo en mis oraciones ¡muchísimas gracias!
Verónica
Mi respuesta
Verónica:
Hay un antiguo refrán español que dice “Matrimonio y mortaja, del cielo bajan”. El esposo se recibe de las manos de Dios. Mejor dicho Dios entrega a su hija como esposa a otro hijo suyo. ¿Recuerdas el testimonio de Ernesto desde el Paraguay que publiqué el 8 de mayo de este año 2010 en el Blog del Buen Amor? Él allí manifiesta su experiencia de que ha recibido de Dios a Dorita su novia.
No se trata de que tú salgas a buscar enamorado. Sino que te dispongas para ser encontrada. Busca a tu alrededor familias católicas como la tuya y trata de que haya relación entre una y otra. A veces entre familias de parentesco lejano existen jóvenes de cultura y religiosidad semejante. Y sin tener ya los inconvenientes de la consanguineidad cercana, tienen la ventaja de la religión y la cultura común. Leemos en la Sagrada Escritura que los patriarcas buscaban esposa para sus hijos dentro del clan, es decir, dentro de la misma religión y cultura.
Esos chicos a los que te refieres, no son de tu misma cultura, aunque sus antepasados quizás si lo fueran. Pero ellos, hoy, sido des-inculturados, trans-culturados y transformados en seres pertenecientes a otra cultura que no es la cristiana. Y por lo tanto tienen maneras de ver a la mujer y a la sexualidad que tú nunca lograrías aceptar y con las cuales serías eternamente infeliz. Para eso: más vale quedarte soltera que vivir mal casada. Esos jóvenes, cuyo modo de vivir y de relacionarse con la mujer tu corazón rechaza, son, al decir de san Pablo: “incircuncisos de corazón”.
Pero Dios, que es tu Padre, tiene miles de hijos y puede destinarte a alguno de ellos. No sabes cuál, ni debes buscarlo por ti misma. Pero sí estar atenta si eres encontrada por uno de ellos que reconoce en ti a su mujer. En La Casa sobre Roca, habrás leído la historia del filósofo argentino Alberto Caturelli y cómo Dios le hizo reconocer a la que le daba por esposa (páginas 58 a 61).
No faltes a la Misa dominical, y vístete y arréglate para Dios con pudor y modestia para la solemnidad de esa fiesta. El Padre da belleza y encanto a sus hijas y eso es una gracia que deben cuidar. No para envanecerse, ni para ensoberbecerse ni para competir con otras, ni para acosar sexualmente a los varones, sino para presentarse ante Dios como el Padre las hizo, cuidando el traje de belleza que les dio como una gracia divina que debe reflejar la belleza interior del amor divino, que es la belleza principal.
Frecuenta la parroquia y las procesiones, las grandes fiestas de la Virgen, del Señor o de los santos en los santuarios de tu tierra. Asiste a los grupos juveniles y los retiros espirituales. Fórmate para dar catequesis a los niños. Y estate siempre pronta, como las vírgenes prudentes, porque no sabes a qué hora vendrá el novio, en este caso el tuyo. Y tu buen deseo de ser hija del Padre celestial sea tu lámpara encendida que arda siempre en su presencia. Que la luz de tu lámpara sea ese deseo de ser ministro de su amor para tu esposo en el sacramento del matrimonio, y madre de hijos para Dios y para tu esposo, santos adoradores eternos.
Para eso te ayudará vivir religiosamente cada período mensual de tu fecundidad femenina. Meditando cómo en esos días Dios, tu Creador y Padre amoroso, que te creó para ser esposa y madre, obra en ti ese gran misterio por el cual ha puesto en tus entrañas la fuente de la vida. Que ese período mensual te recuerde tu vocación a dar la vida a adoradores eternos. No lo vivas como un hecho higiénico puramente natural Aprovecha para vivirlo “místicamente” como una vocación religiosa inscrita en tu naturaleza de mujer. Una vocación al matrimonio y a darle descendencia a un esposo, hijo de Dios, cuando lo disponga Dios, si Dios así lo dispone.
