El Apóstol presenta dos frentes opuestos: por un lado las «obras de la carne», por otro el «fruto del Espíritu». ¿Qué son las obras de la carne? (…) Carne es una palabra que indica al hombre en su dimensión terrenal, cerrado en sí mismo, en una vida horizontal, donde se siguen los instintos mundanos y se cierra la puerta al Espíritu, que nos eleva y nos abre a Dios y a los demás. Pero la carne también nos recuerda que todo esto envejece, que todo esto pasa, se pudre, mientras que el Espíritu da vida. Pablo enumera, por lo tanto, las obras de la carne, que se refieren al uso egoísta de la sexualidad, a las prácticas mágicas que son idolatría y a lo que socava las relaciones interpersonales, como «discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias…» (cf. Gál 5,19-21). Todo esto es el fruto —digámoslo así— de la carne, de un comportamiento solamente humano, “enfermizamente” humano. Porque lo humano tiene sus valores, pero todo esto es “enfermizamente” humano. El fruto del Espíritu, en cambio, es «amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí» (Gál 5,22): así lo dice Pablo. Los cristianos, que en el bautismo se han «revestido de Cristo» (Gál 3,27), están llamados a vivir así. (Audiencia General, 27 octubre 2021)

Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús dice: “¡Ay de vosotros eruditos también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!”.

Algunos líderes religiosos obtienen satisfacción cargando a la gente, imponiendo la ley con rigurosidad, haciendo demandas pesadas, y ellos exultantes en su propia superioridad moral. Pero en el centro de las enseñanzas de Jesús está la voluntad de soportar cargas ajenas, para ayudar a otros a llevarlas. Y esto se aplica también a la vida moral. Si imponemos la carga de la ley de Dios sobre otras personas, debemos estar dispuestos, al mismo tiempo, a ayudar a soportarla.

¿Cuándo te curó Cristo y cómo? ¿Cómo fue recibir, a través de la Iglesia, Su toque sanador? ¿Cuándo te sentiste excluido, despreciado, indigno? ¿Y cómo Cristo, a través de Su Iglesia, te devolvió la salud y la comunión? Recuerda ese momento y compártelo.

Nuestra Señora del Pilar

Fiesta Litúrgica, 12 de octubre

Advocación Mariana

Martirologio Romano: Fiesta de Nuestra Señora del Pilar. Según una venerada tradición, la Santísima Virgen María se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia. Esta tradición encontró su expresión cultual en la misa y en el Oficio que, para toda España, decretó el papa Clemente XII.

Etimológicamente Pilar = “columna”. Viene de la lengua latina.

Breve Semblanza

Este nombre, uno de los más abundantes en España tiene un origen curioso. Fue la misma Virgen María la que se apareció al apóstol Santiago que estaba desanimado mientras evangelizaba la patria española.

Se le apareció en carne mortal cuando, junto al Ebro, y sentado en una piedra o pila quería llegar hasta otros lugares predicando la Buena Nueva del Evangelio.

Santiago llevaba inscritas en su corazón las últimas recomendaciones de Jesús:»Id por todo el mundo predicando el Evangelio y bautizando a la gente en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

Con el paso del tiempo, los zaragozanos le hicieron una inmensa y preciosa basílica levantada en su honor en el primer milenio, aunque haya sufrido muchas reformas arquitectónicas.

Hay que tener en cuenta que España ha sufrido muchas invasiones, pero es seguro que ya existía en la época de los Visigodos.
Dicen que la misma Virgen le dejó una imagen como recuerdo del inolvidable encuentro. Y el mandato de que le construyera allí un templo.
Según dice la Tradición, esto sucedía en el año 40. Científicamente no está nada comprobado a nivel de papeles. Sin embargo, el testimonio vivo de tantos miles y miles de personas que van en peregrinación a este santo lugar mariano, demuestran fehacientemente que la fe no viene del aire sino de personas que, generación tras generación, viven su devoción a la Virgen de forma continuada.
Juntamente con el sepulcro de Santiago en Galicia y el Pilar de Zaragoza son dos polos de espiritualidad palpable en España y con proyección a todo el universo.
Hoy es la fiesta nacional en España y también el día de la Hispanidad. Las banderas de las naciones iberoamericanas llenan este lugar. En la misa de hoy se leen estas palabras:»La devoción al Pilar tiene una gran repercusión en Iberoamérica, cuyas naciones celebran la fiesta del descubrimiento de América en este día».

