Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Hoy la renovación, o sea la emisión de los votos y la solemne ceremonia. Mientras las hermanas pronunciaban los votos, oí a los ángeles cantar: Santo, Santo, Santo, en diferentes tonos, y nadie es capaz de expresar en términos humanos la armonía de ese canto.
Por la tarde hablé con mi querida Maestra, la Madre María Josefa. Dimos una vuelta por el jardín y hablé con ella un poco. Es siempre la misma, querida Maestra, aunque ya no es Maestra sino Superiora y ya hace diez años que hizo los votos. Me dijo que un alma consagrada no puede vivir sin cruz y me reveló cierto sufrimiento que yo había tenido en Varsovia y del cual nunca le había hablado. Como si estuvieran vivas se han presentado a los ojos de mi alma todas las gracias que había recibido en el noviciado. Oh, cuánto se lo agradezco. Cuando mi alma estaba sumergida en las tinieblas y me parecía que estaba condenada, ella me había arrancado de aquel abismo con el poder de la obediencia.
Reflexión: La Adoración Eucarística I
Mientras las hermanas pronunciaban los votos, oí a los ángeles cantar: Santo, Santo, Santo, en diferentes tonos y nadie es capaz de expresar en términos humanos la armonía de ese canto: “Amarás al Señor tu Dios y a Él sólo adorarás. Este amor y adoración a Dios, ennoblece y enriquece, siempre al hombre, le hace parecerse un poco más a su creador. La adoración es el coloquio espiritual que se establece entre el alma y Ntro. Señor. Hermanos, en la adoración debemos unirnos en Espíritu a toda la corte celestial, postrados al pie del trono del Cordero, cantando: Santo, santo, santo, bendición y honra, gloria y potestad por los siglos de los siglos. En la adoración debemos hincarnos con profundo respeto en señal de suma dependencia y amor. La grandeza de la adoración consiste en: 1. Adoración, es el acto supremo de la virtud, de la religión, superior a los demás actos de piedad y virtud. 2. Es el mayor triunfo de la fe, porque es la sumisión del hombre a Dios. 3. Es un acto perfecto de la santidad. En la adoración se reúnen todas las virtudes, la humildad, la gratitud, la penitencia y la caridad. La adoración tiene 5 cualidades: 1. Debe ser natural. 2. Ser sencilla. 3. Particular. 4. Personal. 5. Práctica. En la adoración, ¿Ante quién estoy? En presencia de Jesucristo, Ntro. Rey.
¿Por qué está Jesús en el Santísimo Sacramento? Por mí y por tí porque me ama, para curarme, para enseñarme, para salvarme. ¿Qué quiere Jesús de mí? Que lo ame como Él me ama. Quiere reinar en mi alma, en mi corazón, en mi vida.
Desearte un lindo día, el Señor de la Misericordia conceda su alma eucarística a ti y tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Santa Faustina: Ruega por nosotros
Amén
Dr. Victor Arce.