Durante esos días puedes hacer un pequeño retiro espiritual entregándote algo más intensamente que de costumbre a los ejercicios de piedad: adorar al Santísimo Sacramento, rezar el Rosario, hacer alguna lectura espiritual, como por ejemplo alguna vida de santos, en especial de santas mujeres. De esa manera tendrás tu lámpara encendida para cuando llegue aquél a quien tu Padre celestial te destinó como esposa. Y a la luz de esa lámpara reconocerás que él es el que viene portando el amor que Dios puso en él para ti.
Si quieres preguntarme más, estoy a tus órdenes.
Padre Horacio
“Voy a hacer todo lo que me aconsejó.
Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad
y le dejaré las manos libres
para que haga en mí maravillas”
2. Querido padre:
Muchas gracias por esas palabras hermosas, tengo más claro todo. Esperaré en el Señor y dejaré que mi futuro esposo me reconozca. Leyendo el correo de nuevo, veo que usted me aconseja que asista a peregrinaciones y le cuento que mañana voy asistir a una peregrinación mariana eso ya lo tenía planeado desde hace dos semanas.
Usted me preguntó que cómo llegué a conocer su libro La casa sobre roca” en Ecuador pues yo estoy en un grupo juvenil femenino y estábamos trabajando con el libro. Es muy hermoso, es una bendición tener el libro.
Mi hermano que se va a casar lo está leyendo con su enamorada. Quisiera saber también qué otro libro me aconseja leer.
Muchísimas gracias de nuevo padre que tenga un hermoso día. Dios lo bendiga
Verónica
Mi respuesta
Querida Verónica:
Estamos en Mayo, que es un mes de María, un tiempo especial para hacerle una novena o dedicarle lo que queda del mes para pedirle a tu Madre Santísima, la gracia del encuentro con el esposo a quien el Padre Celestial y el Verbo eterno te tengan destinada.
Porque si Eva fue creada para Adán, eso quiere decir que toda mujer es destinada a un varón, a no ser que sea destinada a la virginidad consagrada, o que por otros motivos el Señor la mantenga soltera por motivos que solamente él sabe, pero que no escapan nunca a su divina y amorosa Providencia.
Y ora también por el que será tu esposo algún día aunque aún no lo conozcas.
A él encomiéndalo a San José. Reza por las dos intenciones todos los días de tu vida.
Acerca de las procesiones como lugar de encuentro de esposos, me acuerdo de que conocí en el Paraguay, hace años, a unos esposos que se habían encontrado en una procesión de la Virgen. Él era un campesino muy humilde y siempre la había mirado a ella casi desde niña, sintiendo que ella iba a ser su esposa, aunque había diferencia social entre ellos. Se ve que Dios le daba a conocerla en su corazón como la que sería su esposa. Pero recién fue en aquella procesión donde se conocieron y comenzaron a tratarse.
Ella nunca había notado que él la miraba, porque lo hacía con mucha discreción y respeto y en el silencio de su corazón de varón santo y humilde. Él la miraba con admiración, como un ser inalcanzable y creía no merecerla, porque, además, había una gran diferencia social entre él y la familia de aquella joven.
Pero el Señor encaminó todo, porque era designio de su Providencia, para la felicidad de ambos. Así que bajo el manto de María se comunicaron y allí comenzaron a tratarse.
Creo que lo conveniente no es poner por delante el matrimonio y el encuentro con el futuro esposo, sino tratar desinteresadamente con todos los chicos y chicas por igual y cultivar el trato, la amistad, las actividades juntos, ya sea religiosas, deportivas, culturales, familiares, o vecinales.
Sí, tratar aún con chicos que están “en la pavada”, a los que se les puede siempre decir una palabra orientadora para sacarlos de los engaños y hacerles el bien diciéndoles la verdad acerca de las cosas con simpatía, dulzura y humildad, y sin miedo a ellos. Son muy desgraciados.