¡Felicidades a las personas que lleven este nombre!

Si quieres saber más 01:30:40

La gratuidad de la salvación

Santo Evangelio según san Lucas 11, 42-46. Miércoles XXVIII del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, te agradezco todos los dones y beneficios que me concedes. Gracias por la vida, la salud, mi cuerpo, mi familia, mis amigos. Gracias por haberme dado la fe, la esperanza y la caridad para, por medio de ellas, encontrarte a ti en todos los momentos de mi vida. Ayúdame a serte fiel siempre. Que jamás te deje solo. Inflama mi corazón de celo por la extensión de tu Reino y la salvación de las almas.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 11, 42-46

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!”.

Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le dijo: “Maestro, al hablar así, nos insultas también a nosotros”. Entonces Jesús le respondió: “¡Ay de ustedes también, doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni con la punta del dedo!”.
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Palabras duras las que diriges en este día a los fariseos. Duras, pero llenas de amor y motivadas por el deseo de que se dejen tocar por Dios. Porque sólo de este modo tendrá sentido todas las obras que realizan. Es que solamente las obras realizadas por amor tienen sentido en mi vida.

Pero hoy quisiera fijarme en la frase en la que declaras que a veces me olvido del amor de Dios. Puede ser que en mi vida como cristiano sólo me preocupe por cumplir deberes, realizar actos de caridad, rezar, ayunar ir a misa y confesarme, pero me olvido de que a la base de todo ello está tu amor por mí.

Me parece interesante la distinción que haces en esta frase. No dices que me olvido del amor a Dios, sino del amor de Dios. ¡Qué difícil es a veces dejarnos amar por ti! Pareciera mucho más fácil trabajar por amarte y vivir anhelando crecer en este amor. Ejercer todas mis acciones para crecer en mi amor por ti, pero olvidando que Tú me amas mucho más de lo que me puedo imaginar.

Hoy me llamas la atención sobre tu amor que me precede. ¡Tú, Dios mío, me amas! Dame la gracia de jamás olvidar que Tú me amaste primero.!

Y por último, quisiera pedirte la gracia de actuar siempre de cara a ti. El pecado de los fariseos no es que hicieran las cosas mal o que no las hicieran. el problema es cómo las hacen. Las hacen únicamente para quedar bien, para crear buena imagen, para ganarse el respeto de los demás. Ayúdame a actuar siempre por amor a ti y buscando agradarte en todo lo que hago.

«Una de las cosas más difíciles de entender, para todos nosotros cristianos, es la gratuidad de la salvación en Jesucristo. Nosotros estamos acostumbrados a escuchar que Jesús es el Hijo de Dios, que ha venido por amor, para salvarnos y que ha muerto por nosotros. Pero lo hemos escuchado tantas veces que estamos acostumbrados. Cuando entramos en el misterio de Dios de este amor sin límites nos quedamos maravillados y quizá, preferimos no entenderlo. Hacer lo que Jesús nos dice es bueno y se debe hacer pero esta es mi respuesta a la salvación que es gratuita, viene del amor gratuito de Dios».

(Cf Homilía de S.S. Francisco, 15 de octubre de 2015, en Santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy durante el día repetiré varias veces esta jaculatoria: ¡Gracias, Señor, por tu amor a mí!

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

12 de octubre

¿Día de la Raza o de la Hispanidad?

Recuerdo bien cuando un día 12 de octubre me llamó por teléfono un amigo zaragozano, que desde hacía un par de meses trabajaba en Santiago de Chile, aprovechado el día de la conmemoración del descubrimiento de América. Su llamada era para hacerme ver que vivíamos en la mayor de las ingratitudes con la Madre Patria, a lo que le respondí, que cuando nosotros viajábamos a la “Madre Patria”, nos sentíamos huérfanos.
 
En efecto, lo que a él le había sucedido ese día, era no encontrar en Santiago templos marianos dedicados a la Virgen del Pilar, y cuando había salido a la calle, se había enfrentado a una marcha indígena que protestaba indignada contra la estadía española en estas tierras durante la colonia.

Por tanto, un día en la cual había que celebrar el “Día de la Raza”, en otras palabras, la unión de las razas, y agradecer a la Virgen del Pilar por ese suceso, se transformaba en un día xenofóbico.

