Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Experimento grandes sufrimientos del alma al conocer una ofensa hecha a Dios. Hoy supe que no muy lejos de nuestra puerta se han cometido pecados graves. Era por la noche, recé fervorosamente en la capilla, y luego fui a flagelarme y cuando me arrodillé para rezar, el Señor me hizo saber cuánto sufre el alma rechazada por Dios. Me parecía que el corazón se me despedazaba y al mismo tiempo supe cómo tal alma hiere al misericordiosísimo Corazón de Jesús.  Aquella pobre criatura no quiere recibir la piedad de Dios; cuanto más Dios persigue al alma con su misericordia tanto más severo se mostrará con ella.

Secretaria Mía, escribe que soy más generoso para los pecadores que para los justos.  Por ellos he bajado a la tierra…. Por ellos he derramado Mi sangre; que no tengan miedo de acercarse a Mi, son los que más necesitan Mi misericordia.

Reflexión: Pecadores

Hoy supe que no muy lejos de nuestra puerta, se han cometido pecados graves. Jesús le dice: secretaria mía, escribe que soy más generoso para los pecadores que para los justos. Por ellos he bajado a la Tierra. Hija mía has de saber de una vez por todas que solamente el pecado grave me expulsa del alma y nada más. Cuánto más grave es el pecado tanto más grande es el derecho que tiene a mi misericordia.

Por instinto el hombre pecador, teme a Dios. No bien cede al demonio, se oculta, huye de la mirada del Creador. El pecador tiene miedo de Dios y cuanto más culpable sea, tanto mayor es su espanto. Y en eso demuestra su miedo. ¿Y cuál es su desesperación? Tiene la falsa persuasión que no hallará perdón. Y los que no quieren venir a visitar a la Iglesia tienen también miedo de Nuestro Señor. Y si por alguna circunstancia se obligan a entrar en ella, tiemblan y les falta sosiego. El pecador tiene miedo de sí mismo; no puede vivir con su corazón y su conciencia;  asimismo se infunde miedo, por eso se aturde y huye de sí. Sólo el pecador se atreve  despreciar la divina autoridad. El pecador se burla de Dios, de sus amenazas y castigos. Tenemos que darnos cuenta, en el día del juicio nos dirá: Habéis obedecido a los hombres ¿Acaso no valía yo, tanto como ellos? El pecador es una oposición a la santidad de Dios, que es su naturaleza; directamente contra ella va el pecado. El pecado es una injuria contra la bondad de Dios, una ingratitud abominable. ¿Cómo es posible que viviendo de la bondad de Dios sigamos ofendiéndole? Tan bueno es Dios que si de nuevo pudiera morir lo haría.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te libre del pecado a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.