El trato no significa ningún compromiso cuando se guardan las distancias y no se coquetea creándoles falsas ilusiones, sino comportándose con seriedad simpática y simpatía seria. Mirándolos como hermanos, pues lo son cuando están bautizados, hijos del Padre celestial, y llamándolos a que tomen conciencia de lo que son y de cómo deben vivir y comportarse. Así, el buen trato, aunque no llegue a ser amistad, se convierte en una ocasión de evangelizarlos para la conversión.
Tú confiésate seguido, si es posible cada mes o cada quince días, pidiendo al Padre que te purifique el alma y te engendre como hija suya muy querida.
Que Él te prepare para ser una esposa y madre santa, santificar a tu esposo y a tus hijos con el ministerio de tu esponsalidad y la gracia de la maternidad.
Y en todo momento repite las palabras de María Santísima ofreciéndote al Padre y consagrándote a Ella y a su Santísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo: «Hágase en mí según tu Palabra».
Si dejas que Dios haga, hará en ti grandes cosas, como proclama María Santísima en el Himno del Magníficat. Hazlo así y tú también podrás decir, ya lo verás, «»Mi alma engrandece al Señor porque hizo en mí grandes cosas, Santo es su nombre».
Las hazañas de Dios en nuestras vidas no las podemos ver da antemano. Las vemos después, mirando para atrás y contemplando el camino de nuestra vida; viendo lo que hizo con nosotros. Empezando por darnos la confianza en su obra, y una fe que, sin ver, creyó.
Así que grábate en la memoria y el corazón estas oraciones breves y díselas en todo momento al Padre, y a Jesús: «Hágase en mí», «Hágase en mí según tu palabra», «Obra en mí tus maravillas», «Que se cumpla en mí tu voluntad, maravillosa y divina», y todo lo que se ocurra decir de una manera y otra dándole vueltas en tu corazón.
No sabemos lo que hará contigo. Pero Él lo tiene determinado y proyectado. Él te amó desde antes de la creación del mundo y te destinó a ser santa e inmaculada en su presencia por la caridad. Sé humilde, obediente, dócil. Y Él tendrá las manos libres para obrar en tu vida.
Y después de los medios de gracia, también puedes ir poniendo los medios humanos para prepararte como ama de casa en tu futuro hogar. Ayuda a tu mamá, bajo su obediencia, a las tareas de la casa: cocina, limpieza, orden, cuidado de los niños. Estudia y prepárate para la futura maternidad. Puedes desde ahora entrar en una buena lista para ver lo que les pasa a las mujeres en un mundo enemigo de los hijos.
Te recomiendo por ejemplo que te asomes a la lista. Bendiciones
Padre Horacio
3. Padre Horacio,
Muchísimas gracias por todos sus consejos, rezaré por las dos intenciones de ahora en adelante. Mañana voy a ver al Padre Párroco y le enviaré su saludo afectuoso. Voy a hacer todo lo que me aconsejó. Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad y le dejaré las manos libres para que haga en mí maravillas. Seré paciente y me preocuparé por prepararme más y por seguir mi plan de mi vida
Gracias de todo corazón Padre. Para mí es una bendición enorme que me haya contestado los correos porque sé que el Señor me aconseja a través de usted.
Quisiera saber si le puedo escribir contándole mis cosas o cuando tenga alguna duda le prometo que no le voy a molestar tanto.
Gracias por su bendición también Padre Dios lo bendiga.
Su hija en Cristo Verónica.
Mi respuesta
Querida Verónica:
Gracias por adoptarme por Padre en Cristo. Es un honor para mí compartir esa paternidad con tu párroco.
Me alegran muchísimo las disposiciones interiores que hay en ti. Son fruto de la gracia. Y son un augurio de que el Padre terminará en ti la obra comenzada.