Es así, como este día debe ser visto sin ningún ánimo de soberbia, no eran mejor los españoles que vinieron junto a Colón, ya que por lo que sabemos, no era requisito para viajar el haber tenido una vida en rectitud, tampoco eran peores los nativos que vivían al abandono de la Providencia.

Cuando la expedición de Colón zarpo desde las costa españolas a destino desconocido, sucedieron cosas que ellos nunca imaginaron, dónde llegarían ni qué día llegarían, menos la transformación de un continente ni la trascendencia que este hecho tendría a futuro.

Pero Dios sabía bien de sus planes, por muchos centenares de años, Él había permitido que un número muy grande de sus hijos, se mantuviera al margen de la civilización europea, sólo Él sabe por qué y para qué, pero queriendo Él lo mejor para sus hijos, dispuso cuándo era el tiempo del contacto formal entre hijos de distintos orígenes.

Hubo un tiempo en el mundo en el que Dios se dirigía a sus hijos, sin que estos estuvieran guiados por otros hombres, convencidos de lo que dicen y hacen es lo correcto, un mundo sin filosofías o doctrinas tan bien preparadas, sin preceptos que obligaran al ser humano a actuar de una determinada forma.
Dios entregaba a sus hijos su Providencia, ellos sentían la necesidad de tener un contacto con el creador de una forma muy espiritual. Dios no abandona nunca a sus hijos.

En China, unas 15 veces más de la población que habita España, o unas 60 veces de la población que hay en Chile, viven hombres que nada saben de Cristo; sumémosle ahora hombres de otras regiones… son millones que no saben la historia del pueblo de Dios. Quizás, aún a muchos les gustaría vivir más abandonados a la voluntad de Dios que exigidos por la voluntad del hombre que habla de Dios y castiga a la sociedad como hombre.

Si nos fijamos en Maria, la madre de Dios, encontraremos a nuestra Madre que vivió para responder al Ángel, Hágase en mí según tu palabra [Lc 1,38].

No podemos reconocer otra cosa, Ella, vivió al sencillo abandono del alma, a la voluntad de Dios, con una inigualable disposición, admirable desde todo punto de vista; en pocas palabras, sencillas y sin ser rebuscadas, ni adornadas se resumen en estas palabras especiales: Fiat mihi. No es otra palabra que la que Jesucristo nos pidió tantas veces, y la que nos dejo en la oración al Padre: “Hágase tu voluntad”.

Dios sabiendo nuestras necesidades, nos pide un corazón dispuesto y una expresión amorosa en los labios, “hágase tu voluntad” y María nos ha enseñado cómo se dice y se hace, haciéndonos ver que en Ella, es solamente la voluntad de Dios la que mueve su corazón.

Seguramente, en las soledades del mar, entre bonanzas y tormentas, hubo oración entre los marineros de las tres naves que viajaban hacia los desconocido, sintiéndose tal vez abandonados, le pidieron a la Madre su protección, como es lógico, ellos sabían que en el pilar de sus fe, estaba la Virgen Reina y Madre, como del mismo modo, en el mástil principal de su nave, sostenía el velamen que les permitiría llegar a algún lugar.

No se ha sabido que la Virgen desoiga a su hijos, si se sabe que ella no atiende sus súplicas, así fue, que ella quiso que en su día, el día 12 de octubre de 1492, las tres carabelas de Cristóbal Colon avistaran las desconocidas tierras de América, allende (fuera del) del océano Atlántico. Mientras los devotos de la Virgen del Pilar cantaban alabanzas a la Madre de Dios en su santuario de Zaragoza, muy lejos, en el silencio, donde sólo se oían ruidos de la naturaleza, un grupo de bravos marinos, hacía alabanzas por haber llegado a un destino, ¿dónde estaremos? se habrán preguntado, bajo el manto protector de la Virgen se habrán respondido algunos. Había llegado donde el hombre vivía a la voluntad de Dios. Ellos no sabían ni de Elías, ni de Job, ni Jonás, ni de Isaías, no sabían de que hubo un pueblo crucificó al Hijo de Dios y que no creyeron en Él. ¿Estaban condenados por eso?

