La paz esté con ustedes. No me gusta nunca dejar pasar la oportunidad de predicar sobre el libro del profeta Jonás. Sé que lo he hecho anteriormente, me han escuchado hablar de él. Pero hay algo inagotable en Jonás, y aunque es un libro muy corto, tiene unas pocas páginas en la Biblia, pueden leerlo con facilidad en una sesión. Recompensa nuestra atención. Escuchen entonces cómo comienza nuestra primera lectura para este domingo, “En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: ‘Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje que te voy a indicar’”. De acuerdo, es un lugar común en la Biblia el que Dios hable a cierta gente y les dé misiones, ¿cierto? Y ustedes dirán, “Bueno, eso es genial para aquella gente del tiempo antiguo, pero nunca escuché a Dios”. Tonterías.

Escuchamos a Dios todo el tiempo, precisamente en la voz de nuestra conciencia. John Henry Newman, uno de mis grandes héroes intelectuales, se refiere a la conciencia como el vicario primitivo de Cristo en el alma. Qué buena descripción, ¿cierto? El papa es el vicario de Cristo, pero el vicario primitivo, el más primordial representante de Cristo en el alma, dice Newman, es su conciencia. Es la voz de Dios diciéndoles que hagan ciertas cosas. Corríjanme si me equivoco, pero es raro que la conciencia nos diga que hagamos cosas muy simples, fáciles. No necesitamos a la conciencia para eso. Cuando la conciencia nos habla, es a menudo para decirnos que hagamos cosas que son desafiantes, que son difíciles, exigentes. Bueno, miren el encargo que se le da a Jonás. Parte a Nínive. Ahora bien, ¿qué es Nínive? Era la ciudad capital, la muy, muy lejana capital de uno de los grandes enemigos de Israel. Y entonces, se le dice a Jonás que tiene que ir y anunciar un mensaje de arrepentimiento. “Ustedes están perdidos. Tiene que cambiar sus vidas”. De acuerdo, permítanme entenderlo bien. Tengo que ir a un país lejano donde los viajes eran muy dificultosos en aquel tiempo. Tengo que ir a la capital del imperio enemigo, y tengo que predicarles el arrepentimiento.

Quiero decir, eso sería lo último que cualquier israelita desearía hacer. Y entonces, ahora, nuestra lectura del domingo no se entretiene en fuegos de artificio porque justo a continuación de esa frase que leí viene la huida de Jonás. Se dirige a la costa, reserva pasaje en un barco y zarpa -dice aquí- hacia Tarsis. Tarsis para ellos significaba Tombuctú. Significaba el fin del mundo. Bueno, somos todos nosotros. Es por esa razón que esta historia nos habla con tanta fuerza. Así somos todos. Escuchamos la voz de Dios en nuestra conciencia que típicamente nos dice que hagamos cosas difíciles, cosas exigentes espiritualmente. Tomar el camino fácil, bueno, siempre se nos propone eso, y la mayoría de nosotros lo tomamos. Pero allí está la conciencia para decir no, no ese camino fácil, este camino espiritual desafiante. Entonces, como Jonás, a la mayoría se nos dice que vayamos al este por tierra, y vamos al oeste por mar, ¿cierto? La mayoría de nosotros corremos al barco más cercano y tratamos de llegar lo más lejos posible del pedido de Dios. Bueno, ¿qué sucede? Caos.