Por supuesto que te ruego que me tengas al tanto de lo que vaya obrando el Padre en tu camino. Es un soberbio espectáculo poder ser testigo de las obras de Dios en las almas. Te pido permiso para publicar tu pregunta. Bendiciones
Padre Horacio
4. Querido padre:
No hay ningún problema puede subir mi pregunta. Sé que mi pregunta y su respuesta pueden ayudar a muchas jóvenes que se encuentran con la misma inquietud y eso me da mucha alegría. Y le prometo que lo mantendré al tanto de todo lo que suceda de ahora en adelante. Le envié su saludo al Padre Párroco y le dio mucha alegría al saber de usted; me dijo que le deseaba lo mismo.
¿Sabe? Siempre que leo sus correos me llenan de mucha felicidad.
Me gusta mucho lo que dice que el Señor terminará en mí la obra comenzada.
Cada vez que leo esa parte me lleno de mucha alegría y de ilusión; y eso me da fuerza para seguir luchando por agradarle al Señor.
Le voy a contar algo: antes yo estaba alejada de Dios. ¡Qué tonta fui! ¡Desperdicié mi tiempo! Pero luego regresé y desde ahí no quise alejarme más de Él y entré al grupo de las Mensajeras de la vida. Empecé a conocer más a Dios me confesé y comulgué. Todo hasta ahora ha sido maravilloso. Y lo que es mejor aún: siento que Dios me ha escuchado. Porque antes de entrar al grupo de las Mensajeras de la Vida, siempre le pedía al Señor que me preparara para ser una buena mujer, esposa y madre como la Virgen. ¡Y mire! Llegó a mi vida esta hermosa agrupación quiere decir que es una señal verdad. Igualmente, siempre dejo todo en sus manos porque de cualquier forma en la que Dios me llame lo voy a servir.
Padre solo le pido una última cosa… rece por mí por favor.
Padre gracias de nuevo por dejar que le escriba estoy inmensamente agradecida.
Dios lo bendiga a usted también. Que Dios y la Virgen lo cuiden siempre
Su hija en Cristo,
Verónica
Mi respuesta
Querida Vero:
¡Claro! No solamente me «puedes» escribir, sino que yo te pido que lo hagas y me cuentes lo que el Señor siga haciendo en tu vida. Déjalo hacer y vive en paz confiada.
Y por supuesto que oraré por ti
Padre Horacio
5. ¡Padre!
¿Cómo está? ¿Se acuerda de mí? ¡Soy Verónica de Ecuador!
Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que le escribí. Bueno, tengo muchas cosas que contarle
¿Se acuerda de que le comenté de que había un chico que me molestaba? ¿Y que yo no lo quería porque él tiene todas las características del tipo de chico que no espero?, Bueno le cuento que en estos días me ha estado buscando para que le diera otra oportunidad. Es que yo antes de estar en el grupo de jóvenes le di una oportunidad pero padre él no la aprovechó. Nunca me tomó en serio y ahora dice que está arrepentido. Pero sabe que a veces me confunde no sé si creerle, Padre. Pero yo no quiero darle nada de oportunidad. Pero a veces lo noto sincero y él me ha invitado al cine quisiera ir para decirle en la cara que ya no quiero nada, porque las veces que él me ha llamado o me ha escrito se lo he dicho. Pero él no comprende o no sé si piensa que así yo voy a decir que sí. Tampoco quiero estar con él para no sentirme sola ni nada de eso.
Padre, es que siento que si me arriesgo de nuevo con él voy a perder la oportunidad de conocer al hombre que realmente Dios me tiene preparado. Mis amigas dicen que le dé una oportunidad más. Y eso me confunde y yo realmente no quiero dársela. Padre: ¿qué hago? ¿usted cree que el realmente esté arrepentido? ¡No quiero sufrir por amor de nuevo!
Le pido que rece mucho por mí para que sea firme en mis decisiones
Su hija en Cristo, Vero
Mi respuesta
Querida Vero:
Lo mejor en estos casos es aconsejarte con tus padres. Ellos te dirán la palabra justa. De mi parte, no conozco al chico. Pero si no estudia, no trabaja y anda de diversiones, si no va a misa ni se confiesa ¿qué padre puede ser para tus hijos? ¿Qué hará con los hijos que le puedas dar? ¿Y qué vida te dará? Yo creo que estás bien aconsejada en tu corazón, cuando piensas que darle una oportunidad a él es quitársela al que esperas y para el que te preparas. Vales mucho para regalarte.