Cuando Colón salió del Puerto de Palos, no salió con la idea de venir a evangelizar, pero como cristiano, al ver un pueblo que desconocía la fe y que vivía sumida al paganismo, debe haber recibido la inspiración de la necesidad de hacerlo. Del mismo modo, cuando algo mas de 1400 años atrás por entonces (40 AD), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de san Juan e hijo de Zebedeo, vino a predicar a España, debe haber sentido la necesidad de dar a conocer los evangelios a unas tierras se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión. Se sabe que Santiago, «pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso.

Fue en una noche de enero, siendo el año 40, cuando Santiago descansando con sus discípulos junto al río Ebro, «oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol. La Virgen María, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una templo, en el un altar en torno a un pilar donde estaba de pie y prometió que permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre maravillas y prodigios por su intercesión con aquellos que en sus necesidades suplique su ayuda y patrocinio. Así fue, como esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

Numerosos milagros le son atribuido a la Virgen del Pilar, es así, como en 1438 se escribió un Libro de milagros atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el católico dijo: «creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Sta.y Purísima Virgen y Madre de Dios, Sta. María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros.»

Y aquí vino Maria a estas tierras americanas, para hacer uno de sus mayores milagros, y este es la advocación a la Virgen que hay hoy en este continente. Por que el Señor así me lo ha permitido, he recorrido este bellísimo y mariano continente, en México, siempre lindo, he visto la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe, en mi hermana Argentina, me encontré con la Virgen del Lujan, pasando por la grandeza de Bolivia con nuestra Nuestra Señora de Copacabana, luego en la calidez de Brasil con Nuestra Sra. Aparecida, por el norte en Canadá, con  Notre Dam du Cap, aquí en Chile con su Virgen Patrona de la Nación, la Virgen del Carmen, por la querida Colombia, Nuestra Señora de Chiquinquirá, por mi inolvidable Costa Rica, con  Nuestra Señora de los Ángeles, de la hermosita Cuba, que aún no he ido, he sabido de Virgen de la Caridad del Cobre, en el bello Ecuador, supe de Nuestra Señora del Quinche, en los Estados Unidos de Norte América, la Inmaculada Concepción, en la noble Guatemala Santa María del Rosario, en el buen Haití, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en la hermosa Honduras, Nuestra Señora de Suyapa, en la dulce Nicaragua La Inmaculada Concepción de El Viejo  (La Purísima), en la inolvidable Panamá, Santa María de la Antigua, por el agradable Paraguay,  Nuestra  Señora de los Milagros de Caacupé y en mi hermano Perú, Nuestra. Señora de la Merced. Bellas nota de Puerto Rico, me han hecho saber de Nuestra Señora de la Divina Providencia, de mis hermanos de la República Dominicana  Nuestra Señora de la Altagracia, de mis amigos del San Salvador  Nuestra Señora de la Paz. Gratos recuerdo de Uruguay de hace unos cuatro años atrás que pasé por allí, de Nuestra Señora de de los Treinta y Tres, y mi inolvidable pasada por Venezuela en el año 74 de Nuestra Señora de Coromoto.

A muchos latinos, no nos agrada oír lo del “Día de la Raza”, preferimos el concepto del “Día de la Hispanidad”. A Zacarías de Vizcarra Arana (1880-1963), Obispo católico español, se le atribuye este concepto y ser el primer ideólogo de la “Hispanidad”. Pero como hay quien aún la utiliza, esto produce algunos conflictos, como el que se encontró mi amigo del inicio de este relato. En Efecto, nos suena como cosa absurda hablar de del día de la raza, porque vemos un conglomerado de pueblos integrados por individuos de muy diversos linajes, casta, familias y razas, los hay blancos, europeos, negro, amarillos, mestizos, indígenas incas, aimaras, quechuas, mapuches, guaraníes, aztecas, ¿Y que?, ¿alguna diferencia hay de estos hijos para Dios?, ni siquiera los habitantes de España y Portugal pertenecen a una sola raza, donde viven pueblos de las más diversas procedencias, a los cuales aún los historiadores no han sido capaces de señalar cual son con exactitud, en especial luego con la llegada de los fenicios, cartagineses, griegos, romanos, godos, suevos, árabes, africanos, y muchos más. Por eso hablar de la raza, produce en el corazón una expresión de ironía, en especial si quien lo hace es ario

Esta es el Gran Prodigio de la Virgen del Pilar, la unión de los pueblos en un mismo lenguaje, y en una misma fe. Ella en su día ha reunido a todos sus hijos mirándolo por igual, como la ha pedido su Hijo Jesús, “Ámense como yo les he amado”, sin diferenciar de cómo es cada uno.