Entonces, Jonás está en el barco con los otros tripulantes, y se desata la tormenta, esta tormenta dramática y mortal. Está amenazando al barco mismo. Para su crédito, el admite, “De acuerdo. Soy yo. Estoy desobedeciendo el mandato de Dios. Soy la razón por la que sobrevino esta tormenta”. Y entonces, lo arrojan por la borda. Ahora, este es el primer punto que quiero plantear. ¿Qué sucede cuando rechazamos el llamado de la conciencia? Es malo para nosotros, sí. Pero es malo para todos los que están a nuestro alrededor, porque ningún hombre es una isla. Estamos todos conectados con los demás, y típicamente la conciencia nos envía en misión para beneficiar a los que tenemos alrededor. Y entonces, cuando decimos no a nuestra conciencia, se desatan problemas no sólo para nosotros sino para toda la gente a nuestro alrededor. Hagan un repaso, y sé que es difícil de hacer esta especie de revisión de inventario moral. Pero piensen en las veces en su vida, yo pensaré en las mías, en que rechazaron la voz de la conciencia. ¿Qué sucedió? Caos. Bueno, lo arrojaron por la borda y como es sabido, lo engulle este gran pez. ¿Qué significa esto? Dios, que es el Señor de toda la creación, no puedes escapar de Dios. Y piénsenlo por un segundo. No pueden escapar de su propia conciencia. Podrían navegar a Tombuctú, pero no escaparán la presión de su conciencia. No pueden porque está en ustedes mismos, ¿cierto? No pueden escapar de Dios.

Así que Dios envía este gran pez y se traga a Jonás. Significa que Dios envuelve por completo la voluntad renuente de Jonás. Dios lo envuelve, lo restringe. ¿Por qué? ¿Para castigarlo? No, no. Para regresarlo donde Dios desea que él esté. El gran pez navega por las aguas y luego lo lleva justo a la costa cerca de donde Dios quiere que esté. Amigos, este es un sermón para otro día, pero, ¿cómo interpretamos los tiempos de gran sufrimiento y depresión y ansiedad en nuestras vidas, cuando sentimos como que hemos sido tragados por este gran pez? Bueno, pueden interpretarlo como un sufrimiento inútil o pueden interpretarlo como que Dios nos lleva donde Dios quiere que estemos. Bueno, allí es donde retoma nuestra historia. Jonás es arrojado en la tierra y dice luego, “Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor“.

Entonces, sí, para su crédito, finalmente lo hace. Finalmente, sigue la voz del Señor. Y llega a Nínive, dice que es una ciudad enormemente grande. Se necesitaban tres días para recorrerla. Así era el mundo antiguo antes de los automóviles y todo lo demás, pero aún así, estamos hablando de esta gran ciudad. Y él sigue la voz del Señor y predica el arrepentimiento, y se convierte, casi cómicamente, en el más grande predicador de la historia de Israel, porque todos desde el rey pasando por todos hasta el ganado se arrepiente, porque incluso el ganado dice se vistió con ropa de penitencia. Vean, cuando se resisten a la voz de Dios, se resisten a la voz de la conciencia. Se desatan problemas, para ustedes y para los que están a su alrededor. Cuando siguen la voz de la conciencia, por más doloroso que sea, por más desafiante que sea, cuando siguen la conciencia, ¿qué sucede? Se libera una enorme gracia en el mundo. Aquí está la capital de este imperio enemigo, la ciudad del pecado, y se convierte toda laciudad a causa de este hombre que siguió su conciencia. ¿Qué están haciendo ahora, todos aquellos que me están viendo y escuchando, respecto a su conciencia, a la voz de Dios? Miren, lo sé, seguimos toda clase de voces. La voz del éxito, la voz del placer, la voz de nuestra familia, la voz de nuestra cultura y sociedad. De acuerdo. No interesan, al fin de cuentas. No interesan, a fin de cuentas.

Todo lo que interesa es, ¿están siguiendo lo que Dios quiere que hagan? Si no lo hacen, no me interesa lo ricos que sean, no me interesa lo famoso que sean, no me interesa que sus familias piensen que son héroes, causarán caos en ustedes y en los que tengan alrededor. Y podría traer a colación, ustedes lo saben, una historia tras otra de grandes personajes de nuestra cultura, de nuestra sociedad, que han logrado todas estas cosas maravillosas. Pero son como Jonás a bordo del barco. Son como Jonás dentro del pez. Lo que interesa es seguir la voluntad de Dios. De acuerdo. Con esa maravillosa historia de Jonás en mente, miremos ahora al Evangelio. Está tomado del capítulo uno de Marcos, y vamos a estar leyendo del Evangelio de Marcos durante este ciclo de lecturas este año. “Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: ‘Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio’”. Este es el discurso inaugural de Jesús. Los académicos se inclinan por sostener que el primer Evangelio escrito es el de Marcos. Estas son las primeras palabras que salen de la boca de Jesús en el primer Evangelio. Necesitamos escucharlas, esa es la cuestión. Necesitamos prestar atención. Escuchen. “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca”. Si la conciencia es el vicario primitivo de Cristo en el alma, este es Cristo. Este es aquel de quien sus conciencias son vicarios.