Padre Horacio
6. ¡Padre!
Es verdad muchísimas gracias, no me dejaré influenciar por comentarios de los demás; yo seguiré defendiendo eso de que me voy a conservar y a preparar para mi futuro esposo. Y con respecto a lo de mis padres sólo puedo contarle a mi mamá porque mis padres están divorciados.
Padre hoy fui a la procesión del Corpus Christi. Fue hermoso. Me llené de mucho amor y de emoción. Ahora quiero comulgar siempre para estar cerca del señor Jesús
Otra cosita que le quería pedir Padre es que rece por mi salud ¡por favor!
Dios y la Virgen lo cuiden siempre
Su hija:
Vero
Mi respuesta
Querida Verónica,
Me acordaba hoy de ti y de tu última pregunta, y hasta durante la misa me venía el pensamiento en ti con el deseo de escribirte más ampliamente sobre el tema de cómo discernir el amor en un «pretendiente» como es el caso de ese chico que te pide «una oportunidad».
Creo que tanto lo que te aconsejé como lo que hiciste es acertado. Porque si empiezas a tratar con un chico, la mayor parte de las veces nacerán en ti sentimientos de afecto, que pueden ser «de protección», o de «compasión», o etc. etc. y que no son buen fundamento para un matrimonio, pero que se convierten en impedimentos para cortar la relación una vez iniciada.
Además, algunos varones, consideran que si la chica ha comenzado a tratar con ellos, ellos han adquirido una especie de derecho sobre ella, que ya les pertenece y no le reconocen la libertad para cortar la relación.
Así que lo que has hecho está muy bien. Pero pienso en otras situaciones, o en el caso de que el mismo chico vuelva «a la carga» pidiéndote otra oportunidad.
En algunos cuentos de niño de los que leía cuando era chico, se leía que la princesa o el Padre de la princesa le ponía alguna condición al príncipe que pretendía su mano. Una condición muy difícil, como traerle la cabeza de un dragón, la cola de un león y el colmillo de una cobra. Cumplir con esa condición implicaba que el príncipe debía poner el amor por la princesa por encima del amor por sí mismo. Y de esa manera, la princesa podía discernir la autenticidad del amor del príncipe hacia ella. Si era un amor egoísta o dispuesto a la abnegación de sí mismo y al sacrificio. Si era un simple deseo de poseerla, o si estaba dispuesto a perderse a sí mismo por ser aceptado.
Bueno, ese cuento de niños contiene una enseñanza muy sabia. Cuando un chico como ese le pide una oportunidad a ella, ella le puede poner condiciones para dársela. Le da la oportunidad de cumplir con una serie de condiciones antes de entablar la relación. Que no tome, que no ande de bailes y juergas nocturnas, que se aparte de malas compañías, etc. etc. Que tenga una vida de fe católica. Que estudie, que trabaje, que se haga una posición, que le brinde una casa. Que el noviazgo ha de ser casto, y que para eso no puede haber manoseos ni contactos físicos excitantes, ni besos apasionados antes del matrimonio, para que crezca una amistad protegida contra el crecimiento canceroso de las pasiones lujuriosas.
Y esto le hará bien al joven, lo hará bueno y purificará su deseo, acendrando su amor y purificándose de sus egoísmos que quisieran gozar gratis del bien de una mujer. La quieren regalada los inconscientes. Tienen que demostrar que se pueden convertir en conscientes y darse cuenta de que ella tiene un precio a pagar, un precio que implica muchos sacrificios desde ya, porque implicará muchos sacrificios toda la vida. Y sólo el que se hace digno de ella, puede ayudarla.