No me corresponde juzgar los hechos de los hombres desde el descubrimiento del continente hasta hoy, eso es privilegio de Dios. Lo que hicieron y no hicieron esos españoles que vinieron y esos que por esta tierras vivían, no son “esos”, son nuestros ascendentes, en efecto, el que vino de la península formo familia y esa familia vive aquí, “esos”, son nuestros abuelos, o nuestros padres. A ellos nuestra gratitud por la cultura, el idioma y las tradiciones, por la música de la quena y el charango, la guitarra y las castañuelas.

Mi Amigo, no encontró un templo dedicado a la Virgen del Pilar, como ya lo relate antes, aquí se llama de diversas formas, pero es la misma Madre de Dios, a ella todo el Mérito, todo el agradecimiento por venir a América a protegernos con su manto.

¿Paralizado en la vida, sin deseos? El Papa te da 5 consejos para cambiar

En la audiencia general, el papa Francisco prosigue con sus catequesis sobre el discernimiento y advierte que las quejas en la vida «son un veneno para el alma» «Una persona que nunca desea es una persona inmóvil, quizás enferma, casi muerta». El deseo «es la brújula» para saber qué es lo que se quiere hacer con la propia vida, dijo el Papa Francisco durante la audiencia general del 12 de octubre de 2022.

Francisco subrayó hoy que un «ingrediente» indispensable en el arte del discernimiento (saber leer el alfabeto del corazón) es el deseo, luego de explicar en las catequesis anteriores otros aspectos del discernimiento: la oración y el conocimiento de sí.

En esta catequesis, el Papa comparó a las personas que no saben desear al paralítico del Evangelio (Mc 10,51). Indicando que «muchas personas sufren porque no saben lo que quieren en su propia vida». «¿Qué quieres hacer con tu vida?».

¿Pero cómo es posible reconocer el deseo que habita en nuestro corazón puesto allí por Dios? A continuación, 5 claves propuestas por el Papa para discernir sobre el deseo:

1 DESEAR, ES HACER BRILLAR NUESTRA ESTRELLA

El término «deseo«, en la raíz, es una nostalgia de plenitud que no encuentra nunca plena satisfacción, y es el signo de la presencia de Dios en nosotros, explicó el Papa. 

El deseo no son las ganas del momento. De hecho, lo explica literalmente «la falta de la estrella«, usando la palabra italiana que viene de un término latín muy hermoso, de-sidus, señaló.

El deseo – definido por el Papa – es como un «punto de referencia que orienta el camino de la vida; esta evoca un sufrimiento, una carencia,y al mismo tiempo una tensión para alcanzar el bien que falta». El deseo entonces es la brújula para entender dónde me encuentro y dónde estoy yendo.

ANDREAS SOLARO | AFP

2 UN DESEO, TOCA LAS CUERDAS DE NUESTRO SER

«Un deseo sincero sabe tocar en profundidad las cuerdas de nuestro ser, por eso no se apaga frente a las dificultades o a los contratiempos». 

El Papa lo compara a «cuando tenemos sed». Esto significa estar dispuesto «a hacer cualquier sacrificio» para apaciguar el deseo, casi como una obsesión.

«Obstáculos y fracasos no sofocan el deseo, al contrario, lo hacen todavía más vivo en nosotros.

A diferencia de las ganas o de la emoción del momento, el deseo dura en el tiempo, un tiempo también largo, y tiende a concretizarse».

Francisco indica que el «deseo te hace fuerte, te hace valiente, te hace ir siempre hacia adelante, porque quieres llegar: ‘Yo deseo esto’.»

En efecto, «como alguno dijo, «más que ser bueno es importante tener las ganas de serlo». 

ANDREAS SOLARO | AFP

3 EL DESEO, TE SACA DE LA PARÁLISIS

El Papa recuerda la pedagogía de la pregunta usada por Jesús antes de realizar algún milagro en la vida de una persona, pues a menudo Él pregunta a la persona sobre su deseo: ¿Quieres curarte? (Jn 5,6). Aunque si parecería algo obvio.

Rememoró que las personas sin deseos en la vida, se parecen al paralítico que Jesús encuentra en la piscina de Betesda (Jn 5,6). Esto porque «la respuesta del paralítico revela una serie de resistencias extrañas a la sanación».

