Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Al ver que las tentaciones son tan grandes, toda una oleada de dudas choca contra mi alma, el desaliento está ya pronto y disponible, pero el Señor fortalece la voluntad contra la cual, como contra una roca se estrellan todas las asechanzas del enemigo. Veo cuánta gracia actual cooperante Dios me concede y con la cual me sostiene continuamente. Estoy muy débil y debo todo únicamente a la gracia de Dios.

Cuando decidí un día, ejercitarme en cierta virtud, caí en el defecto contrario a esa virtud diez veces más que en otros días.  Por la noche, mientras reflexionaba sobre ¿por qué hoy caía de manera tan excepcional?, oí estas palabras: Has contado demasiado contigo misma y muy poco Conmigo.  Comprendí la causa de mis caídas.

Reflexión: Las tentaciones

Al ver que las tentaciones son tan grandes escuché estas palabras: “Has contado demasiado contigo misma y muy poco conmigo”. Comprendí las causas de mis caídas. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. ¿De qué mal? Del diablo de quién procede todo mal. Seremos tentados hasta el último momento de nuestras vidas. Quizás más cuanto mayor sea nuestro deseo de seguir a Cristo. Tentar, enseña, Santo Tomás no es otra cosa que tantear, poner a prueba nuestra virtud. La tentación nos permite ver: 1. Nuestra capacidad de sacrificio, 2.  La rectitud de intención, 3. Nos permite ver la envidia oculta, 4. La avaricia enmascarada, 5. La sensualidad, 6. Ver nuestra soberbia, 7. La capacidad de mal que hay en cada uno. Las tentaciones nos hacen ver lo débiles que somos y lo cerca que estamos del pecado, nos impulsa a creer en las virtudes y en humildad. Toda tentación es siempre un engaño y  el demonio cuenta con nuestras ambiciones. Es necesario vigilar los sentidos exteriores, nunca seremos dueños de nuestros pensamientos, debemos borrar retratos de nuestra imaginación. Debemos ser adoradores, su sola presencia en el Santísimo disminuye el poder de los demonios y de las tentaciones. Recuerden, Hermanos. Fiel en Dios, qué no permitirá que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas, y si crecen las tentaciones crecerá también el socorro y pasar para vencer y triunfar de nuestros enemigos.

Desearte un lindo día, el Señor de la Misericordia te libre de las tentaciones a ti y a tu familia.

Santa Faustina: Ruega por nosotros.

Dios te bendiga y proteja.

Amén.

Dr. Victor Arce.