Esas exigencias se las ponía en otros tiempos y aún hoy en ambientes santos, el papá de la novia, al pretendiente que venía a pedirle la mano de su hija. Porque tampoco era la hija la que daba su mano al que se la pidiera. En tu caso, como no hay papá, el chico viene a pedírtela a ti. Y no debería ser así. Debería hablar con tu mamá. Y tú deberías poner a tu mamá por medio. Y oír lo que ella opine del pretendiente que venga por tu mano.
Si el chico es capaz de cumplir con las exigencias religiosas, materiales, amorosas que tú le pongas, entonces su amor parece ser tal que se pueda empezar una relación de noviazgo para un mayor y más profundo discernimiento. Si no, ni empezar, como bien has hecho.
Bendiciones
Padre Horacio
PS: Asómate al blog del y mira Buen Amor la entrada: «Renata, motivos de la infidelidad femenina».
Puede inspirarte. Es conveniente que la mujer sopese bien las cualidades del amor con que se le aproxima un pretendiente. Y que no se engañe, pensando que el amor que hay en ella es el que hay en él. La mujer se ilusiona fácilmente y se engaña cuando el amor que hay en su corazón hacia un hombre, le impide verlo como en realidad es.
Pero ese es un asunto delicado, porque también el amor que hay en un varón puede ser una semilla que ella tiene que cultivar. Por eso, en asuntos de gracia, hay que aconsejarse con Dios y con la propia familia de sangre y de fe, especialmente con quienes están en gracia.
7. Querido padre
He leído muchas veces sus correos y tiene toda la razón con lo que me dice, le cuento algo: yo hace tres meses sí le quise dar una oportunidad para que me demuestre que realmente ha cambiado y le puse esas condiciones las mismas que usted me escribió y me acordé de eso pero él nunca las cumplió. Él se iba a las discotecas los viernes, sábados y los domingos se emborrachaba con los amigos y yo siempre pensaba que con él jamás sería feliz y le dije que ya me había demostrado que él realmente no quería estar conmigo y me alejé.
Y ahora mire vuelve a aparecer después de eso y según él va a cambiar de verdad. Pero yo no le creo realmente. Yo sí quiero esperar por el hombre que Dios me tiene preparado. Así pase mucho tiempo no importa, seré paciente y esperare y me seguiré formando
Gracias padre de todo corazón, Ahora estoy más segura de que he tomado la mejor decisión. Dios y la Virgen lo cuiden, su hija en Cristo: Verónica
Mi respuesta
Vero:
Pues ya le diste la oportunidad y no la aprovechó. Y tú tienes el recibo firmado por él de que si le dieras otra, quedarías atada para darle otra y otra y otra y otra más. ¡Qué bien hiciste en borrarlo! Yo ya no recordaba eso que me habías contado.
Ponte a orar todos los días una oración a San José por el Adán a quien el Padre te destina.
Padre Horacio
8. ¡Padre!
Aquí estoy de nuevo escribiéndole, primero porque quiero desearle ¡feliz día! Usted con sus consejos me ha ayudado mucho y sé que a muchas personas también.
Padre tengo que contarle algo, es que yo conocí a un chico. Hace seis meses somos amigos pero a mí me estaba empezando a gustar porque tenía todas las cualidades que yo estaba esperando en un chico. Le voy a decir la verdad: me ilusioné que hasta pensé que él era la persona que Dios me tenía preparada.
Y ahora me cuentan que él ha dicho que no le gusto porque se ha dado cuenta de que soy muy tranquila y que no le gustan las «santas» padre me siento mal dígame usted ¿qué hay de malo de que yo no sea como las demás chicas?
¡Estoy triste! No quiero sentirme así ni tampoco pensar de que es malo seguir a Cristo porque me rechazan, pero tengo tantas cosas en la cabeza, ayúdeme padre y disculpe si lo molesto tanto. Su hija en Cristo
Vero
Mi respuesta
Verónica:
Lo primero: que no sabes si «lo que dicen que dijo» es verdad y si eso lo dijo él verdaderamente. O alguien lo inventa con alguna otra intención. Así que no des por cierto lo que no es seguro. No te precipites. Si quisieras saber si es verdad lo que él dijo, se lo tendrías que preguntar a él. «Oye, me han dicho que has dicho esto de mí».