¿Quieres curarte? «La pregunta de Jesús era una invitación a aclarar su corazón, para acoger un posible salto de calidad: no pensar más en sí mismo y en la propia vida “de paralítico”, transportado por otros».

El Pontífice indicó que asombrosamente el hombre en la camilla «no parece convencido». Entonces, invita a dialogar «con el Señor», pues es así que «aprendemos a entender qué queremos realmente de nuestra vida».

Por eso, señaló que este paralítico es el ejemplo típico de la persona paralizada, sin deseos. Y explicó que el mal convive en la indecisión: «hay ‘gente que quiere y no quiere’». «Es difícil esto. Este enfermo estuvo 38 años lamentándose» El paralítico – explicó – se lamentaba y se lamentaba, sin desear salir realmente de su condición.

4 DESEAR, Y DEJAR LAS QUEJAS, PUES SON UN VENENO PARA EL ALMA

De esta manara, advirtió: «Las quejas son un veneno: un veneno para el alma, un veneno para la vida, porque no te hacen crecer el deseo de seguir adelante».

«¡Cuidado con las quejas! Cuando los cónyuges se quejan entre sí, los hijos a los padres, y luego los obispos sobre tantas otras cosas… Si te encuentras con quejas, ten cuidado: es casi un pecado, porque no hace crecer el deseo».

«A menudo, es precisamente el deseo lo que marca la diferencia entre un proyecto exitoso, coherente y duradero, y los miles de deseos y buenas intenciones con los que, como se dice, ‘está empedrado el infierno‘».

La época en la que vivimos – sostuvo- parece favorecer la máxima libertad de elección, pero al mismo tiempo atrofia el deseo, reducido en su mayoría al deseo del momento».

Por tanto, invitó a estar atentos para que no se «atrofie el deseo». «Estamos bombardeados con mil propuestas, proyectos, posibilidades, que corren el riesgo de distraernos y no permitirnos evaluar con calma lo que realmente queremos».  

Entonces, exhortó a observar a los jóvenes que buscan y miran casi obsesivamente con el teléfono móvil en la mano. «Pero, ¿tú te has parado a pensar? Ensimismados. No puede crecer así el deseo, si vives en el momento, eres saciado en el momento y no crece el deseo». 

«De ahí el riesgo de pasar la existencia entre intentos y expedientes de diversa índole, sin llegar nunca a ninguna parte, y desperdiciando preciosas oportunidades.

Y así, ciertos cambios, aunque deseados en teoría, cuando surge la oportunidad nunca se realizan cuando llega la ocasión. Falta ese deseo fuerte de llegar al realizarlo».

5 RESPONDE AL SEÑOR: “¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI?”

«Si el Señor nos hiciera hoy la pregunta que le hizo al ciego de Jericó: «¿Qué quieres que haga por ti?» (Mc 10,51), Pensemos, ¿qué responderíamos?

Tal vez, podríamos finalmente pedirle que nos ayude a conocer el profundo deseo de Él, que Dios mismo ha puesto en nuestros corazones».

El Papa insistió: «¡Señor que yo conozca mis deseos! ¡Señor que yo sea un hombre o una mujer de grandes deseos! Y tal vez el Señor te dé la fuerza para realizarlo.

«Es una gracia inmensa, en la base de todas las demás: consentir al Señor, como en el Evangelio, de hacer milagros por nosotros. Señor danos el deseo y hazlo crecer», concluyó.

¿Cuál es la advocación mariana más antigua?

-archizaragoza

Capilla de la Virgen. Los fieles de Aragón, cuando van a rezar, suelen decir que «van a ver a la Virgen».El año 40, Santiago apóstol (hijo de Zebedeo) tuvo una aparición en la ciudad romana de Caesaraugusta, hoy Zaragoza (España)

La palabra “advocación” provine del verbo latino advocare que significa llamar o invocar. Hace referencia a la invocación y al mismo tiempo al hecho de dirigirse específicamente a la Virgen María bajo algún título.

La advocación a la Madre de Dios encarnado es diferente en cada región pero con el mismo cariño por parte de los fieles, independientemente de que la advocación tenga o no mayor o menor sustento histórico.

Las advocaciones marianas son muy importantes en la vida cristiana. Porque tienen la función concreta de permitir a la persona dirigirse en realidad a la Virgen María que intercede efectivamente desde el cielo.