Pero aquí estamos escuchando, todos nosotros, la voz de Cristo mismo. “Se ha cumplido el tiempo”. El tiempo se ha cumplido. ¿A qué se refiere? A sí mismo. Que él ha llegado, aquél en quien se reúnen la divinidad y la humanidad, aquel en quien se juntan el cielo y la tierra, aquel que es en su misma persona, el reino de Dios, autobasileia como dijo Orígenes, el reino en persona. Por lo tanto, acéptenlo, escúchenlo, internalícenlo. Háganlo el centro de sus vidas. Hagan que todo en sus vidas se relacione con él. El reino de Dios ya está cerca, y escuchen esta frase. “Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”. La palabra allí detrás de arrepiéntanse, en griego, es metanoien. Hablamos de metanoia, conversión, ¿cierto? Literalmente, meta significa en griego, más allá, y luego noien deriva de nous, que significa mente. Lo que está diciendo literalmente es, vayan más allá de la mentalidad que tienen. Piensen en eso por un momento. Compañeros pecadores, escúchenme. ¿Qué mentalidad tenemos? Es la mentalidad del mundo. Lo que interesa es la riqueza y el poder y la opinión de los otros y ser exitosos y todo esto. Esa es la mentalidad que nos ha legado el mundo. Es una mentalidad fallida. Una mentalidad comprometida. Lo que dice Jesús aquí es vayan más allá de eso. Vayan más allá de eso. Y como lo expresa Pablo más tarde, tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús. ¿Cómo lucirían sus vidas si Jesús fuera inequívocamente el centro de sus vidas en todo aspecto? La mayoría de nosotros, tenemos la mentalidad vieja del mundo, y entonces somos como Jonás. Estamos en este barco y nos estamos causando problemas a nosotros y a todos a nuestro alrededor. Tengan la misma mentalidad que tuvo Cristo Jesús. Entonces, se convertirán en mensajeros de la gracia al mundo, a la manera en la que Dios desea que sean mensajeros. Podrían ser como Jonás, el predicador más impresionante de la historia del mundo, o en sus modos particulares. Cristo quiere que vivan la vida de él de un modo particular, para liberar gracia a sus modos particulares. Al final todo se resume, y lo enunciaré de modo simple, pero creo que es correcto. Todo se resume a si escuchan la voz de Dios o no. ¿Escuchan lo que les dice la conciencia o no? Si lo hacen, son vehículos de la gracia, para ustedes y para todos los de alrededor. Si no lo hacen, es el caos acuoso. Esa es la gran alternativa que estas magníficas lecturas nos presentan hoy. Y Dios los bendiga.

  • Mark 1:14-20

Nuestro Evangelio de hoy es el discurso inaugural de Jesús, que marcará el tono de toda su predicación. Marcos nos dice que estaba proclamando las Buenas Nuevas de Dios, y que este era “el tiempo de realización”.

Algo se estaba cumpliendo. ¿Qué era? Era todo de lo que se había hablado en el Antiguo Testamento. Jesús recogió en su Persona todo lo que era Israel, y es por ello por lo que su Presencia era tan convincente y seguirlo era de suma importancia. Por ello dice:Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”. La Buena Nueva es Él. Así que ahora es el momento de tomar una decisión.

Amigos, esta es la historia. Todo lo demás son comentarios. Debemos vernos a nosotros mismos en las personas de Simón y Andrés, en Santiago y Juan. Cuando Jesús pasa, debemos responder. El tiempo es ahora. Ellos lo entendieron y por eso respondieron tan rápidamente.

Ahora aquí está el truco: seguirlo significa hacer lo que Él hace, llamar a otras personas al reino. “Venid en pos de Mí y os haré pescadores de hombres”. Esa frase está dirigida a todos nosotros, a todos los bautizados, a todos los discípulos.