Segundo: Supongamos que es verdad y que lo dijo. Puede ser que haya dado una razón explicativa que no sea necesariamente la verdadera. Quizás lo dijo así para no herir diciendo directamente, «no es mi tipo», o no «me gusta».
Tercero: Se confirma la lección de que, habitualmente, no es ella la que reconoce al futuro esposo, sino él quien, por lo general, se fija y reconoce a su futura esposa. Las chicas muy comúnmente se equivocan. Tratan de conquistar al chico que les gusta ¡y así les va! A veces pagan un precio que no hubieran debido dar por algo que no vale.
Cuarto: Creo que de este hecho debes sacar una conclusión y una buena lección: y es que te equivocarás si miras a los chicos por lo buen mozos y su aspecto exterior. Fíjate y atiende al que se fija en ti con buenos ojos, aunque de pronto su exterior no sea lo que tú tienes como ideal. Lo que pasa es que las personas tienen un aspecto y por dentro son otra cosa. Tú miraste la cáscara y no veías el corazón. Menos mal que te enteraste a tiempo.
Quinto: cada vez que te ataquen los pensamientos sobre tu futuro, debes volverte al Señor y entregarte a Él para que Él obre en tu vida. No debes ceder a la desconfianza que te lleva a querer tomar tu vida en tu mano y controlarla. Cuesta mucho que el corazón de la hija de Eva entienda esto, porque ella quiere ser como Dios. No me canso de repetirlo, pero a veces me viene la tentación de cansarme y me parece inútil decirlo porque no lo entienden. Lo oyen y al minuto no lo practican más. Ya no recuerdo si te lo dije, pero te lo debo haber dicho. ¿Vas a dejar ese asunto en manos de Dios?
Pues hazlo ya. Y no vuelvas a querer tomarlo de nuevo en sus manos porque el Señor no actúe pronto. No somos quiénes para ponerle plazos ni exigirle con impaciencia. La gracia no se exige. Se pide humildemente. ¿Le darías limosna a un mendigo exigente? Y toda la vida es una limosna de la magnanimidad divina. Pero los soberbios, los exigentes, no se la merecen.
Sexto: el esposo que Dios te mande te reconocerá y le encantará tu modo de ser. Y esa será la señal de que es el esposo a quien Dios te destina. Porque es Eva para Adán y no Adán para Eva. Así que deja de mirar modelos en las vidrieras y espera en paz. Arréglate y vístete, con modestia pero con buen gusto. No salgas a provocar ni tampoco te escondas. VIVE, ESTUDIA, TRABAJA, ALTERNA CON TODOS, pero olvídate de la obsesión del esposo. Es del demonio.
Bendiciones y paz
Padre Horacio
Pasados unos meses le pregunté a Verónica cómo iban sus cosas y me escribió:
9. Querido padre:
Padre le cuento que en estos meses he estado pensando mucho que a lo mejor no voy a conocer el hombre indicado para mi cada día me voy dando cuenta que los chicos ahora sólo quieren jugar con los sentimientos de las chicas. Padre, sé que me ha faltado fe no sé qué me pasa. Siento que me he alejado de Dios. A veces siento un vacío en mi corazón que me pone triste.
Rece por mí padre
Su hija en Cristo
Vero
Mi respuesta
Querida Verónica:
Te aconsejo que repases mi último correo electrónico y trates de ponerlo en práctica. Eso te ayudará a resistir las tentaciones de tu enemigo. Pero es verdad que hay una terrible agresión cultural contra el varón. Se lo arrastra y sumerge en la lujuria y en las adicciones. Y la lujuria despoja al varón de su dignidad, de su capacidad para el sacrificio por amor y por las causas grandes. Así se destruye en nuestros jóvenes la capacidad “caballeresca” de luchar y dar la vida por grandes causas, pero sobre todo por los seres que ama: esposa e hijos.