Pero hay más: los fieles, aunque amen a María a través de las diversas advocaciones, están también haciendo llegar, a través de Ella, el amor que le debemos a Dios. Ella canaliza ese amor para que le llegue a Él.

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La Virgen del Pilar

La advocación más antigua es la Virgen del Pilar porque surge cuando ella aún vivía.

Shutterstock | Robcartorres

Según cuenta la tradición, a principios del mes de enero del año 40, Santiago apóstol (hijo de Zebedeo) llega a la ciudad romana de Caesaraugusta, hoy Zaragoza (España).

Fue entonces cuando tuvo la aparición «en carne mortal» de la Virgen María.

Santiago Apóstol oyó, junto a otros discípulos, voces de ángeles que cantaban el Ave María, gratia plena ante la presencia de la madre de Dios parada sobre una columna.

Por esto esta advocación es conocida popularmente como la Virgen del Pilar.

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La misión de animar

María con su aparición quería confortar la acción misionera del Apóstol Santiago que recibió la misión de evangelizar el extremo europeo más occidental hasta entonces conocido, renovar sus ánimos y confirmar la predicación del Evangelio a favor de los nuevos llegados a la fe.

Cuando se acabó la visión, allí quedó el pilar, que aún hoy se conserva.

A su vez la Santísima Virgen que, como ya se ha dicho antes, vivía en ese entonces, le pidió al Apóstol Santiago que le construyese allí, alrededor de dicho pilar, una iglesia.

Y él, junto a sus compañeros conversos, edificó una primitiva capilla de adobe a orillas del río Ebro.

Aquella capilla bien puede ser el primer templo mariano del mundo cristiano. La capilla que con el tiempo y después de diferentes transformaciones, se ha convertido en la actual basílica barroca de Nuestra Señora del Pilar.

rutamariana.com

Patrona de la hispanidad

Esta tradición tiene su expresión cultual, como fiesta, según la misa y el oficio divino que el papa Clemente XII aprobó para España en la primera parte del siglo XVIII. Y el Papa Pío VII elevó la categoría litúrgica de la fiesta a solemnidad.

Luego el papa Pío XII concedió a las naciones hispanoamericanas la posibilidad de celebrar la misma misa solemne vigente para España, el mismo día 12 de octubre, pues ella es patrona de la hispanidad.

El papa Pío XII, el 28 de abril de 1958, en su alocución a los peregrinos durante la beatificación de la religiosa española Teresa de Jesús Jornet e Ibars, patrona de la ancianidad, se refiere a la Virgen del Pilar como “Reina de la Hispanidad”.

Francisco Goya (1746–1828)

Y esta mención a María como Reina de la Hispanidad no es nueva, pues el mismo papa Pío XII, en un radiomensaje a los fieles argentinos en el centenario del apostolado de la oración (en el año 1945), había aludido a María como “gran madre de la Hispanidad”.

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Por esto la devoción a la Virgen del Pilar está muy arraigada en las naciones hispanoamericanas.

Son prueba de esta devoción mariana por parte de estas naciones sus respectivas banderas que adornan su basílica.

Guadalupe, patrona de Latinoamérica

Pero no hay confundir la hispanidad (que incluye a España) con América Latina. Una cosa es decir que la Virgen del Pilar sea patrona de la Hispanidad y otra, muy diferente y además errónea, es decir que ella sea la patrona de Latinoamérica.

La patrona de Latinoamérica es la Virgen de Guadalupe. El patronazgo americano de María comienza por allá en el año 1754 con el Breve Non est equidem, del papa Benedicto XIV, que proclama la festividad de la Virgen de Guadalupe para el 12 de diciembre y su consecuente patronazgo inicial sobre México.

Y ese patronazgo inicial sobre México no dejó de crecer a través del tiempo, tanto en extensión como en intensidad.

Por esto el 24 de agosto de 1910 el papa san Pío X declara a la Virgen de Guadalupe “celestial Patrona de la América Latina”.

La proclamación del patronazgo americano de la Virgen de Guadalupe fue además querida por san JuanPablo II, quien la llamó Madre de las Américas.

Y quiso que la celebración en honor a la Virgen de Guadalupe, la fecha del 12 de diciembre, fuera elevada al rango litúrgico de fiesta para todo el continente de las Américas.

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