En este texto del evangelista Marcos, hay que entender el tiempo como la duración de la historia de la salvación realizada por Dios; por tanto, el tiempo “cumplido” es aquel en el que esta acción salvífica llega a su culmen, a su plena actuación: es el momento histórico en el que Dios ha enviado al Hijo al mundo y su Reino se ha hecho más “cercano” que nunca. Se ha cumplido el tiempo de la salvación porque ha llegado Jesús. Sin embargo, la salvación no es automática; la salvación es un don de amor, y como tal, ofrecido a la libertad humana. Siempre, cuando se habla de amor, se habla de libertad. Un amor sin libertad no es amor. Puede ser interés, puede ser miedo, muchas cosas. Pero el amor siempre es libre. Y, siendo libre, requiere una respuesta libre: requiere nuestra conversión. Es decir, se trata de cambiar de mentalidad. Esta es la conversión: cambiar de mentalidad y cambiar de vida, no seguir más los modelos del mundo, sino el de Dios, que es Jesús, como hizo Jesús y como Él nos enseñó. (…) Para cada uno de nosotros, el tiempo durante el que podemos acoger la redención es breve: es la duración de nuestra vida en este mundo. Es breve. (…) La vida que se fue. Se va. Y la vida es un don del infinito amor de Dios, pero es también el tiempo de verificación de nuestro amor por Él. Por eso, cada momento, cada instante de nuestra existencia es un tiempo precioso para amar a Dios y para amar al prójimo, y así entrar en la vida eterna. (Ángelus, 24 de enero de 2021)

Inés, Santa

Memoria Litúrgica, 21 de enero

Virgen y Mártir

Martirologio Romano: Memoria de santa Inés, virgen y mártir, que siendo aún adolescente, ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrando con el martirio el título de la castidad. Obtuvo victoria sobre su edad y sobre el tirano, suscitó una gran admiración ante el pueblo y adquirió una mayor gloria ante el Señor. Hoy se celebra el día de su sepultura (s. III/IV).

Etimología: Inés = aquella que se mantiene pura, es de origen griego.

Breve Biografía

Hay muy buenos documentos sobre la existencia de esta mártir que vivió a comienzos del siglo IV y que fue martirizada a los doce años, durante la feroz persecución de Diocleciano.

Su popularidad y su devoción hacen pensar que no son improbables las leyendas que se nos han transmitido de boca en boca y también con escritos. Basado en una tradición griega, el Papa Dámaso habla del martirio de Santa Inés sobre una hoguera.
Pero parece más cierto lo que afirma el poeta Prudencio y toda la tradición latina, es decir, que la jovencita, después de haber sido expuesta a la ignominia de un lugar de mala fama por haberse negado a sacrificar a la diosa Vesta, fue decapitada.

Así comenta el hecho San Ambrosio, al que se le atribuye el himno en honor de Agnes heatae virginis: “¿En un cuerpo tan pequeño había lugar para más heridas? Las niñas de su edad no resisten la mirada airada de sus padres, y las hace llorar el piquete de una aguja: pero Inés ofrece todo su cuerpo al golpe de la espada que el verdugo descarga sobre ella”.

Alrededor de su imagen de pureza y de constancia en la fe, la leyenda ha tejido un acontecimiento que tiene el mismo origen de la historia de otras jóvenes mártires: Agata, Lucia, Cecilia, que también encuentran lugar en el Canon Romano de la Misa. Según la leyenda popular, fue el mismo hijo del prefecto de Roma el que atentó contra la pureza de Inés. Al ser rechazado, él la denunció como cristiana, y el prefecto Sinfronio la hizo exponer en una casa de mala vida por haberse negado a rendirle culto a la diosa Vesta. Pero Inés salió prodigiosamente intacta de esa difamante condena, porque el único hombre que se atrevió a acercarse a ella cayó muerto a sus pies.