San Luis Orione y sus muchas fundaciones
Conoce a un sacerdote que inició muchas grandes obras, entre ellas el Cottolengo y las Hermanas Adoratrices invidentes
San Luis Orione (Don Orione) nació en Pontecurone (Italia) el 23 de junio de 1872. A los 13 años decide ser religioso e ingresa en el convento franciscano de Voghera. Pero su mala salud hace imposible este deseo. Dios tenía otros planes para él.
A los catorce, y durante tres años, será discípulo de san Juan Bosco en el Oratorio de Valdocco, en Turín, e ingresa en el seminario de Tortona.
Antes de ser sacerdote ya pone en marcha un colegio para niños pobres en el barrio turinés de san Bernardino.
En abril de 1895 es ordenado y funda la Pequeña Orden de la Divina Providencia. Cuatro años más tarde, los Ermitaños de la Divina Providencia.
Atendían a enfermos, ancianos y toda clase de personas sin recursos. En 1903 reciben la aprobación del obispo de Tortona.
Expansión
En 1915 funda las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad y pone en marcha el primer Cottolengo.
En poco tiempo levanta sedes en Pavía, Roma, Sicilia… No faltan las incomprensiones y las dificultades de todo tipo.
Funda también las Hermanas Sacramentinas Adoratrices Invidentes (de religiosas ciegas) y las Contemplativas de Jesús Crucificado.
Ayuda a las víctimas de los terremotos de Reggio, Messina y Marsica.
El Papa sigue su tarea y le impulsa a nuevos retos. Envía misioneros por Europa y América del Sur.
Él mismo viaja hasta los países del Cono Sur para impulsar la tarea en 1921. A su regreso, sigue fundando: las Damas de la Divina Providencia, los “Ex Alumnos” de los colegios, los “Amigos”…
San Luis Orione falleció el 12 de marzo de 1940, a los 67 años, en San Remo.
La reliquia de su corazón está desde el año 2000 en Claypole (Buenos Aires, Argentina).
Su cuerpo incorrupto se encuentra en el santuario de Nuestra Señora de la Guardia, en Tortona, cerca de Génova (Italia).
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Oración
Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo:
Te adoramos y te damos gracias
por el gran amor que has infundido en el corazón de san Luis Orione
y por habernos dado en él al apóstol de la caridad, al padre de los pobres,
al bienhechor de la humanidad dolorida y desamparada.
Concédenos imitar el amor ardiente y generoso que san Luis Orione ha mostrado hacia Ti, la Santísima Virgen María, la Iglesia, el Papa y todos los afligidos.
Por sus méritos e intercesión, concédenos la gracia que te pedimos
para experimentar tu Divina Providencia (hacer la petición).
Oración de santa Teresa de Ávila al Espíritu Santo
«Qué bueno eres conmigo oh Señor: seas alabado y bendito por siempre
por el gran amor que derramas sobre mí Dios mío y mi Creador»
Algunas reflexiones en las que Teresa de Ávila habla del Espíritu Santo se transformaron en oración dirigida en primera persona al Espíritu:
Oh Espíritu Santo,
eres Tú quien une mi alma a Dios:
muévela con ardientes deseos
y enciéndela con el fuego de Tu Amor.
Qué bueno eres conmigo oh Señor:
seas alabado y bendito por siempre
por el gran amor
que derramas sobre mí
Dios mío y mi Creador,
¿es posible que haya alguien
que no te ame?
¡Durante mucho tiempo no te amé!
[Oh Espíritu Santo,] concede
al alma mía ser toda de Dios
y servirlo sin ningún interés personal,
sino solo porque es mi Padre y me ama.
¿Acaso hay algo más
que yo pueda desear?
Oh Señor [Jesucristo],
cómo son desproporcionados
nuestros deseos a tus maravillas,
las cuales son más grandes
que cualquier petición nuestra
Oración inspirada en la obra de santa Teresa de Ávila «Pensamientos sobre el amor de Dios»