Pero el prefecto no se rindió ante el prodigio y la condenó a muerte. Un antiguo rito perpetúa el recuerdo de este ejemplo heroico de pureza. En la mañana del 21 de enero se bendicen dos corderitos, que después ofrecen al Papa para que con su lana sean tejidos los palios destinados a los Arzobispos. La antiquísima ceremonia tiene lugar en la iglesia de Santa Inés, construida por Constantina, hija de Constantino, hacia el 345

Santa Inés, una jovencita que aún levanta pasiones en Roma

Wellcome Library-CC BY 4.0-modified

La virgen mártir patrona de las jóvenes, novias y vírgenes

Haga click aquí para abrir el carrusel fotográfico

Santa Inés fue una virgen mártir romana de tan sólo 12 años de edad. Murió durante las persecuciones del emperador Diocleciano, entre los años 303 y 305 d.C.

Inés provenía de una de las familias más importantes de Roma, perteneciente a la Gens Clodia.

Pero a ella no le importaba la vida de nobleza. Era una jovencita que quería vivir enteramente para Jesús, sirviendo a los pobres.

La pequeña Inés extraía su fuerza y su coraje de la Eucaristía, que los cristianos celebraban al ponerse el sol reuniéndose secretamente en alguna casa, las llamadas “domus ecclesiae”, para la fracción del pan.

Por su notable belleza no le faltaban pretendientes que quisieran tomarla por esposa, pero ella había hecho voto de castidad, ofreciéndose de “esposa” a su amado Jesús.

Entre los que pidieron por esposa a la virgen se encontraba el hijo del prefecto de la ciudad de Roma.

Ante el rechazo a su hijo, el prefecto la hizo encerrar en un prostíbulo. Allí, ningún cliente se atrevió a tocarla, a excepción de un hombre que según la tradición religiosa al intentarlo quedó cegado por un ángel blanco, y que a través de la intercesión de la misma Inés recobró la vista.

public domain

Ante todo esto, la condenaron a morir desnuda en la hoguera. Pero las llamas se dividieron bajo su cuerpo sin siquiera tocarlo, y su cabello creció tanto como para cubrir su desnudez.

Fue entonces que después de este milagro la apuñalaron en la garganta como a un “cordero”.

Wikimedia Commons

Sus padres rescataron el cuerpo y le dieron sepultura en un pequeño espacio en la Vía Nomentana.

Patronazgo

Santa Inés es la patrona de las jovencitas, las vírgenes, las novias.

Te puede interesar:
Conoce a la santa patrona de los novios

Lugares de culto a santa Inés

En Roma hay dos lugares importantes dedicada a la santa.

Uno en la iglesia de santa Inés en Agone en la famosa plaza Navona. Allí antiguamente se encontraba el estadio del emperador Domiciano, lugar del martirio de la santa.

Y la basílica que lleva su nombre, en el Complejo Monumental de Santa Inés extramuros, que Constantina (Constanza), la hija del emperador Constantino, mandó construir en agradecimiento a los favores adquiridos por la santa.

Te puede interesar:
Para ver a santa Inés, tienes que visitar dos lugares importantes en Roma

Ma. Paola Daud

Curiosidades en torno a la joven santa

Todos los días 21 de enero en la basílica de santa Inés se bendicen dos corderitos que serán donados al Papa de los cuales se extraerá la lana para tejer los sacros palios.

Una labor que viene encargada a las madres benedictinas de Santa Cecilia en Trastevere.

© OSSERVATORE ROMANO / AFPAFP PHOTO / OSSERVATORE ROMANO

Arte y cultura

En arte santa Inés viene generalmente representada con la palma del martirio y un cordero.

La asociación del cordero con santa Inés, en realidad no ha quedado bien clara.

Según la tradición, algunos dicen que esta asociación vendría de la confusión de la lectura de su nombre “Agnes” (Inés) y “Agnus” (cordero). Otros afirman, que es debido al modo en que fue martirizada, degollada como un cordero.

Oración

Dios todopoderoso y eterno,
que eliges a los débiles para confundir
a los fuertes de este mundo;
concédenos a cuantos celebramos
el triunfo de tu mártir santa Inés
imitar la firmeza de su fe.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.